Era de esperar, pero no por ello ha sido menos doloroso el batacazo que se ha pegado El sueño de Morfeo en la edición del festival de Eurovisión de 2013, celebrada en Malmö (Suecia). Una edición que brilló por su espectacularidad, su colorido, varias interpretaciones más que salvables, el atractivo de sus cantantes y, cosa rara en los últimos años, ningún participante estrambótico.
El representante de España, con un toque folk y sonidos celtas que no han gustado a casi nadie a tenor de los resultados, tan solo ha logrado ocho puntos, seis de Albania y dos de Italia, terminando de esa manera en la penúltima posición. Exactamente la misma que consiguió Soraya en 2008, aunque en aquella ocasión la cantante extremeña obtuvo 23 puntos. Y es que sólo la pobre actuación de Irlanda -5 puntos- ha permitido que los nuestros no terminaran en lo más bajo.
Lo cierto es que a Raquel del Rosario, tan sensual y con una de las mejores voces del panorama femenino español, no le favoreció ni la elección del tema -cualquiera de su repertorio como grupo le hubiera funcionado mejor- ni los nervios, que le quebraron la voz en las primeras notas. Seguro que más de uno pensó en una aparición salvadora de Jimmy Jump.
"Lo importante es participar", comentó la banda española poco después de terminar el concurso. Una frase que se está convirtiendo en una constante en nuestros representantes en los últimos años. Pero a los tres se les pudo ver en la cara la decepción por un puesto que no imaginaban ni en la peor de sus pesadillas. Ni siquiera sirvió que Fernando Alonso pidiera el voto para los nuestros a través de su Twitter.
El sueño se cumplió para Dinamarca, a la que todos daban por vencedora antes de comenzar el certámen. Y es que la belleza, la voz, y el espectáculo formado por Emmelie de Forest, tataranieta de la Reina Victoria de Inglaterra, y su Sólo lágrimas terminaron de conquistar a los que aún faltaban por convencerse. Porque la danesa fue, como era de esperar, la mejor actuación de la noche, con la canción más festivalera -que son las que siempre ganan- capaz de gustar a todo el público.
En segunda posición quedó la sorprendente Azerbayán, a la que nadie incluía en las quinielas, y cuyo buenrollismo triunfó más de lo esperado, mientras que la tercera fue la portentosa actuación de Ucrania, una de las mejores voces de Eurovisión 2013.
En buena zona quedaron los griegos y su alegato por el "alcohol gratis", sextos, mandando un claro mensaje: estamos muy fastidiados, pero podemos ser felices, la espectacular noruega Margaret Berger, cuarta, o Marco Mengoni, finalmente séptimo, tan distinto a los demás, tan igual a todos los italianos.
Las decepciones, además de la española, las protagonizaron Bonnie Tyler, que terminó 23 puntos, pensando seguramente que en qué momento había aceptado meterse en ese fregado, y Finlandia, una de las grandes favoritas, pero cuyo sorprendente y polémico beso final pudo terminar pasándole factura.