Uno más
En el penúltimo programa de la temporada hablamos de Machado el sentencioso, de la arquitectura de esta hora según Ll. Moix, de un viaje a Rusia que hizo el señor de los huevos que hablan. Con el autor de Navigatio, que ha dejado a no pocos miembros de La Tropa Feisbuquera con la moscatio detrás de la orejatia. Y con un paisano que, leyendo leyendo, se pasó de parada y acabó en Shanghái (Sanjái, si queréis tiraros el pisto).
Estos son los audios: el de la entrevista y el del programa entero. Disfrutadlos, maldecidlos, convocad con ellos al sueño o pasad el rato.
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Mi y sin embargo Víctor Gago frecuenta estos pagos poco, pero que muy poco. Así que Mahoma y la montaña y habrá que ir y tal, sacarle brillo al abono. Próxima estación: Los Mineros Colgados. Por saber de "Una amiga de lo ajeno":
Ren, el pequeño protagonista de El buen ladrón (primera novela de la señorita Hanna Tinti), no recuerda cómo perdió una mano, poco tiempo después de nacer. Fue abandonado en circunstancias igualmente misteriosas en el orfanato. Tampoco sabe cuál es su verdadero nombre. Sólo sabe que el pijama que llevaba puesto cuando lo dejaron de noche en el torno del convento tenía bordadas en el cuello las iniciales "R. E. N.". Estamos en Nueva Inglaterra, en mitad del siglo XIX.
Si quiere más o empezar por el principio, siga la línea de puntos ...........
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Lecturas: Finalmente fue Kasrílevke, pueblo chico. El día menos pensado La tumba del tejedor.
¡POOOOOLE! Yo no tengo ningún mosqueo por el hecho de que venga el autor de “Navigatio” ni porque diga que le gusta Falcones o Ruiz Zafón. Me pareció muy buena entrevista; y el entrevistado, un señor muy amable. Aunque yo no me voy a leer su libro, quiero creer - no sé si me conozco lo suficiente - que mi decisión no obedece a prejuicios de cultureta sino a tener otras preferencias y poco tiempo. Os animo a traer este tipo de autores cuantas veces os plazca. Esto del niño que no recuerda cómo perdió la mano, enlaza muy bien con episodios como el de Pascual Duarte y el del pobre “Juan el de Juan Pedro” que nos contaba Azorín. ¿Calificaríamos de “tremendista” cierta literatura inglesa o ese epíteto nos lo reservamos para (¿fustigar?) ciertas obras previas y posteriores a la guerra civil española?
Coincido totalmente con Justivir. Ya está bien de mirar por encima del hombro a según qué libros. Naturalmente, cada hijo de vecino tiene sus gustos; yo, por ejemplo, no aguanto a Dan Brown. Me parece un escritor horrible, al margen de que los temas de sus libros no me interesen en absoluto. Pero una cosa es que cada uno tenga sus criterios literarios y estéticos, y otra muy distinta pretender que todo el mundo se rija por nuestros gustos. Hay libros malos, objetivamente malos por su calidad literaria. A porrillo. ¿Hay, por eso, que despreciarlos, o a los que los leen? ¿O creerse superior porque se lee, yo que sé, a Kierkegaard, y la señora que está al lado en el metro está enfrascada en una novela de Danielle Steel o en "Crepúsculo"? Allá cada cual. Seamos un poco más libres, y dejemos que los demás lo sean. Aceptemos sugerencias, escuchemos a los críticos, leamos reseñas...Todo eso nos puede ayudar y orientar para no perder el tiempo, sobre todo si las críticas proceden de gente como nuestro trío LD Librero, pero, al final, la decisión de leer un libro y nuestra opinión sobre el mismo será sólo nuestra. La literatura "de entretenimiento", "de evasión", o como queramos llamarla, es necesaria. En un programa como LD libros hay sitio para todo, como ha demostrado la estupenda entrevista que Carmen y Víctor le han hecho a Javier González. Enhorabuena.
