Menú

La temprana muerte de Miguel Gallardo a sus 55 años

Fue el creador de Hoy tengo ganas de ti. Ya estaba prácticamente retirado como cantante y ejercía como productor discográfico cuando falleció.

Fue el creador de Hoy tengo ganas de ti. Ya estaba prácticamente retirado como cantante y ejercía como productor discográfico cuando falleció.
Miguel Gallardo | Wikipedia

Fue Miguel Gallardo unos de los más populares intérpretes de baladas románticas de la década de los 70, con la particularidad de que compuso la mayor parte de su repertorio. Del que destacaron, entre otros, estos títulos: "Otro ocupa mi lugar", "Hoy tengo ganas de ti", "Saldré a buscar el amor"… Murió con sólo cincuenta y cinco años de vida, cuando ya estaba prácticamente retirado como cantante y ejercía de productor discográfico con su propia compañía, amén de componer para otros artistas. Un cáncer de riñón se lo llevó el 11 de noviembre de 2005. Sabedor de su inevitable final se había encerrado en su casa, aunque finalmente tuviera que acudir a la madrileña clínica Anderson, donde le sobrevino la muerte. Ya llevaba largo tiempo separado de la actriz Pilar Velázquez, con la que tuvo un hijo.

Había nacido en pleno Albaicín granadino el 29 de septiembre de 1950. Su padre se arruinó en la fábrica de jabón que poseía, lo que llevó a la familia a marcharse a Barcelona en busca de mejores horizontes. La niñez y adolescencia de José Miguel Gallardo Vera transcurriría en un ambiente humilde, con lo justo para ir viviendo. Pronto supo que tenía que arrimar el hombro para ayudar a la precaria economía familiar, y así trabajó en diversos y ocasionales oficios, como aprendiz en una imprenta, en una casa de encuadernación, ayudante en una droguería, botones en un Banco… Hasta que pudo ingresar en la Universidad de Ingeniería Técnica en Vilanova y la Geltrú, carrera que no llegó a terminar a falta de un curso. A los dieciséis años fue cuando le llegó la vena musical y entró en el Conservatorio de Barcelona, recibiendo un par de años lecciones de solfeo, guitarra y piano. No tenía al principio conciencia de que él pudiera dedicarse a la canción, pues se inició componiendo para diversos conjuntos, como Los Sirex, o solistas, caso de Tony Ronald. Ensayando con su voz en un estudio de grabación llamó la atención del directivo de una casa discográfica, quien lo animó a estrenar sus propias canciones. Así es como debutó con un single el año 1972. Sin contar con su aprobación, la multinacional que le había firmado un contrato decidió anunciarlo como Eddy Gallardo, lo que al interesado le causó una desagradable sorpresa. Ya en sucesivos discos apareció con el definitivo nombre de Miguel Gallardo, una vez que lo desengañaron de su pretensión: quería ser conocido con su nombre compuesto y sus dos apellidos. Lograron convencerlo de que con tales apelativos no haría carrera.

Las primeras canciones de Miguel Gallardo, según me contó, estaban inspiradas en el recuerdo de una muchacha llamada Milagros, a la que mucho quiso, pero no fue del todo correspondido, pues la familia de ella no consintió en aquellas relaciones. Al saber el padre de la chica que ésta salía con un músico, la reconvino para que se buscara a otro con más porvenir. Aquellas primeras composiciones del joven granadino salieron de las cuerdas de una vieja guitarra que le regalaron y luego de un desvencijado piano. La guitarra carcomida la guardó hasta su muerte. Consiguió su primer éxito, "Recordando a Glenn" sirviéndose de la admiración que tenía su padre hacia la música de Glenn Miller, uno de los grandes directores norteamericanos de orquesta allá por los años 40. Incluyó unos leves compases de "En forma", el tema más conocido de aquel genio. Luego estrenó "Quédate", cuya letra estaba basada en un poema de Pablo Neruda, "Farewell" (Adiós). Seguía Miguel acordándose de aquel amor juvenil truncado.

Transcurría 1975 y dándole vueltas a la cabeza sobre su vida, viajando de un lado para otro, de hotel en hotel, conociendo superficialmente a mucha gente pero sin ninguna amistad femenina fija, sintiéndose muy solo, dio en escribir "Hoy tengo ganas de ti", probablemente su mejor tema; al menos del que más discos vendió en España y en Hispanoamérica: cerca de dos millones de copias. Con versiones en media docena de idiomas. Que arranca así: "Fuiste ave de paso y no sé por qué razón…". Cuando ya tuvo otras relaciones dio de nuevo en otro desencanto: un amigo le birló la chica que a él le había empezado a hacer tilín. De la experiencia nació otra de sus conocidas canciones, "Otro ocupa mi lugar", aunque allí disfrazaba la historia y en vez de un amigo, era un hermano el causante de esa desilusión. Me confesaba el cantante: "Es que yo soy muy tímido, introvertido, cerrado y no me decido a dar un paso adelante con una mujer. Me ocurre desde que iba a los bailes y no me atrevía a sacar a ninguna a la pista. Te confieso que novia, novia, nunca he tenido, y amigas, pocas…".

Debió un día pensar que tenía que cambiar de actitud. Y de esa convicción le llegó una musa dictándole la letra de "Saldré a buscar el amor". Para entonces, 1978, ya era un número 1 de la canción melódica. Había ayudado a sus padres, a los que compró un buen piso en la barriada barcelonesa de la Sagrada Familia, aunque el progenitor no quiso dejar de trabajar y regentó una frutería; a sus hermanos les pagó los estudios. A Miguel Gallardo le faltaba encontrar un verdadero amor, al que tanto cantaba. Un reportero de Diez Minutos le presentó a la actriz Pilar Velázquez, a la que representaba artísticamente. Y lo celebraron en un restaurante de Barcelona a finales de enero de 1977, en presencia de amigos comunes, yo entre ellos. La pareja acabaría casándose el 11 de mayo de 1979 en la madrileña ermita de San Antonio de la Florida, en la más completa intimidad. Tendrían un hijo, Alejandro, que nació el 16 de enero de 1981. Pilar Velázquez se retiró entonces unas temporadas, y Miguel Gallardo acabó asentándose en Miami a finales de esa década. Roto ya su matrimonio. Dejó de cantar a principio de los años 90, centrándose en su productora discográfica y componiendo para Azúcar Moreno, Sergio Dalma, Ana Torroja, Ana Belén… Su nombre se fue diluyendo en España, adonde regresaba de vez en cuando para ver a su hijo. Los negocios le iban bien. Y un maldito día nos llegó la noticia de su temprana desaparición, hace de ello ahora diez años: llenó de luto a la familia musical, y a miles de admiradoras que no le habían olvidado. Era un ser muy sensible, dotado de una preciosa voz y un notable talento como compositor de románticas melodías.

En Cultura

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura