Mientras llegamos al punto álgido de la temporada de festivales, en las últimas semanas hemos sido testigos de algunos lanzamientos discográficos que muchos fans se aprenderán para corear sus estribillos en los recintos musicales de todo el mundo. A pesar de que, sobre todo en algunos casos, preferimos esperar a que el artista o banda en cuestión toque "las de toda la vida, que vienen en el primer disco", es inevitable dar un repaso a estas novedades antes de acudir a disfrutar del directo… al fin y al cabo, se trata del material que vienen a presentar. Y en algunos casos, se trata de trabajos disfrutables y esperados. Valgan como ejemplo los siguientes:
Sound & Color, de Alabama Shakes: hace poco más de un mes, la banda liderada por Brittany Howard lanzaba al mercado la continuación de su celebrado Boys & Girls. Para este segundo trabajo, las líneas de su música dejan pequeño su ámbito de rock, soul y gospel de corte más clásico para soltar su creatividad en cortes con sabor a funk como Don’t Wanna Fight o a la psicodelia que impregna Future People. Estamos ante uno de esos casos en los que un álbum abre los horizontes de una banda sin romper su magia. Para comprobar esta última afirmación, hay que escuchar temas como "The Greatest" o la enorme balada "Gimme All Your Love". Lástima que no visiten nuestro país este verano, porque su directo resulta extraordinario.
The Magic Whip, de Blur: ha sido uno de los más esperados del año (y de la década, en realidad), y el resultado ha sido muy positivo. La banda ofrece la mejor versión de sus principales motores creativos, Damon Albarn y Graham Coxon, que suman sus inquietudes musicales para hacer del álbum un ejemplo de madurez artística, en la que brillan composiciones como "Go Out" o "Lonesome Street", y también queda espacio para las más melancólicas "My Terracotta Heart" o "Thought I Was a Spaceman". El empuje de la sección rítmica y el retorno de Stephen Street en la producción redondean un disco que gana con cada escucha. El lugar perfecto para comprobarlo será el próximo FIB, en el que los de Londres figuran como cabezas de cartel.
Wilder Mind, de Mumford & Sons: uno de los platos Fuertes del próximo BBK Live, la banda liderada por Marcus Mumford intentará convencer a los más escépticos con su nuevo sonido eléctrico, dejando atrás la estela de sus dos primeros trabajos (y de paso, abandonando el banjo en el proceso). Aunque el éxito les sigue acompañando y han logrado el número uno en mercados como el británico y el estadounidense, queda por comprobar la solidez de su directo y la respuesta de sus fans a temas como "The Wolf", "Snake Eyes" o "Believe". Un repertorio creado con la ayuda del productor James Ford (habitual de Arctic Monkeys) y Aaron Dessner, integrante de The National. Si bien este tercer disco rompe en términos de sonido con sus anteriores trabajos, continúa ofreciendo un interesante panorama para Mumford y sus compañeros.
Sol Invictus, de Faith No More: si el regreso de Blur levantaba expectación, la sensación con la vuelta al estudio de Patton, Bordin, Gould y compañía no se quedó atrás… y también mereció la pena. Tras diecisiete años huérfanos, los fans nos quedamos más que satisfechos con la fórmula que nos plantea la veterana formación, con un contraste de sonidos aun más contundente que en anteriores etapas y que entronca con los proyectos de Mike Patton como Fantomas y Tomahawk, al tiempo que no pierde la personalidad de una de las mejores y más disparatadas bandas de las últimas décadas. Para ejemplo, las cosas que hacen en este Superhero. Nos quedaremos con las ganas de escucharlo en directo, ya que no tienen previsto acercarse por nuestro país en su gira europea.