Estaba yo pensando en cosas diversas que se me venían al caletre y me ha surgido una lucecilla, una ocurrencia: la diferencia entre literatura seria (también conocida por algunos como "artesana") y la literatura "de entretenimiento. Creo que es un intersante tema de debate suscitado por el escritor entrevistado en el último programa de "LD Libros"
Siguiendo las indicaciones, procedo a incluir el hilo que mantenemos en facebook. Por cierto, este usuario es anterior al que poseo en el muro, pero como soy una inútil tecnológica, pues no la cambio
Víctor Rodríguez Gago Hola. Ayer escuché al Sr. Vila Matas contar lo siguiente: un día, el médico de Anthony Burguess le dijo que le quedaban dos años de vida. El Sr. Burguess se puso a escribir frenéticamente, obsesionado con dejarle la vida resuelta a su futura viuda. En esos dos años, produjo lo mejor de su obra, entre otras, las excelen ...tes "La naranja mecánica" y "Poder terrenal". De esa época data también su memorable biografía de D.H. Lawrence (esto no lo dijo el Sr. Vila). Cuando venció el plazo concedido por su médico, el Sr. Burguess seguía escribiendo como loco, aunque no había en él el menor indicio de que fuera a morirse. De hecho, vivió bastantes años más y siguió publicando libros, si bien, a mi juicio, de una calidad inferior a los que escribió pensando que se iba a morir. Para el Sr. Vila, se trata del primer caso de un autor póstumo vivo.Yo creo que la lección de esta historia es otra: hay que escribir como si uno fuera a morirse. No sé que pensáis vosotros.
Jose Antonio Galante.Eso de tener la afilada guadaña de la muerte sobre el cuello...debe ser muy inspirador,estoy convencido de ello...;-) LuLú Arias VGRquerido, la respuesta a esa pregunta NO me cabe en un cuadradito de feisbuq! Daré cuenta de ella en 'otro' lugar... Carmen Pulín Coincido más con Víctor. Creo que hay que escribir (y leer, y sentir, y vivir) no ya como si uno fuera a morirse, sino, precisamente, SABIENDO que un día vamos a morir, pero que ahora estamos vivos. Sólo tendremos una oportunidad para mucha ...s cosas: más vale aprovecharla, poniendo pasión e interés en lo que hacemos. Hay veces que uno está a medio gas, pero bueno, aquí estamos y hay que seguir. Sería mejor que nos motivara la vida, más que la muerte, pero, a veces, el miedo, la urgencia, el agobio...nos dan la sacudida que nos hace falta. Víctor Rodríguez Gago. Camen, ¿y no te preocupa coincidir con este seguro servidor? A tus pies. José Antonio Galante la pregunta es¿qúe harias si te dijeran que te queda,por ej.2 ó 3 años de vida?...esa es la clave,ya que lo más importante que todos debemos afrontar es la muerte y cómo llegamos a ella...luego cada uno eligira el atajo o el sendero que más le apetezca...Pablo Dominguez se preparó y alcanzó la cima anhelada...mis disculpas si este rollo,invita a morirse a alguien de hastio,si es asi utilizarlo para huir y vivir,sentir,amar,leer y escribir Carmen Pulín No sólo no me preocupa, sino que me encanta.
Cas Got Creo que hay que hacer todo como si fuera la primera (por lo novedoso) y la última vez (por lo poderlo volver a repetir). Pero cada hecho es distinto en sí mismo aunque lo repitamos, a veces, mecanicamente. No debemos hacer algo porque tal ...vez no podamos hacerlo, sino porque realmente queremos hacerlo. Y en referencia a escribir, ¡que pocos están dotados con ese don!. Ójala pudiese escribir sátiras como Quevedo cuando me siento mordaz, poesía sublime como Antonio Machado cuando necesito distanciarme y volver a mis "Campos de Castilla" o como Jorege Marique cuando habla de la vida y la muerte en sus "Coplas por la muerte de su padre" que en mi infancia recitaba!. Y en cuanto a la prosa...depende del momento. Pero me gustaría poder poner en palabras aquello que es realidad (como la Prosa Victoriana tuya, Víctor) o su reflejo como los molinos que veía don Quijote. Aunque muchos se mueren intentando escribir y se mueren en el intento, tal vez por no poder, ya que es como si te mostraras a los demás, o por no saber, que es en la mayoría de los casos. Ana Richard. Víctor, deberías provocar más veces a esta tropa con tus comentarios. Si le llaman "hilo" a estas series de comentarios, éste debe ser de la mejor seda Justivir Justíviri Pues yo enunciaría la lección de esa historia de otro modo: "hay que ganar dinero como si uno fuera a morirse". Parece que el señor Burgess no se puso a escribir para pasar a la Historia de la literatura ni para dejar sus hermosas composicio ...nes a la posteridad sino para dejarle a su esposa un caudal relicto en buenas condiciones; es decir, que se dedicó con ahínco a escribir porque era la actividad que mejores beneficios podía reportarle, del mismo modo que si hubiera sido corredor de fincas se habría dedicado con frenesí a vender solares o, si hubiera sido el Dioni, a robar furgones blindados.
