Prometí contarles más cosas sobre la efeméride del pop español en su medio siglo de existencia. Todo ello al hilo de un acto celebrado recientemente en uno de los salones del Ministerio de Cultura, en la madrileña Plaza del Rey, cerca de la Gran Vía. ¿Por qué allí? Muy sencillo: en esa sede estuvo hasta mediados los pasados años 70 el Circo de Price, donde el domingo 18 de noviembre de 1962 tuvo lugar el primero de los Festivales de Música Moderna; es decir, el punto de arranque de lo que luego se llamó pop, el nacimiento de una nueva música que iba a revolucionar a la juventud.
Con un ritmo que nos llegaba desde los Estados Unidos, el rock and roll. Y, más o menos, en ese salón del mencionado Ministerio se encontraba entonces la pista circense habilitada como escenario por el que desfilaron en tan histórica fecha aquellos pioneros que respondían a estos nombres, entre otros: Los Pekenikes, Micky y Los Tonys, Los Estudiantes, Los Relámpagos... En posteriores matinales hicieron las delicias del encendido público juvenil, Miguel Ríos (al que su casa de discos impuso el sobrenombre de Mike Ríos, "que era más comercial"), Los Sonor, Los Gatos Negros, Albert y Richard (el primero acabaría luego triunfando como Albert Hammond), Los Jets, Los Continentales, Los Diablos Rojos, Los Diablos Negros, Los Flaps... Y dos extranjeros: el italiano Ennio Sangiusto, que cantaba Quinientas millas y Chariot y el francés Robert Jeantal, aquel que popularizó En la cruz de tu mano.
Para recordar aquella "Leyenda del Price" acudieron algunos supervivientes de aquella aventura, como Miguel Ángel Carreño (Micky), ya en la frontera de las setenta "castañas" en su carné de identidad, delgado como fue siempre, que no ha dejado de cantar rock. Y con él, Tony Luz, legendario guitarrista de Los Pekenikes, que tiene grupo propio, Los Silvertones, quienes nos hicieron pasar una hora feliz con versiones de añejas piezas del mejor rock and roll. Tomó la palabra Miguel Ángel Nieto, ahora ya jubilado de su última dedicación: profesor universitario. Fue el primer locutor que tuvo Antena 3. Y quien presentaba aquellas matinales del Price cuando era un jovencito imberbe, aficionado a la música moderna desde que veía ensayar en su propia casa a los primerizos Pekenikes (de los que formaba parte su hermano, Pepe Nieto, batería precoz, con el tiempo uno de nuestros mejores compositores). Los citados, evocaron aquellos Festivales de Música Moderna, a los que acudían millar y medio de jóvenes que, desde sus butacas, batían palmas y únicamente se levantaban de los asientos para mover sus cuerpos al compás de la nueva música y las primeras guitarras. Ni alborotaban, ni creaban escándalo. Pero el diario Pueblo, que editaban los Sindicatos, insertó un texto criticando aquellos conciertos. Y, para colmo, el actor Adolfo Marsillach (por lo que se ve, entonces muy alejado de sus posteriores posturas ideológicas) publicó un artículo titulado "Rebeldes sin causa". Tres semanas después las autoridades gubernativas suspendían la celebración de esos Festivales. Habían durado sólo dieciséis meses, hasta el 17 de febrero de 1964. Un total de quince matinales. Fueron la semilla, con el tiempo, del pop de hoy, con todas las modas y derivaciones musicales que se quieran. Todo partiendo del rock and roll, del rhythm and blues, del soul, del folk, del country, de la balada... y un largo etcétera, claro. El aldabonazo de una juventud que trataba de romper con la férrea censura de aquellos años, de adaptarse a otras corrientes culturales, cuando la sociedad cambiaba ya a pasos agigantados y aquí..., aquí seguíamos con el paso cambiado y el reloj atrasado.
Las cien mejores canciones de aquella "Leyenda del Price" acaban de reeditarse: Locomotion, Estremécete, Popotitos, Pera madura, Ella te quiere, Hello, Mary Lou, Memphis Tennesse, Chica alborotada... Está el espíritu de Elvis Presley, de Chubby Checker (el inventor del "twist", aquel divertido, electrizante ritmo), de Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Los Beatles... Casi la totalidad de los temas, en español, en versiones de aquellos ídolos. Y a los nombres que citábamos al comienzo de este comentario, únanse aquellos otros, menos conocidos pero entonces también englobados entre los pioneros del pop: Dúo Rúban, The Diamonds Boys, Los Teen Boys, Ontiveros, Dúo Cramer, Lorenzo Valverde, Los H.H... Son tres Cds, reunidos en un estuche que edita Rama Lama. Para nostálgicos, por supuesto, que ya hayan rebasado los 50. Pero también para las nuevas generaciones que quieran conocer aquella maravillosa música que alegraban las vidas de sus padres. O de sus abuelos. En cualquier caso, una joya. No apta para "carcas", ignorantes o "progres" de novedades pasajeras. Han pasado cincuenta años... y esas canciones ya están en la historia. Del mejor pop-rock.
