Los restos mortales de Paco de Lucía, fallecido el martes en Cancún (México) a los 66 años de un infarto, ya están en España. Tras su llegada en un vuelo procedente de Nueva Jersey, el féretro fue trasladado al Auditorio Nacional de Madrid.
La cola para despedir a Paco de Lucía se formó en los alrededores del Auditorio Nacional en torno a las ocho de la mañana. Además de numerosos admiradores, ya se han despedido de él el príncipe Felipe, el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, o cantantes como Antonio Carmona y Caco Senante.
Encabezaba la cola un señor que vendía claveles rojos y blancos a un euro. Otro caballero, llamado José López, cantaba una saeta: "Camino del cielo va, / la guitarra enmudeció, / se volverán a juntar / de Lucía y Camarón". Los periodistas alrededor aplaudieron. En esto llegó la primera 'celebrity', la cantante Massiel, enfundada en un abrigo de piel y gafas de luto: "Ha sido tan de repente... no lo podemos asimilar". A la cantante se le pegó Antonio García, un armonicista anciano que quiso homenajear a Paco de Lucía tocando una melodía para la ocasión.
También compareció ante los medios la cantante María Vargas, quien contó que la última vez que vio a Paco de Lucía fue en una fiesta familiar, y Capi, representante de Alejandro Sanz. Por su parte, Josemi Carmona acudía al Auditorio Nacional acompañado de Pepe Habichuela. El ex de Ketama hablaba así del guitarrista fallecido: "Era nuestro ídolo, uno de los artistas más grandes que ha dado la Historia, a la altura de Beethoven y de Dalí". También llegaban, silentes, Ana Belén y Víctor Manuel, mientras el canario Caco Senante declaraba que Paco de Lucía "lo dijo todo con la guitarra". "¡Era tan grande!", añadía.
A eso de la una se abría el Auditorio Nacional para el acceso de los periodistas. A las dos y cinco de la tarde -con más de una hora de retraso-, llegó el Príncipe Felipe, quien accedió a la Sala Sinfónica, donde reposan los restos del guitarrista, acompañado de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y de la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes. Esta última dijo que venía "a dar el pésame a la familia en nombre de los madrileños", y definió a Paco de Lucía "como una figura grandísima de la música". También acudió el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
Por su parte, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, acudía al lugar a eso de las tres del mediodía, siendo recibido por la multitud que aguardaba fuera con una sonora pitada. El titular de Cultura venía a dar "un último homenaje a una personalidad irrepetible", destacando "el inmenso cariño que la gente procesa a este compositor, intérprete, virtuso y maestro". "Todos los que nos dedicamos a la Cultura tenemos muchísimo que agradecerle y preservar su memoria".
En el interior del Auditorio, el féretro de Paco de Lucía, siempre acompañado por sus familiares, estaba cubierto con una bandera de España y otra de Andalucía. Además, una foto en blanco y negro de grandes proporciones se encontraba al lado del ataúd.
La despedida en Algeciras
La familia se trasladará a continuación a Algeciras (Cádiz), donde se ha organizado otro en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Algeciras, que se abrirá en cuanto llegue el féretro, a partir de primera hora de la madrugada.
El duelo permanecerá en el interior de la Casa Consistorial hasta las 12:30 horas de la mañana del sábado, 1 de marzo.
A mediodía del sábado se celebrará el funeral por el artista en la iglesia mayor de Nuestra Señora de la Palma, patrona de la ciudad de Algeciras, y de allí partirá la comitiva fúnebre hasta el cementerio antiguo de la ciudad, en el que Paco de Lucía recibirá cristiana sepultura "en la más estricta intimidad", por deseo de la familia.