La cantante israelí Noa, de visita en España para presentar su último disco "Love Medicine", hizo un a parada en Madrid el lunes 12 de enero, para dejar su huella en la mítica Sala Clamores de Madrid. Lugar elegido por ella misma para dar a conocer su trabajo a la prensa a través de un pequeño concierto íntimo, en acústico.
Pasadas las 21.30 horas, la artista salía al escenario acompañada por su inseparable músico Gil Dor, con quien celebrará los 25 años de carrera musical juntos en este 2015. Sonaron tres canciones antes de que dijera una palabra. Las primeras, dedicadas a Pat Metheny.
"El primero que nos produjo un disco", aseveró. "Love Medicine" es un disco maduro, muy pensado y que "nace de la observación", explicó Noa, que hizo un enorme esfuerzo por realizar sus alocuciones mayoritariamente en español.
Uno de los momentos más emocionantes de la noche llegó cuando la israelí mencionó a Juan Pablo II, "para quien tuve el privilegio de actuar tantas veces". A él le ha dedicado una canción en este trabajo discográfico: "Look al the moon". "De joven, él quería ser actor y se enamoró de una joven judía. En esta canción, yo les imagino mirando a la luna".
Entre los agradecimientos de este disco, Noa citó al español Joaquín Sabina, quien le sirvió de inspiración para una de las canciones, tras un encuentro en Madrid. Aunque su "primer amor español" fue Joan Manuel Serrat, confesó.
Achinoam Nini, conocida como Noa, sorprendió por su frescura, su naturalidad, por el dominio de los intrumentos de percusión que tocó (yenbé, bongos y darbuka) y -por supuesto- por el control absoluto de su privilegiada garganta que en ocasiones emitía sonidos que emulaban el canto de un pájaro y en otras las de un saxo o un clarinete.
Para acabar, dos bises. En el último, invitó a cantar a los periodistas que asistieron al showcase (como se llama a este tipo de presentaciones en el argot musical) al ritmo de La vida es bella. Una elección que es -sin duda- una declaración de intenciones.