De preparativos está Joan Manuel Serrat desde hace meses para conmemorar por todo lo alto su medio siglo en la música. No es necesario recordar algunas encuestas que lo consideran, muy justamente, el más importante cantautor de lengua española. La efeméride la celebrará con una gira por Hispanoamérica y desde luego por toda España, ya en 2015, que es cuando realmente cumple esos cincuenta años como artista profesional. Fue en 1965 cuando apareció su primer disco, un Ep. como se llamaba entonces al de cuatro canciones, cuyos títulos eran: "Una guitarra", "Ella em deixa", "La mort de l´avi" y "El mocador". Se inspiraba en esos tiempos en gentes de su entorno, los del barrio obrero barcelonés del Poble Sec, del que tomaría un mote familiar, "El Noi"… "El Noi de Poble Sec", claro. Más adelante cantaría también al trapero ambulante, a la "tieta" solterona, al vagabundo, al titiritero… Historias de corte costumbrista expresadas de forma sencilla, pero con un toque poético muy personal y una ternura que siempre le ha acompañado en sus interpretaciones.
Además de la gira Joan Manuel Serrat ultima la grabación de un triple disco titulado "Antología desordenada", que se publicará el 4 de noviembre. Nombre que alude a los pedazos de mosaicos que utilizaba el genial Gaudí para sus innovadores trabajos arquitectónicos. Viene a ser un símbolo del que se ha apropiado ahora el cantautor para abarcar la selección de cincuenta canciones, cuidadosamente elegidas; número que, por supuesto, responde al cincuentenario que estamos glosando. La trilogía discográfica en cuestión se compondrá de una grabación tomada en directo, otra en estudio, ambas en castellano y la última, en catalán. Serrat siempre repartió sus querencias en ambas lenguas aunque en su discografía, que alcanza casi la cuarentena de álbumes, con casi cerca de medio millar de composiciones, abunda más la citada en primer término. Su padre era catalán, su madre, aragonesa, y él habló siempre los dos idiomas. Sólo personas intransigentes le criticaron en sus comienzos artísticos el uso de ellas, tanto desde sectores nacionalistas catalanes como de otros en el resto de España que no toleraban, en la segunda mitad de los años 60, que en sus recitales echara mano de la lengua de mosén Jacinto Verdaguer.
Le ha costado a Joan Manuel Serrat decantarse por unas y otras canciones hasta sumar la cincuentena. Como me decía una vez: "Soy padre de todas ellas. ¿Cómo voy a preferir algunas en particular? Ni siquiera creo que "Mediterráneo" sea la mejor". En esto último se llegó a la conclusión, en votaciones de expertos en el pop melódico nacional, que sí se creía era la pieza más lograda, la que mejor responde a su estilo, desde luego posiblemente la más reconocida de las suyas de cuantas se han compuesto en España en el último medio siglo. No faltará en ese triple disco conmemorativo, ni tampoco "Fiesta", "Penélope", "Señora", "Antes de que den las diez", "Cantares" o "La saeta", entre otras muchas, que ya forman parte de esa memoria sentimental de tres generaciones de españoles y asimismo hispanoamericanos.
No se olvide que Serrat es un ídolo en Argentina, Chile, México y otros países de habla española donde, tal vez, sea adorado en público con más vehemencia que aquí. Así lo volvió a experimentar en tiempos recientes, tras las dos giras que, mano a mano, realizó junto a Joaquín Sabina, con un repertorio de ambos recogido en varios discos, el último fechado en 2012 correspondiente a un directo en el Luna Park bonaerense, y asimismo en un vídeo de una hora de duración, espléndido documental con imágenes de sus conciertos en la última "tournée" y declaraciones de ambos, plenas de ocurrencias y frases felices. Los dos cantautores siempre se complementaron bien, pese a sus caracteres tan dispares y bien conocidos, más transgresor el del jiennense. De vueltas a esa gira que en los próximos meses iniciará Joan Manuel Serrat tiene previsto que sus seguidores tomen parte en la elección de parte de su repertorio. Así es que en vísperas de cada gala se servirá de las redes sociales para que su clientela elija, al menos diez de los temas preferidos y el resto lo cubrirá el cantautor siguiendo su propio criterio. Democrática solución para contentar al mayor número posible de espectadores.
Como resumen de esos cincuenta años de canciones que va a cumplir Serrat nada nos parece mejor que recurrir a un comentario firmado ya hace mucho tiempo por quien fue su primer biógrafo, el desaparecido gran escritor Manuel Vázquez Montalbán: "Lo que ha hecho de Joan Manuel Serrat un cantante y autor famoso es su sabiduría en compartir frustración y esperanza con millares y millares de españoles. Encontró palabras para expresar lo que otros miles de personas. Con la sentimentalidad adecuada para llegar a sus corazones. Nada de lo común le es ajeno".
Su bagaje musical ha trascendido fronteras. Y así, el próximo 19 de noviembre, víspera de la entrega de los Grammy latinos, se celebrará en el mismo escenario, el del MGM Garden Arena de Las Vegas, Estados Unidos, un homenaje en su honor, en el transcurso del cual diversos artistas hispanos interpretarán varios de los éxitos serratianos. De la vida privada de Joan Manuel Serrat apenas se sabe nada últimamente. Cumplirá setenta y un años en Navidad. Siempre fue discreto en su faceta de hombre público, separando desde que empezó a ser conocido su existencia privada de la de hombre del mundo del espectáculo. Y ello sin romper para nada su relación con los periodistas, a quienes siempre nos trató afablemente, de lo que doy fe por las muchas veces que lo entrevisté. Tiene un hijo, Queco, de cuarenta y cinco años, fruto de sus relaciones con la que fue modelo, Mercedes Doménech. Y dos hijas habidas en su feliz matrimonio con Candela Tiffón en 1978, María, de treinta y cinco años, y Candela, de veintiocho; esta última, actriz, que en la actualidad representa en un teatro madrileño en la compañía de José Sacristán la obra dramática de Mario Vargas Llosa "El loco de los balcones".