Cuando se han cumplido tres años de la inesperada muerte de Enrique Morente, el 13 de diciembre de 2010, tras una intervención quirúrgica en una clínica madrileña, comienza esta semana un exhaustivo ciclo de actos en su memoria. Por el número e importancia de sus participantes suponen un acontecimiento artístico y cultural, a priori. No recordamos homenajes de esa naturaleza a ningún otro cantaor contemporáneo, lo que evidencia la personalidad del llorado artista granadino, considerado no sólo un defensor de la pureza del flamenco sino impulsor asimismo de acercar el cante jondo a otros géneros como el pop de Lagartija Nick y Los Planetas, con quienes colaboró discográficamente.
Rito y geografía del cante - Enrique Morente
El madrileño Circo de Price, situado en el barrio de Embajadores, será la primera cita de esos multitudinarios homenajes, con el título "Morente más Morente", entre este viernes 17 de enero y el domingo 19, con la intervención de grandes figuras, como José Mercé, Miguel Poveda, Carmen Linares, Arcángel, Tomatito… Intervendrán algunos de sus familiares: el guitarrista Montoyita y el cantaor Antonio Carbonell. Y suponemos, aunque no estén anunciados, que también lo harán su viuda, Aurora Carbonell y su hijos Estrella, José Enrique y Soleá. El veinte de febrero en la madrileña sala La Riviera, artistas del pop-rock y el nuevo flamenco se unirán para rendir su tributo, entre quienes se cuentan: Eva Amaral, Jorge Drexler, Jorge Pardo, Loquillo, Raimundo Amador, Antonio Carmona, Santiago Auserón… Y ya el día 24 de febrero el teatro Español albergará a nombres reconocidos de nuestra escena (José Sacristán, Nicolás Dueñas y la sobrina de Federico García Lorca, Laura) junto a varios músicos, destacando Gerardo Núñez, con poemas, textos y fondo de notas de guitarra. El colofón será al día siguiente en el mismo escenario, donde se darán cita Estrella Morente, Joaquín Sabina y el gran actor Juan Diego. Y en el salón de té del teatro Español se ofrecerá la muestra "La Aurora de Morente", con obras de arte (dibujos, pinturas) de la viuda de Enrique. Y asimismo una exposición de fotografías del maestro del cante.
Citada Aurora Carbonell, de ella es la portada del disco póstumo de su llorado esposo: trazos de unos ojos y el apellido Morente en color blanco; grabación que recoge el último concierto de Enrique Morente, celebrado el 24 de septiembre en el barcelonés teatro del Liceo. Documento sonoro emocionante a base de tangos, caña, soleá, malagueñas de Chacón y La Trini, tientos, bulerías, seguiriyas, alegrías… El cierre, como una negra premonición, es una ronda de tonás y tango dedicado a Nelson Mandela.
La familia de Enrique Morente lleva tres años aguantando el dolor por su pérdida. Sabido es que elevaron una demanda contra la clínica y el cuadro médico que intervino quirúrgicamente al cantaor. Con fecha 13 de diciembre de 2013 la Audiencia Provincial de Madrid desestimó los recursos interpuestos por los deudos del maestro y la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias. Murió a punto de cumplir 68 años de un cáncer de esófago. El proceso judicial ha durado tres años. Y no hubo "mala praxis" según esa resolución, en la que consta que en la Clínica La Luz se hizo todo lo posible por salvar su vida.
Lo que no podremos olvidar nunca es la figura, la voz impresionante de aquel genio del cante. Ni las patéticas imágenes de su hija Estrella abrazando el féretro, mientras entonaba con su dolorida garganta la "Habanera imposible", de Carlos Cano, y el poema de Lorca "El llanto de la guitarra".