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Melodías de Oscar: "When you Wish upon a Star"

En 1940, la factoría Disney alzaba por primera vez una estatuilla musical en Hollywood: comenzaba un sueño animado para la historia.

En 1940, la factoría Disney alzaba por primera vez una estatuilla musical en Hollywood: comenzaba un sueño animado para la historia.

Ya desde sus orígenes, la industria americana del cine comprendió un principio básico del séptimo arte, un aspecto esencial del celuloide, que no estaba reñido ni con los beneficios ni con la perfección estética: el cine está hecho para soñar. Y en el reino del cine, nadie representa mejor esta idea que la empresa dirigida por Walt Disney. Una compañía que, tras su primera incursión en el largometraje con Blancanieves y los Siete Enanitos -estrenada en 1937- continuó su andadura tres años después con Pinocho. Una historia que incluía una canción capital para la historia del cine: "When you Wish upon a Star".

La composición, creada por Leigh Harline y el letrista Ned Washington -premiado doce años más tarde por el tema principal de Solo ante el Peligro-, sonaba desde el arranque del film, invitando al espectador a formular su deseo a una estrella: porque en la pantalla los deseos siempre se cumplen y los sueños se hacen realidad. Así lo cantaba la magnífica voz de Cliff Edwards, alter ego del personaje de Pepito Grillo, y que al año siguiente repetiría con Disney dando voz a uno de los cuervos de Dumbo. Lo curioso de Pinocho fue que al principio cosechó una mala recaudación, maquillada sólo por el éxito de su música -logró el Oscar a la Mejor Canción y también triunfó como la Mejor Banda Sonora-: y es que la cinta no llegaría a arrojar beneficios hasta su reedición en 1945.

Pero el sueño terminaría de hacerse realidad a partir de la década de los cincuenta, época en la que Disney comenzó a utilizar "When you Wish upon a Star" para todos sus proyectos, tanto en los altavoces de sus instalaciones de ocio, como al inicio de cada una de sus películas: sí, cada vez que se dibuja en la pantalla el castillo de Disneyworld, lo que escuchan es el arranque de esta canción. Hora de que se apaguen las luces, y el proyector comience a bombear imágenes a veinticuatro sueños por segundo.

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