Carmen Pulín Jejeje, Justivir. En efecto, lo que le motivó fue ganar dinero...pero el caso fue que se esforzó por escribir de miedo, ahí está el quid. Siquiera subconscientemente, seguro que la presunta cercanía de la muerte le hizo sacar lo mejor de sí ... mismo. Tal vez por casualidad (si escribes a destajo y tienes mucho talento, por fuerza en algún momento producirás algo excelente), tal vez por interés monetario (una obra buena se vende mejor que una mala), o por el humano deseo de dejar a la posteridad una gran obra por la que ser recordado. O una combinación de los motivos anteriores. Es como si el Dioni se hubiera esforzado por robar furgones con fruición, pero no cualquier blindado, sino los mejor acorazados, los de los guardias de seguridad más expertos y, desde luego, los que llevaran mayor botín. ;))) Me pregunto, por cierto, si durante esos dos años Burgess se referiría a su mujer como "mi esposa" o "mi viuda". Qué horror. Justivir Justíviri Bueno, bueno, parece entonces que vamos centrando el debate: ¿nos merece buena opinión que Burgess escriba (bien) por dinero? Entonces, ¿por qué muchos critican con saña que Dan Brown, John Grisham, Ken Follett, Zafón o el mismísmo Pérez-Rev ...erte, lo hagan (bien o mal, depende de gustos) por el mismo motivo? Ana Richard Personalmente no critico a Zafón por querer ganar dinero. Yo lo critico por mal escritor. Dumas también escribía folletines populares, o el mismo Pérez-Reverte, y no tiene nada que ver. Las situaciones de presión (como la necesidad de dinero) nos pueden llevar a lograr hazañas.
Carmen Pulín Por lo mismo que se critica a los "especuladores", a los empresarios de éxito, a los deportistas o artistas millonarios. Porque todos buscamos nobleza, desprendimiento y desinterés por el vil metal...en los demás. Según este argumento, toda ... esa gente debería dedicarse al arte por el arte, y dejar lo de ganar pasta a los que no tengan talento para otra cosa. En el caso del desprecio por la literatura superventas, me parece que es una combinación de esnobismo gafapastil, envidia y un poquito de memez. Entre los autores que citas hay de todo: los que me gustan, los que detesto, los que creo que escriben bien y los que no, y según qué obras. Pero ya ves, es más cómodo lo de poner etiquetas, que en este mundo se lleva mucho. "Escritor de best-sellers". Hala, y así se ahorran una crítica más profunda. Justivir Justíviri "esnobismo gafapastil", hummmm... interesante concepto a integrar de inmediato en mi Weltanschauung. Vamos a bajar un punto la exquisitez del debate: Me acuso, por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, de desvelar una conversación que m ...antuve con Noya pero que hace muy bien a esta interesante discusión. En una ocasión le indicaba yo que no sabía si convenía seguir mandando reseñas, que tampoco quería protagonizar nada y todo eso... A lo que él, citando páginas escogidas de los aforismos patrios, me dijo: "tú manda lo que te pete". Pues eso, que Zafón, Grisham y Pérez-Reverte publiquen lo que les pete, y si ganan una pasta mejor para ellos. Como dice Carmen con su habitual seny: "...buscamos nobleza, desprendimiento y desinterés por el vil metal...en los demás". Víctor, perdóname por haber desvirtuado de esta manera el debate que proponías.
