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José Feliciano: medio siglo en la música

El cantante acaba de cumplir 70 años. Lleva medio siglo en la música.

El cantante acaba de cumplir 70 años. Lleva medio siglo en la música.
José Feliciano y Danella Urbay en el vídeo de No me olvides. | Cordon Press

No hay Nochebuena en la que no se vuelva a escuchar "Feliz Navidad". Es, posiblemente, la canción más popular de su repertorio, aunque en él haya piezas excelentes, como su versión de "Light my fire", de The Doors, de la que se dice vendió más copias que los propios creadores. Por no recordar aquel inolvidable "¿Qué será?", con el que compitió en un lejano Festival de San Remo. Y luego, también todos estos títulos: "¡Ay, cariño!", "Paso la vida pensando", "Rain"…, por referirme únicamente a sus estrenos, porque nuestro amigo ha grabado una treintena de álbumes en español, con los mejores boleros de la historia, y de salsa, bachata y otros ritmos caribeños. En lengua inglesa tiene cuarenta y allí se encuentran sus estupendas interpretaciones de música “soul”, free jazz, jazz latino, pop-rock…

En fin: un artista completo y variado que en su pasaporte aparece como José Montserrat Feliciano García y artísticamente se le conoce en medio mundo como José Feliciano. Acaba de festejar su setenta cumpleaños en compañía de su mujer y sus tres hijos. La pena de los que lo admiramos es que lleve ya muchas temporadas sin visitarnos, si exceptuamos la actuación, el pasado 18 de marzo, en Barcelona. Hacía bastantes años que en sus giras no incluía España, a pesar de que entre nosotros quiero imaginar que sus canciones no se han olvidado.

Deseo recordarles, además, que no sólo posee una voz maravillosa, de elevados tonos agudos: es que es un guitarrista de primera. Y si no, les remito a unas declaraciones de Keith Richards, el veterano componente de los Rolling Stones, quien en la revista Esquire, dijo lo siguiente: "José Feliciano toca la guitarra muchísimo mejor que yo". Resulta que son convecinos, del pequeño pueblo de Weston, estado norteamericano de Connecticut, aunque no han tenido todavía ocasión de saludarse.

José Feliciano viaja mucho, porque tiene una vida musical muy activa, cuando ya ha cumplido medio siglo como artista. Por estas fechas actúa en Colombia y en Canadá. Ha estado en Alemania. Y en Austria grabó su último disco, que tanto me gustaría tener aunque ignoramos si su compañía lo distribuirá en España. Se trata de un álbum con arias de Mozart, aquellas que este genio compuso para los "castrati". Tengo referencias de que José Feliciano muestra allí su virtuosismo como guitarrista, en colaboración con la Orquesta Sinfónica de Bulgaria. Es su instrumento preferido, con el que se acompaña habitualmente, aunque domine otros como la guitarra eléctrica, el bajo y el concertino.

Nacido el 8 de septiembre en Lares, pueblecito del sudoeste de Puerto Rico en el seno de una humilde familia de ocho hermanos. Ciego como consecuencia de un glaucoma congénito. Desde que tenía tres años se apasionó por la música. Con nueve recibió como regalo de su progenitor una guitarra, que aprendió a tocar ensayando ¡catorce horas al día! Su repertorio era de rancheras. La familia se había instalado en Nueva York cuando José contaba sólo cinco años. Siempre fue bilingüe. De actuar en garitos del Greenwich Village pasando la gorra a grabar temas "soul" para la casa Motown transcurrieron algunos años, hasta 1964, inicio de su abundante discografía.

Sacó a su familia de la miseria en que vivía y se convirtió en el primer cantante latino en triunfar en la industria norteamericana en esa década. Alternaba el "rhytm and blues" con los boleros. A España vino en distintas ocasiones, a partir de los años 70. Lo recuerdo tanto por su carácter endemoniado, furioso a veces si un periodista le hacía alguna pregunta que no fuera de su agrado como en otras ocasiones dueño de un humor cáustico.

"Una vez estuve con Ray Charles… pero no me dio tiempo a hablar". O bien: "Siempre que vengo a Madrid me acerco "a ver" el Monasterio de El Escorial". ¿Me preguntas por "Yulio" Iglesias? ¡Oh, "Yulio" es muy amigo mío. En inglés me recuerda a Nat “King” Cole cantando en español”. “¿John Lennon? Buena persona, pero “tomaba” mucho. Ya sabes: alcohol… y otras cosas”. Y si no, otra muestra de su ironía: “¿Viniste con tu coche? Lo digo por si permitieras que lo llevara un rato, aunque ¿por qué lado se conduce en España?”

La primera vez que lo entrevisté estaba con su primera mujer, Hilda, puertorriqueña como él, compositora, que lo ayudaba en todo, claro. Aunque vistiendo, el cantante usaba unos trajes horrorosos, culpa de ella, supongo. Iban de la mano claro. Quizás no estaban casados, pero él me la presentó como su esposa. En otro viaje, tiempo después, apareció con su segunda mujer, Susana. Con ésta sí que contrajo matrimonio pero se hartó, uniéndose a Giselle Velázquez, que es con quien vive actualmente. José Feliciano tiene tres hijos de esas relaciones, que viven con él. En estos últimos años algún medio hispano divulgó que era un bígamo, pero eso a él le traía sin cuidado.

De menuda estatura, anchas espaldas, usó siempre gafas oscuras. Si de vez en cuando se despojaba de ellas mostraba un rostro poco favorecedor, ya de por sí poco atractivo, con unos cabellos lacios que le caían sobre la frente. Siempre reconoció que "Elvis Presley influyó mucho en mi carrera". Hace tiempo que no incluye salsa y bolero en sus actuaciones, pero sí bachatas. Me entero de que tiene grabado un disco con canciones de Frank Sinatra, pero que continúa inédito y no sabe si se comercializará. De los cantantes hispanos de hoy cita a Carlos Vives y a su paisano Chayanne. Acerca de la música anglo, opina que "ahora es demasiado techno. Ya no son los tiempos de The Doors o Cindy Lauper". Y sobre los Grammy –tiene nueve en sus vitrinas- comenta que "en la actualidad, cualquiera puede ganarlos". Siempre crítico, se define como "americano latino". Un fuera de serie en lo suyo.

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