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La historia de 'Navidades Blancas', el villancico más vendido de la historia

De entro todos los villancicos navideños, Navidades Blancas destaca por ser el más vendido de la historia en discos.

De entro todos los villancicos navideños, Navidades Blancas destaca por ser el más vendido de la historia en discos.
Happy Holidays from Bing and Frank | Imagen TV

Resuenan estos días en los hogares cristianos las dulces canciones navideñas; villancicos tradicionales de diversas regiones españolas, que nos evocan noches de infancia al calor del fuego. El más universal de todos ellos es, desde luego, "Noche de paz", que aunque creado hacia 1818 no se divulgó hasta 1833. Por harto conocida su génesis les refiero la historia del que es, sin duda, el otro villancico mundialmente más conocido, no sólo entre los católicos: "White Christmas", "Navidades Blancas", o también "Blanca Navidad", que es como consta en la traducción a nuestra lengua en unas de las estrofas, que finalizan así: "Oh, Blanca Navidad / un blanco sueño y un cantar, / recordar tu infancia podrás / al llegar la blanca Navidad".

Letra y música de "White Christmas" pertenecen al mismo autor, uno de los más grandes de la música norteamericana, aunque naciera en tierras rusas. Se llamaba realmente Israel Baline, pero ha pasado a la historia como Irving Berlin. Curiosamente el apellido que utilizaría artísticamente fue por culpa de un error tipográfico cuando editó su primera partitura. De familia humilde, hubo de ganarse la vida siendo de muchacho vendedor de periódicos por las calles. Se cuenta que no pudo adquirir los suficientes estudios musicales, lo que no le impidió alcanzar la gloria y el dinero con importantes espectáculos y música para películas.

Fue precisamente en una de ellas, estrenada en 1942, Holiday Inn, donde incluyó la que se consideró musicalmente una balada, "White Christmas", interpretada por su protagonista el actor y cantante –un maestro en su especialidad de "crooner", del que aprendería tanto Frank Sinatra- el inolvidable Bing Crosby, que por cierto recordemos murió accidentalmente en Madrid, cuando jugaba al golf en las instalaciones de La Moraleja, el 14 de octubre de 1977, a la edad de setenta y seis años. De cuantas canciones grabó, y fueron cerca de tres mil, la más divulgada fue esta de la que nos ocupamos. Tanto es así que Irving Berling quiso repetir el éxito de Holiday Inn, naturalmente por el éxito de tal pieza, rodando en 1956 con el título de White Christmas otro filme donde una pareja de militares, personificados por Bing Crosby y Danny Kaye contaban –y cantaban- unas pueriles historias.

"White Christmas" la compuso Irving Berling en los penosos días de la II Guerra Mundial, cuando los japoneses atacaron inesperadamente la base norteamericana de Pearl Harbor. Y con el villancico pretendía lanzar un mensaje de paz y optimismo en los hogares norteamericanos, deshechos cuando miles de soldados se incorporaban a aquella contienda y en las casas quedaban esperándolos, expectantes, sus familias.

Hay otra versión que tiene que ver con los días de Navidad, que traían recuerdos melancólicos a Irving Berling, cuando en casa no tenían dinero para la cena de Nochebuena. La tristeza de esa época del año se acentuaba por otra razón, más poderosa: que el 24 de diciembre de 1928 murió de un ataque cardíaco su hijo menor, Irving Jr. En cualquier caso al gran compositor le inspiró su famoso villancico el sueño de una Navidad blanca, teñida así por la nieve, en un idílico paraíso donde no existiera el odio y se cantara la paz. Se fija el 24 de diciembre de 1941 cuando Bing Crosby lo estrenó en un programa radiofónico. Y la fecha del 29 de mayo de 1942 cuando se grabó por vez primera "White Christmas".

Lo que sí se remarca en las biografías de Bing Crosby, es que su difusión mundial sucede a partir de 1949, cuando apareció en disco "single", el más vendido en la historia de la música popular, hasta que fue destronado en 1997 por una canción de Elton John. Figuró tres veces en distintas épocas en el número 1 de éxitos de la revista Billboard. Más de cincuenta millones de copias es la cifra que se repite de discos vendidos, que reportó una respetable cantidad de derechos de autor a Irving Berlin, y luego a sus herederos, establecida hace algún tiempo en alrededor de cien millones de dólares.

Ni que decir que existen cientos y cientos de versiones, imposibles de cuantificar, tanto cantadas como orquestales. La de Sinatra, la de Dean Martin, la más cercana en el tiempo de Lady Gagá. Y una muy reciente de Plácido Domingo. Luego continúa siendo una pieza insustituible en estas entrañables fiestas. Unas Navidades que en España, por caprichos del tiempo, cambios de la temperatura verdaderamente nada usuales por estas calendas, este año no tendrán en general el blanco manto de la nieve, salvo los que quieran disfrutar de ella en las estaciones invernales.

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