Menú

Malú, la que más vende del pop español

La artista española lleva 16 años en la música y ostenta el récord de dos millones de discos.

La artista española lleva 16 años en la música y ostenta el récord de dos millones de discos.
Malú | Cordon Press

Si Pablo Alborán encabeza el liderazgo del pop masculino español, el femenino tiene a Malú como máxima vendedora femenina de discos en los últimos meses, gracias a su último trabajo, "", en cuya portada se nos muestra irresistiblemente atractiva, acurrucada, en posición fetal, desnuda, en actitud soñadora en la orilla de una playa. Es una fotografía imaginativa y sensual, que rompe probablemente con las imágenes habituales de las artistas del pop-rock, por lo común con gestos desafiantes, retadoras. Ese es un documento gráfico de suave erotismo que no creo escandalice ya a nadie, y es un reclamo realizado cuidadosamente, con buen gusto. No siempre se cuidan esos envoltorios.

Portada de Sí, de Malú

Llega Malú a 2014 con ese álbum, el noveno de su espectacular carrera, que alcanza los dieciséis años ininterrumpidos, tiempo durante el cual ha superado la cifra de dos millones de copias vendidas de una discografía a base de baladas pop, con toques funky y soul. Nunca se ha atrevido a grabar nada de flamenco: por pudor, por respeto a sus ancestros. Hija de Pepe de Lucía, cantaor de relieve, quizá no justamente valorado, y compositor, y de Pepi Benítez, una de las componentes de aquel cuarteto femenino de flamenco-pop llamado Arena Caliente, y sobrina de Paco de Lucía, quien siempre la ha aconsejado prudentemente que vaya con tiento por este proceloso mundo del espectáculo, sin que se le suba a la cabeza esa veleidosa y traicionera popularidad. Sus padres, separados ya hace bastantes años, han vigilado la carrera de María Lucía, a la que desde recién nacida el 15 de marzo de 1982 llamaron familiarmente Malú.

Se crió en un ambiente artístico entre sones de guitarra y jipíos flamencos. La llevaron a un buen colegio bilingüe, que le permite defenderse en inglés. Pero no era buena estudiante y, aprovechando que en una de tantas fiestas caseras donde cantaba, bailaba y tocaba la guitarra, a los dieciséis años, un productor discográfico le propuso la posibilidad de grabar su primer disco, ella sólo respondió que, si eso significaba hacer "pellas" y "pasar" de clases y exámenes, estaba decidida a ser artista profesional. Sus padres fueron comprensivos. Y ella se encontró con que un amigo de la casa, Alejandro Sanz, se convertía en su padrino artístico, proporcionándole dos estrenos con los que aquella inicial grabación, "Aprendiz", la convirtió en la gran esperanza del pop de finales de los 90. El disco se vendió muy bien. Desde entonces, Malú no ha parado.

Su voz suena como un desgarro. Ella es puro nervio, muy visceral, aunque en la intimidad reconozca atisbos de timidez, y así quiere transmitir el mensaje de sus canciones, la mayoría de argumentos sentimentales como suele ocurrir. Apasionada, dice que canta con el alma y el corazón y se entrega en el escenario con toda la fuerza vocal de que dispone y un potente sonido en sus últimas canciones. La apoya una banda de la que forma parte su hermano José Luis, un eficaz guitarrista. El pasado 8 de noviembre llenó el aforo disponible para estos eventos musicales del madrileño Palacio de los Deportes –diecisiete mil espectadores- y poco después también el Palau Sant Jordi, en Barcelona. Ya no llora como en aquel lejano debut en Sevilla, cuando se refugió en un rincón, entre la emoción y el miedo. Sabe pisar un escenario dominando cualquier eventualidad.

Prácticamente no ha disfrutado de sus últimos años de adolescencia. Se sabe poco de su vida privada. Únicamente que lo que más le gusta es ocuparse de los animales: tiene varios perros y un gato, que cuida con mimo. Ha recogido más de uno extraviado por la calle, y pertenece a una sociedad que vela por ellos. Moderadamente coqueta. En tiempos se teñía los cabellos de rubio. Por el aspecto de su rostro está acostumbrada desde jovencita a parecer mayor de lo que en verdad reza en su carné de identidad. Dentro de dos meses justos cumplirá treinta y dos inviernos. Ha aumentado su notoriedad desde que hace un par de temporadas entró a formar parte, como "coach", del programa "La Voz", de Telecinco. Por defender a su candidato, no hace mucho protagonizó ante las cámaras una sonada bronca con su colega David Bisbal. Y es que a veces le pierde un poco ese genio que no consigue controlar.

Es muy constante en su trabajo. Sincera. A veces le salen de dentro frases que pudieran perjudicarla, como ésta: "No me explico mi éxito". Es la confesión de la artista que huye de la vanidad. Sus compañeros la quieren y la respetan y así, se ha convertido en una de las que más duetos ha grabado entre las jóvenes de su generación, con artistas como Rocío Jurado, Miguel Bosé, Bisbal, David de María, Antonio Orozco… Tiene canciones que corean sus "fans" y que reclaman en sus actuaciones ("Ahora tú", "A esto le llamas amor", "Toda"…). Por el momento, la que más suena de su último álbum es "A prueba de ti", que se grabó en unos estudios mexicanos. De ese trabajo, los autores de la decena de títulos pertenecen a un equipo de su productora. En estos tiempos donde se venden tan pocos discos, ella ha superado la cantidad de treinta y seis mil copias del mencionado Cd "Sí". Así es que, guste más a unos que a otros, como números cantan, lo que no puede eludirse es que ella es,hoy por hoy, la reina del pop nacional.

Temas

En Cultura

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura