Muchas veces se dice que los músicos ponen todo su corazón en sus canciones, pero en el caso de Beethoven parece que es literal. Un estudio elaborado conjuntamente por las universidades de Michigan y Washington asegura que los ritmos de ciertas partes de las obras del compositor alemán pueden reflejar las irregularidades de los latidos de su corazón, causados por una arritmia cardiaca.
"Su música pudo haber sido sentida en el corazón tanto en sentido figurado como físico. Cuando el corazón late irregularmente debido a una enfermedad lo hace de una manera predecible. Creemos que algunas de esas pautas se pueden escuchar en su música", explica uno de los investigadores, en el diario The Daily Mail.
Los investigadores creen que esta hipótesis se ve claramente en la parte final de Cavatina, cuarteto de cuerda en si bemol mayor Opus 130. Según explican, la tonalidad de repente cambia a do bemol mayor, lo que implica un ritmo desequilibrado que evoca desorientación y que toma el nombre de "falta de aire".