Con el inicio de los años setenta, la industria del cine se planteó algunos nuevos caminos para satisfacer a todos los públicos (y mercados) posibles. Así, se multiplicarían las producciones en géneros como el de las artes marciales o el gore, pero también surgirían nuevos tipos de films, como los englobados en la llamada "blaxploitation". Bajo esta denominación, encontramos cintas ambientadas en barrios difíciles, rodeados de crimen, acción, misterio, sensualidad y desigualdad social, con dos elementos comunes en todas sus películas: el elenco de actores está compuesto casi en su totalidad por hombres y mujeres de color, y la música original de estos films hunde sus raíces en la cultura afroamericana.
El soul, el funk y otros ritmos afines acompañan a este nuevo género (esencial para algunos directores futuros, como Quentin Tarantino), dándole una marca de calidad propia. Y es precisamente aquí donde ubicamos la película Shaft. La historia de un detective muy particular, al que da vida Richard Roundtree, y que se mueve al ritmo de la magnífica banda sonora que firma Isaac Hayes. El artista y compositor de éxitos para el sello Stax recibió la llamada del estudio para escribir la música de Shaft, a lo que accedió a cambio de asegurarse una audición para el papel principal de la cinta, el del detective John Shaft. Al final, y aunque se le negó la tan ansiada prueba de casting, Hayes continuó en el proyecto, firmando una envidiable y atrevida partitura funk, con poderosos riffs de bajo y arreglos de metales sublimes. Características que son más que palpables en el Theme from Shaft que abre el disco.
Hayes no se cortó un pelo en cuanto a la letra de la canción, y utilizó palabras de argot, lenguaje obsceno y expresiones que nunca antes oídas en el escenario de la gala de los Oscar, como el provocador "hijo de…", cortado en seco por las chicas del coro con un despectivo "cierra la boca" (una de las coristas, por cierto, era Thelma Hopkins, que años después interpretaría a Rachel en la serie "Cosas de Casa"). El tema triunfó en las listas de éxitos y arrasó en premios de la industria musical. Como colofón, todo este espectáculo fue puesto en escena en la Ceremonia de los Oscar, con Isaac Hayes luciendo un chaleco formado por eslabones metálicos (nótese el simbolismo de las cadenas) y con un público que no acababa de creerse que Shaft se llevara el Premio a la Mejor Canción, además de una nominación en el apartado de bandas sonoras. Pues claro que se lo llevó: ¡Estábamos hablando de Shaft! Can you Dig It?