La discografía del cantante y compositor Iván Ferreiro está repleta de alusiones a la ciencia. Solo en su último disco, se halla el número áureo, el dibujo de un pez pulmonado, útiles neandertales, la conjetura de Goldbach o un retrato de Thomas Edison.
Iván Ferreiro escribe en la carátula del disco Valmiñor – Madrid. Historia y cronología del mundo sobre algunos de los temas científicos que más le intrigan, como la teoría del Big Bang o la existencia del bosón de Higgs.
"Fueron las historias de fantasía las que me hicieron preguntarme por el universo y por cómo funciona el mundo. Igual no tiene mucho que ver, pero desde que vi por primera vez Star War me interesé por ciertas cosas", asegura.
"El hecho de que existieran películas de ciencia ficción, donde se podían ver cosas que no están en tu ciudad o que no existen, te daba ideas sobre el futuro. Estábamos en los años 70 y el 2000 era como la meta. Todo lo que veía en las películas solo sucedía por medio de la ciencia", cuenta el cantante.
Se declara tesliano –en referencia a Nikola Tesla– porque "él nunca electrocutaría a un elefante" como sí hizo Thomas Edison. "Esto viene de mi hermano Amaro, que está obsesionado con Tesla. A los dos nos ha gustado siempre la historia de los científicos y pensadores que no son muy reconocidos y que fueron los que lo inventaron todo. El caso de Tesla es el ejemplo claro de cómo la economía aplasta a alguien que solo quiere ayudar. Si te digo la verdad, lo que somos Amaro y yo es enemigos de Edison directamente. Somos del club para quitarle prestigio y dárselo a Tesla, que es quien trabajó para la humanidad mucho más que Edison, que trabajó para su bolsillo".
Le pasa algo parecido con el escritor de ciencia-ficción Isaac Asimov. "En el caso de Asimov me gusta mucho porque era un historiador increíble del futuro. La saga de La Fundación tiene en cuenta todo lo que la ciencia puede llegar a descubrir y ofrecernos. Refleja los dominios en los que podríamos movernos", dice Iván Ferreiro.
El cantautor le dedica un tema al síndrome de Munchausen en Confesiones de un artista de mierda y le canta a los números en Mentiroso, mentiroso: "No soy el primero en hablar de los números en las canciones y pensar que todos somos números primos, que solo nos dividimos por uno o por nosotros mismos. La conjetura de Goldbach dice que todo número par es la suma de dos números primos, y yo eso lo veo de una forma más poética y pienso en las personas, que cuando estamos solos somos números primos y cuando nos sumamos con otro nos convertimos en un número par".
En cuanto al cine, le gusta 12 monos de Terry Guilliam. "Por los viajes en el tiempo y esa incapacidad del ser humano de creer la verdad, o el hecho de pensar que la raza humana puede extinguirse por culpa de un virus", asegura.