Recuerdos, iluminan los rincones de mi mente… así arrancaba una de las canciones cinematográficas más celebradas, añoradas, idolatradas y merecidamente ganadoras de la historia del cine americano. Porque no se entiende la fuerza del film de 1973 Tal Como Éramos sin regresar con nostalgia a su tema principal. Y es que The Way We Were funcionaba como leimotiv de la relación entre los dos protagonistas del film, Barbra Streisand y Robert Redford, pero en realidad abarcaba algo más. La canción hablaba también de la pérdida de los ideales con el paso del tiempo, circunstancia que reflejó el cambiante cine americano de la década de los setenta.
Tal Como Éramos, firmada por el director Sidney Pollack y el guionista Arthur Laurents, pretendía ser un ejercicio de introspección colectiva para los Estados Unidos de su tiempo, que se representaban mediante las maneras de ver el mundo de la pareja principal del largometraje. Y en el imaginario colectivo americano, nada puede superar el poder de atracción de una melodía. Es por ello que se encargó la composición de este tema a Marvin Hamlisch, destacado compositor y arreglista de algunos de los primeros films de Woody Allen, y que plasmó el espíritu nostálgico a fuerza de rodear la voz de una sutil red de instrumentos de cuerda. Un músico que logró el hito (sólo antes conseguido por Billy Wilder) de levantar tres estatuillas en la misma Gala de los Oscar: dos de ellas fueron por la banda sonora y el tema principal de Tal Como Éramos, y la tercera por su adaptación musical del Ragtime de Scott Joplin para el film El Golpe. Hace apenas un año y medio, y con motivo de su muerte, la propia Streisand cantó en su memoria el imperecedero The Way We Were plena ceremonia de la Academia.
En cuanto a la letra, fue escrita por el matrimonio formado por Alan y Marilyn Bergman, salvo la primera palabra de la canción: donde ellos habían puesto "daydreams", Barbra cantó "memories"… y el resto, como se suele decir, es historia. Historia que batió en los Oscar a rivales como Paul McCartney, que ese año también estaba nominado por su Live and Let Die. Pero no hubo manera de parar el éxito de esta canción, que se alzó también con el Globo de Oro, y significó el primer número uno en el Billboard para su intérprete.