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Extremoduro y 'Para todos los públicos': por qué siguen siendo los mejores

Robe Iniesta, Uoho, Miguel y Cantera adelantaron el lanzamiento de su último trabajo tras filtrarse el miércoles en Internet. Habrá gira en 2014.

La exclusiva de que Extremoduro estaba grabando un nuevo disco no la publicó ninguna de las grandes revistas o emisoras musicales especializadas, estilo Rolling Stone o Radio 3. Supimos por primera vez que la banda de Robe Iniesta estaba "grabando tomas" en abril de 2012, gracias a los compañeros de Almansa Uno Radio. Los compañeros de la emisora local del municipio albaceteño tuvieron el mérito de conseguir un -casi- imposible: entrevistar a uno de los miembros del grupo, a su guitarrista solista, el genial Iñaki Uoho Antón, quien confirmó que estaban preparando canciones nuevas y quien adelantó que, ese mismo año, saldrían de gira -bautizada como "Robando perchas del hotel", concepto extraído de una columna de Millás.

En febrero de este año, en la sección "Fecha prevista para lanzamiento" de la web de la Fnac, pudimos leer la palabra "Extremoduro" junto a la fecha "30 de abril". Llegó el día, y no hubo noticias -ni mucho menos, disco-. El silencio se mantuvo hasta primeros de noviembre, donde se informó de: 1) que el nuevo disco se llamaría Para todos los públicos y que vería la luz el 19 de noviembre de 2013, y 2) que habrá gira en 2014. El 18 de octubre, la página de Facebook del grupo anunciaba una "sorpresa" en su web oficial. La sorpresa era doble: nos encontrábamos con la portada del disco, oscura y atómica, y con el single "¡Qué borde era mi valle!".

La semana pasada, Extremoduro se encontró con un desagradable imprevisto: el miércoles, 'alguien' filtró Para todos los públicos por internet. En unas pocas horas se produjo una descarga masiva del último trabajo de la banda. Así, decidieron adelantar el lanzamiento del disco al pasado viernes. "Por exigencias del guión, la salida del disco Para todos los públicos se ha adelantado a hoy, viernes 8 de noviembre... Gajes de este oficio", escribieron en su web.

Ocho canciones y un diálogo

Extremoduro sigue en sus trece en Para todos los públicos, presentando ocho grandes canciones con letras que calan, masajean o abofetean, según, y melodías envolventes, hipnóticas y violentas. Como diría Miguel Hernández -al que Robe parafrasea en "Locura transitoria", de este disco, y en "Prometeo", de Agila-, estamos ante "un carnívoro cuchillo de ala dulce y homicida". Por otro lado, señalar que pocos grupos/solistas son capaces de emocionar haciendo referencia al "chichi" o a la "picha", y la banda de Robe siempre lo hace, con el talento sobrado para hacer de lo soez un arte.

El disco abre con "Locura transitoria" -quizás, una de las letras más elaboradas de Robe Iniesta no solo ya en este LP, sino en toda su carrera-. El tema parece un hijo pródigo resumido de La ley innata. "Ahora que ya no entiendo nada / y no me funciona un hemisferio, / quiero saber si entre tus bragas / está la clave del misterio. (…) Sufro locura transitoria. / Bajo a la Tierra y cruzo / la línea divisoria / que separa en esta historia / la locura y la razón". El violín de Ara Malikian acompaña la voz y la guitarra rítmica al comienzo de una canción en la que, tras un interludio tropical, irrumpe un potente -y típico- arreón guitarrero: "¿Qué hace esta cabra / fuera del rebaño? / Vamos a tirarla / desde el campanario".

Continúa Para todos los públicos con "Entre interiores", un blues puro y seco, en el que choca encontrarse a Robe cantando en un lugar como más de Tom Waits. "Y yo para qué las quiero, / las cuatro estaciones, / si todo lo que sueño / está entre interiores". Uoho se gusta en el solo, y cuando el guitarrista de Extremoduro se gusta sobran los adjetivos. Baste con decir que es inigualable.

La tercera es "¡Qué borde era mi valle!", quizá la canción más potente de todo el disco y la que más recuerda a los primeros trabajos de Extremoduro -eso sí, con una elaboración musical mucho más avanzada-. Es el tema más punkarro y más memorizable -quizás, por ello la escogieron como single-. El solo final huele a Led Zeppelin.

En "Poema sobrecogido", Robe emprende un viaje particular -otro más- por los caminos de la locura, la razón, la consciencia, la realidad, etcétera, desde una plataforma flamencoide. Le sigue "Manué IV", que no es ninguna canción, sino un diálogo entre dos personajes típicos de los discos de Extremoduro -aparecen en Agila ("Me estoy quitando"), en Canciones prohibidas ("Villancico del rey de Extremadura") y en Yo, minoría absoluta ("La vieja").

"Mama" es un funk-rock bastante previsible. Quizás sea la canción más floja de todo el disco en el sentido de que temas como este hay en la obra de Extremoduro a punta de pala y -nobleza obliga a decir que- bastante mejores. "Mama, ya he mamado", repite el estribillo. Su mejor virtud: la parte de las percusiones. Le sigue, casi empalmando, "Mi voluntad" -cuyo ritmo recuerda a "Enemigo", de Canciones prohibidas-. Rápida, potente, efectiva. En los conciertos, el público saltará y se chocará hombro contra hombro. Ver a Cantera tocar la batería en esta canción será un espectáculo. "Quiero ser como una mula, / terco, es mi más pura voluntad. / Mi voluntad", dice el estribillo.

"Pequeño rock & roll endémico" es un blues de trasfondo triste que transmite buen rollo. Nunca se notó tanto que Uoho fue miembro de Platero y tú. Es, quizás, la canción más 'popera' del trabajo -cosa que no quiere decir que sea mala-. Robe evita que sea cursi cuando canta: "Me contesta con mala cara: / -Cacas de paloma que hay en mi ventana".

Para todos los públicos finaliza a lo grande con "El camino de las utopías", una canción que tiene todas las características para ser fija en los próximos directos -incluso, para cerrarlos- y que ya utilizaron en la gira "Robando perchas para el hotel" -curiosamente, para abrir sus conciertos-. La primera vez que la pudimos oír fue en abril de 2009, en un acto de la fundación Pájaro Azul:

El grupo le ha dado un nuevo aire a "El camino de las utopías", adelantando el arranque de la batería y, con ello, dándole más consistencia a la melodía. La canción es un tesoro, una de las mejores creaciones en toda la obra de Extremoduro. Robe busca "una respuesta que lleva el viento" -referencia directa al "Blowin' in the wind" de Bob Dylan- y, para ello, pasa de la Virgen María y de las ideologías, perdiendo la conciencia social, sin agarradero, "abandonado en esta ausencia global". Pocos grupos son capaces de hacer productos tan redondos. Pese a las filtraciones de Internet, tienen la bendita desfachatez de no necesitar publicidad para convertirse en superventas y, lo más importante, en un grupo de referencia para miles de seguidores. Por algo, no son pocos los que opinan que son la mejor banda de rock que hay en España.

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