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"Bailando en la calle" con Martha and The Vandellas

La banda que interpretó la declaración de principios del soul.

Martha and The Vandellas

Se cumplen más de cuarenta años desde un lejano concierto en Detroit, Michigan, un 21 de diciembre de 1972. La ciudad del motor y del soul rendía homenaje a una de las formaciones más gloriosas del sello Motown, que representaba el impulso juvenil del género en su versión más directa: Martha and The Vandellas. Un conjunto vocal cuyos últimos diez años al servicio del sello discográfico de Berry Gordy habían dado numerosas alegrías a los oídos de los melómanos y también al bolsillo del destacado productor.

Aunque los inicios no fueron fáciles: antes de su fichaje por la mítica casa de discos, Martha Reeves, Annette Beard, Rosalyn Ashford y Gloria Williams desfilaron por varios sellos menores bajo diferentes nombres, intentando conseguir oportunidades en la "primera división" del soul, sin ningún éxito. El mejor resultado lo obtuvo Martha al ganar un concurso de talentos en solitario, hecho que logró que un ojeador de la Motown llamado Mickey Stevenson se fijase en su capacidad. Sin embargo, el trabajo que Reeves soñaba no fue el que consiguió, y Stevenson se la llevó como secretaria personal para las oficinas de la discográfica. Por otro lado, Gloria Williams dejaba la formación ante la falta de éxitos, y la situación parecía estancarse para el grupo, por aquel entonces llamado The Del-Phils. En estas estábamos cuando, por estas casualidades de la vida, la cantante Mary Wells no pudo presentarse a una grabación, y el bueno de Mickey puso a su secretaria Martha Reeves a interpretar el tema "I’ll Have to Let it Go". Por supuesto, como ocurre en los cuentos de hadas, la canción fue un éxito, y Berry Gordy firmó al grupo, rebautizándolas con el nombre que todos conocemos.

Durante la década de los sesenta, Martha and The Vandellas facturarían una serie de canciones arrolladoras, algunas de las cuales llevaban el sello de una de las mejores sociedades compositivas de la música moderna: la que formaban los compositores y productores Lamont Dozier y los hermanos Brian y Eddie Holland. Canciones como la incendiaria "(Love is Like a) Heat Wave" (que las llevó por primera vez al Top Ten de las listas), o la descarnada "Nowhere to Run", apuntalada por la soberbia instrumentación de "The Funk Brothers". Unos temas que ayudaban a acuñar la expresión de "sonido Motown", y que se fueron completando con otra de las más célebres de su carrera, "Dancing in The Street", coescrita por Marvin Gaye, y que se convertiría el uno de los iconos del Movimiento por los Derechos Civiles.

Tras una segunda mitad de la década llena de éxito, la banda se resintió con la marcha de los mejores compositores su discográfica, acentuada con la promoción que Berry Gordy concedía al grupo estrella de Motown, las Supremes de Diana Ross. Martha y sus Vandellas se fueron quedando en un segundo plano, y el éxito se fue diluyendo. Todo aquello ocurría en un tiempo en el que las tendencias musicales del sello iban cambiando hacia el funk, mientras el mundo viajaba hacia los años setenta. Tras varios cambios en la formación, la banda terminaba por disolverse en aquel último concierto de 1972. Habían transcurrido diez años de música, sentimiento y bailes por las calles.

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