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Dedicado a la copla

El disco póstumo de Paco de Lucía

Antes de morir, el artista terminó el que será su grabación póstuma, dedicada a la copla.

Antes de morir, el artista terminó el que será su grabación póstuma, dedicada a la copla.
Paco de Lucía | Cordon Press

Los últimos días de la vida de Paco de Lucía, amén de disfrutar de su familia en el paradisíaco y tranquilo paraje de la playa del Carmen, en Cancún, en México, los invirtió en completar la que ya será su grabación póstuma, dedicada a la copla. Disponía de un estudio casero, y allí es donde fue urdiendo la interpretación de esas canciones con su guitarra. Mantenía Paco que, siendo conocidas como canciones españolas, dadas las divergencias que en la actualidad se suceden con los nacionalistas que pretenden la secesión y se enfrentan a todo lo español, decidiría posiblemente titularlas en la portada como andaluzas. Que en realidad así se han denominado desde hace más de siete décadas. Aunque popularmente sean llamadas coplas, una acepción poética que no comparten algunos estudiosos. Pero ya es tarde para pretender erradicar ese término.

No era el artista algecireño partidario de airear sus proyectos, por lo que se sabe poco de este último. Que tendrá, al parecer, una colaboración especial de Estrella Morente (con quien ya Paco interpretó "Seguiriyas de la verdad" en el último disco de la granadina, "Autorretrato"). Se dice que también hizo un trabajo al alimón con Parrita, cantaor al que pese a su magnífica voz y estilo no se le han reconocido sus méritos. Del repertorio de este disco postrero del genial guitarrista se han filtrado dos títulos: "María de la O", por bulerías, y otra zambra, "¡Ay, pena, penita!", adaptada por soleá. Nada más sabemos del resto. Pero se barrunta que tendrá un contenido cuidadosamente seleccionado, con una ejecución tan personal como respetuosa con las piezas originales. Porque Paco admiraba a los grandes autores del género: Manuel López-Quiroga, Juan Solano, y una larga lista de músicos que dieron lustre a una música popular que forma parte de nuestra cultura.

La discografía de Paco de Lucía recogida en una edición, "Integral", se compone de veintiséis discos compactos. Espaciaba sus grabaciones. Componer algo nuevo, diferente, le llevaba tiempo. Y nunca parecía conforme con los resultados. Por él, sólo habría grabado un disco en su vida, de tanto darle vueltas a cada uno. El último data de hace diez años, "Cositas buenas", en donde se atrevió a cantar. No era ese su campo, pero le encantaba cantiñear con los amigos, sabiendo como es natural que nunca podría competir con Camarón (ni éste con Paco cuando rasgaba las notas de una guitarra).

Paco de Lucía llevó la guitarra flamenca de concierto a las más altas cotas de su tiempo. Y se permitió coquetear con el jazz afroamericano, sin dejar nunca de ser flamenco. Pero la copla le fascinaba. Y así, repasando su discografía, que guardamos como un tesoro, datamos en 1965 , en sus inicios, el elepé "12 éxitos para 2 guitarras flamencas", que registró con su colega Ricardo Modrego, siguiendo la pauta que habían marcado años antes en Nueva York "Sabicas" y Mario Escudero, donde, arropados por instrumentos de percusión, palillos, palmas y zapateados con el grupo Los 7 de Andalucía, estaban sus maravillosas versiones de "Ojos verdes", "A tu vera", "La luna y el toro", "La Niña de Puerta Oscura", "La cárcel de oro", “No me digas que no”, “El emigrante”…

También en el mismo año apareció el álbum "12 canciones de García Lorca para guitarra", asimismo con Modrego, que recogía los míticos títulos que estrenara en 1931 la legendaria Encarnación López Júlvez "La Argentinita" acompañada al piano por el mismísimo poeta de Fuente Vaqueros, que había armonizado aquellas bellísimas piezas populares: "Zorongo gitano", "Sevillanas del siglo XVIII", "Anda jaleo", “Los cuatro muleros”, “Café de Chinitas”, “Los pelegrinitos”, “El Vito”… Un tercer volumen editado en 1967, “Canciones andaluzas para 2 guitarras” reunía a Paco de Lucía y a su hermano mayor, el desaparecido Ramón de Algeciras, con quien tanto ensayara aquel siendo niño: "Los piconeros", "Pepa Bandera", "El inclusero", "Limosna de amores", "Te lo juro yo"… Y en otro disco recordamos las sevillanas "Por lo mudable", aquellas corraleras que bordaba La Niña de los Peines. El listado de todas esas coplas nos traen inevitablemente a la memoria lo mejor de Quintero, León, Quiroga, Valverde, Mostazo, Serrapí, Guerrero, Castellanos… Y las voces, claro, de quienes las interpretaron: Concha Piquer, Estrellita Castro, Imperio Argentina, Juanita Reina, Marifé de Triana, Juanito Valderrama, Lola Flores…

Paco de Lucía, antes de convertirse en concertista de guitarra, estuvo muchos años en "tablaos" flamencos, en teatros, en giras por todo el mundo, época en la que acompañó con su guitarra a grandes figuras como el antes mentado Juanito Valderrama. El prestigio mundial que alcanzó, poco a poco tras su espectacular rumba "Entre dos aguas", en 1973, no le hizo olvidar aquellas coplas andaluzas de su juventud, esas que ahora, cuando le esperaba la muerte, volvió a recordar en aguas del Caribe, sin dejar de acordarse de España, y que constituirán su testamento musical cuando aparezca su disco, cuya fecha de momento se ignora.

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