Muchos cuarentones que tengan la curiosidad de leer estas líneas es más que probable que no hayan olvidado el estribillo de una canción pop de aire festivo que sonaba a menudo cuando se estrenó en 1987; aquel que rezaba lo de "¡Sufre, mamón! / devuélveme a mi chica / o te retorcerás entre polvos pica-pica". Ignoro si tales polvos siguen expendiéndose en las tiendas de chuches o similares, pero sí afirmo que el tema de marras va a seguir escuchándose en los próximos meses. Porque sus creadores, Hombres G, comienzan una gira al cumplirse el trigésimo aniversario de su fundación. Se disponen a seguir alegrando a los de su generación y, de paso, a los hijos, tal vez nietos también, de sus contemporáneos. Ellos siguen siendo: David Summers, compositor, cantante; Daniel Mezquita a los teclados; Francisco Javier Molina, responsable de la batería, y Rafael Muñoz Gutiérrez, guitarrista.
El 12 de junio tienen una cita en Murcia, al día siguiente, en Granada, y entre otros importantes compromisos, el 26 del mismo mes en la Monumental de las Ventas. En principio, sólo quince conciertos, la mayoría en España y el resto en Hispanoamérica. Se sienten felices de volver a recordar sus viejos éxitos, aparte del ya mencionado: Venezia (así, escrito con zeta), Marta tiene un marcapasos, El ataque de las chicas cocodrilo, Indiana, Milagro en el Congo, entre otros títulos muy conocidos, varios de los cuáles se alzaron con el número 1 de las listas de éxitos de su tiempo, aquella segunda mitad de los 80, en plena eclosión de la movida madrileña, cuando se les etiquetaba como herederos de la nueva ola. Claro está que, junto a la revisión de sus temas de antaño puestos al día con algunos nuevos arreglos, se presume presentarán trabajos de la última década. Coincidiendo con esta efeméride saldrán al mercado un par de Cds con una antología de su repertorio amén de otro de rarezas y números inéditos. La verdad es que no puede decirse que su presencia ahora en los escenarios sea una reaparición, puesto que ellos no han dejado de tocar, aunque lo hayan hecho de forma selectiva. Tuvieron una primera época, como se dice de algunos pintores: la que va desde 1985 hasta 1992. Entonces, sí, se tomaron un largo respiro. Para retornar un decenio después. Y desde entonces, con menos intensidad desde luego, han seguido en la brecha.
Trece álbumes componen su discografía, el último fechado en 2011, "En la playa". Y en todo este tiempo nadie puede, insistimos, creerlos olvidados, a lo que aparte de la difusión de sus canciones ha contribuido asimismo la edición de cinco libros sobre su biografía, sus vidas y su obra musical.
Nunca trataron de ser trascendentes con sus composiciones. Antes al contrario: buscaron la fórmula adecuada para que sonaran a algo fresco, espontáneo, divertido, con ocurrentes estribillos y títulos fáciles de retener, algunos procedentes de frases comunes o coloquiales. De otro modo no se entiende que hayan durado tantos años, con ventas millonarias de sus grabaciones y masiva asistencia de fans a sus conciertos. Superando que en tres décadas la música pop haya tenido –y tiene- muy diversas alternativas, estilos y modas. David Summers siempre fue considerado líder de la banda, sin que él tratara de destacar por encima de sus colegas. Pero cierto es que gracias a él nació el grupo. Era estudiante de la Facultad de Ciencias de la Información en la Complutense y para ganarse unos duros se acercaba a los estudios de Prado de Rey cuando se grababa el programa "Aplauso", donde lo admitían en figuración; esto es, "haciendo bulto" entre el público, obligado a gritar o a batir palmas cuando lo indicara el regidor de turno. Estudiaba, por otra parte, el clarinete, chiflado por los discos que escuchaba de Benny Goodman. Un día se encontró con su amiguete Rafa, y se juramentaron para formar un cuarteto pop, lo que sucedió tras comprometerse con los antes citados Dani y Javier.
Ensayaron mucho, de igual modo que se "machacaron el coco" buscando un nombre, barajando éstos: Los Residuos, Bonitos Redford, La Burguesía Revolucionaria… Hasta que eligieron el de un título de la legendaria película americana G-Men, estrenada en 1935 con James Cagney encabezando el reparto, en una trama relacionada con los agentes especiales del FBI. En España fue Contra el Imperio del Crimen.
También nuestros Hombres G tuvieron su bautismo ante las cámaras. Fue dos años después de que debutaran en la sala Rock Ola (templo de la movida) y triunfaran con sus primeras canciones. Del argumento de "Sufre mamón" (aprovecharon para la película igual título que una de sus más populares canciones) se ocuparon Manuel, Tomás y Francisco Summers, padre y tíos, respectivamente de David. Giraba en torno a las aventuras reales del cuarteto, incluyendo episodios de amores juveniles, con exteriores en Madrid e Ibiza. Todo ello trufado, naturalmente, de su repertorio musical. El progenitor de David Summers se encargó de dirigirlos de nuevo en su segunda y última incursión cinematográfica, asumiendo también el cometido de guionista. Suéltate el pelo está fechada al año siguiente, 1988, rodada en México, con una ingenua trama en la que se ve envuelto David, acusado de corruptor de menores, de la que saldría airoso gracias a que sus compañeros descubren el sucio montaje de una fan de Hombres G. Lo que tal vez ignore la mayoría de quienes contemplaron esa cinta es que no iba a titularse como hemos indicado, sino La cagaste Burt Lancaster. Pero, enterado de ello el celebrado actor norteamericano (del que un día nos enteramos, dicho sea de paso, que era gay) montó en cólera y a través de su agente artístico amenazó a la productora del filme con ponerles una abultada demanda económica. Y el productor, José Frade, instó a Manuel Summers a trastocar el título. Por cierto: aquel originalísimo director y popular dibujante de humor murió hace ahora veintidós años, el 12 de junio de 1993, a la edad de cincuenta y ocho años. Fue el primer admirador de Hombres G y los ayudó cuanto pudo.