Este viernes, 13 de diciembre, una de nuestras más grandes damas del espectáculo, Nati Mistral, cumple 85 años. Vino al mundo en 1928 en la madrileña calle del Águila. "Cerquita de donde nació San Isidro", explica ella. Nos vimos este último martes en una pizzería cercana a su domicilio, en los aledaños del estadio Santiago Bernabéu. "Yo no me retiro. Cantaré hasta que dejen de contratarme. Este verano estuve actuando en Miami, acompañada por el pianista cubano AlfredoMunar. Con un público muy receptivo con mis canciones, compuesto por cubanos, puertorriqueños… De Argentina me requieren de vez en cuando. Pero, claro, a estas alturas de mi vida, yo no puedo dejar "así porque sí" mi casa. Me encuentro divinamente a mi edad, conservo la voz, aunque no es lo mismo si me llaman para actuar en Madrid como el otro día, en el Casino Militar, que si me piden que vaya a sitios más lejos… Lo que no voy a hacer es lo de otros: anunciar que van a decir adiós y tratan de recorrer toda España despidiéndose del público. No, eso no lo voy a hacer, no estoy para esas aventuras… Tengo para vivir, no soy millonaria mas nada me falta. Luego canto donde quiero… cuando me llaman. De teatro me han ofrecido una función: de sólo dos personajes. Claro, el texto es abundante. Y he dicho que no, porque tampoco me voy a aprender un libreto larguísimo".
En otros países donde la cultura está mejor considerada que en España una actriz-cantante de la categoría de Nati Mistral sería objeto de un trato deferente por parte de los empresarios y las instituciones oficiales. Pero, aquí, parece que los honores únicamente son para los deportistas de élite. "Y además –me dice, un punto socarrona- yo soy de derechas de toda la vida. Y eso, o está mal visto o cuando gobierna el partido al que voto no nos hacen ni caso a los que no somos rojeras".
Cuando Pablo Picasso celebró su ochenta cumpleaños en su residencia de la Costa Azul, Nati Mistral formó parte de la expedición española que viajó para celebrar la efeméride. Y el genio malagueño, sin dejar de mirarla con aquellos ojos que taladraban, la piropeó así: "Si tuviera la mitad de los años que tengo ¡me casaría contigo!". Con quien sí estuvo a punto de matrimoniar en 1950 fue con Tony Leblanc. Ya estaban listas las amonestaciones; las invitaciones a punto de cursarse y hasta recibidos algunos presentes… cuando ella se echó atrás al comprobar que su novio la engañaba. Representaban por entonces La maravilla errante, espectáculo de Quintero, León y Quiroga, con la compañía de Manolo Caracol y su hija, Luisa Ortega. "Tony Leblanc siempre os decía a los periodistas que nació en una sala de tapices del Museo del Prado y no se cansaba de repetirlo miles de veces… Pero la verdad es que nació como todo el mundo entonces, en su casa, en la calle de Zurita, junto a la de Lope de Vega. Cuando Tony fue a vivir a una caseta paredaña al Museo, porque su padre trabajaba allí de bedel, tenía quince años… Así es que, fíjate lo que decía, no sé por qué, por manías de grandeza, por darse importancia".
No es el caso de ella. Nati es sencillez y señorío al mismo tiempo. Sinceridad. "Nunca me he quitado años. Siempre he dicho la verdad. Y no como tantas otras, muy conocidas, que concurrían al despacho de un prestigioso abogado… que "les quitaba" en su documentación varios años de un plumazo". Si Nati contara tanto como sabe y ha vivido… Pero descarta tajantemente publicar sus memorias. Guarda para sí siete décadas de vida artística. "Mi primer disco fue "Canción de ropa blanca", un fado, con el que gané un concurso de noveles en Radio Madrid". Eso fue mediada la década de los 40. Como curiosidad, entonces se anunciaba con su verdadero nombre, Natividad Macho. Muy poco después, tras desechar las sugerencias del maestro Quiroga y el letrista de coplas, -el mejor-, gran poeta, Rafael de León que pretendían fuera "Nati Sevilla", o "Nati Córdoba", optaría por elegir el sobrenombre de Nati Mistral en razón a que por aquellas calendas la poetisa Gabriela Mistral alcanzara el premio Nobel.
Con los años nuestra protagonista debutó en el cine y aunque obtuvo positivas críticas, sería en el teatro y en la canción donde pudo desplegar su inmenso talento. En esa segunda faceta ha demostrado su versatilidad en la comedia musical, la zarzuela, la revista, y en sus discos y presentaciones personales a través de géneros tan diversos como el bolero, la copla, la balada, la canción folclórica hispanoamericana… Sus recitados son también fantásticos. De su voz han brotado los mejores versos de poetas de nuestro Siglo de Oro hasta época contemporánea.
Su último trabajo discográfico se titula "Nati Mistral en el arte". Producido por Agustin Maruri Machado (celebrado guitarrista) reúne en sus dos compactos cuarenta y un títulos. Selección cuidadísima, con el acompañamiento de Los Gemelos, en la que abundan creaciones de Chabuca Granda ("Fina estampa", "Amarraditos", "La flor de la canela") y temas clásicos y populares de Carlos Gardel ("Melodía de arrabal"), Atahualpa Yupanki ("Piedra y camino", "Guitarra, dímelo tú"), José Alfredo Jiménez ("Amanecí en tus brazos")…Amén de otros números antológicos de zarzuelas madrileñas, de Chueca y Moreno Torroba, algunos boleros, recitados… Recopilación de pasados, añejos éxitos de nuestra excelsa intérprete, que guapa, en perfectas condiciones físicas, quiere seguir en activo. Es un placer escucharla y recomiendo vivamente dicha grabación a quienes gusten de esos estilos y sean sensibles a la belleza de su voz.