Carmen Pulín Si al final es lo de siempre, JJ, una cuestión de libertad. Que cada cual escriba lo que le pete (frase que copio vilmente yamismo) y ya se encargarán el mercado y el tiempo de poner a cada cual en su sitio... A ver la penitencia que te imponen los Rvdos. Noya & Gago, por desvelador y desvirtuador, respectivamente. Justivir Justíviri Miedo me da. Pásame el Tavor porsiaca. Victor Gago. Buenas. La posteridad. Tema peliagudo donde los haya. De hecho, Justivir, la historia contada por el Sr. Vila Matas fue en el contexto de una tertulia en La 2 (sí, qué pasa señores de Sofres, era yo el que la estaba viendo...) sobre la posterioridad: autores que dejan textos inéditos al fallecer, y que parientes y amigos publican, da igual si cumpliendo la voluntad del difunto, o en contra de ella. La cuestión es si tienen derecho a hacerlo, incluso a corregir los manuscritos originales. Es célebre el caso de Max Brod, que modificó a su gusto originales de Kafka. Más reciente, el caso de Nabokov, cuyas fichas con notas para "El original de Laura" (la novela que estaba escribiendo cuando falleció) acaban de ser publicadas, sin ningún pudor, por su propio hijo. La posteridad, Justivir. ¿Sabes? No tengo nada claro que sea una buena idea. Hace tiempo (más del que me gustaría), me tocó entrevistar al Sr. Juan José Millás. Y le pregunté por la posteridad. ¿Cree Usted en la posteridad, señor Millás? El buen hombre me miró con una mezcla que parecía hecha de compasión y desdén. Lógico. Yo era un becario lleno de ideas románticas sobre el arte. La autoría. La posteridad. El ego. Y se notaba tanta ansiedad. No soy un lector aficionado al mundo del Sr. Millás. A veces creo que su mirada es un poco oligofrénica. Otras, que parece escribir para divorciadas atractivas en fase terapéutica contra la histeria.
Victor Gago. (Continuación II) Pero me dio una lección: "Mira", me dijo, "no hay ninguna razón para pensar que a a nuestros nietos les gustará lo que no nos gusta a nosotros". Me pareció, y me parece, un razonamiento imbatible. La posteridad, al igual que toda esa mística del autor, es una idea heredada del Romanticismo. Sócrates no dejó una sola línea. Virgilio copió (¡Y qué manera de copiar tan sublime!) a Homero. Dante usó a Virgilio para Y Borges, qué te voy a contar: la de perrerías que hizo para camuflarse, para cambiar de identidad, para jugar todo el rato en la sala de los espejos de un fantástico parque de atracciones. Jugar. Me gusta más este concepto, cuando pienso en lo que significa escribir de manera artesana y honesta, a mi humilde juicio. Jugar como Cortázar. Como Roberto Bolaño. Jugar como Isak Dinesen. Jugar como Carson McCullers. Jugar con la tradición, con las palabras, con la propia memoria, con todo lo real ("el mundo", en el lenguaje cósmico, solemne y plasta de los románticos). Nadie juega para la posteridad, querido Justivir. El personaje de "Mira los arlequines" (mi novela favorita de Nabokov, os la recomiendo, de verdad), escritor y alter ego del propio Nabokov, recibe el siguiente consejo de su vieja tía, en el momento clave de la historia: "Juega con la vida, mira los arlequines". En la tradición de la Comedia del Arte, el arlequín es el personaje que representa la contradicción, el humor y el juego. El arlequín no tiene futuro, una vez cae el telón del teatro. El arlequín discute, se burla, desconcierta, es una cosa y la contraria... nos pide constantemente jugar. El arlequín es la vida. El escritor trabaja todo el rato con arlequines efímeros.
Victor Gago (Continuación III) Tema aparte, querido Justivir, es la diferencia entre literatura "seria" (prefiero "artesana") y literatura de "entretenimiento", que también planteas. Eres único para meter dedos en los enchufes. Eso merece otra nota, pero ahora tengo que irme corriendo a ver a mi guapa dentista, para que me hable de la posteridad de mi ortodoncia. Off the record ("Opel Récord", como decía un llorado colega): Gracias, Ana. Justivir Justíviri Creo que todos los que atienden este Muro deben darnos las gracias a Carmen, a Ana y a un servidor por haber logrado sacar a Víctor una de sus prosas victorianas. Ahora vamos a hacer copiaypega y a degustarla como merece, porque probablement ...e pasarán (Víctor y sus prosas) a la posteridad. Muchas gracias, Víctor. Ana Richard No puedo decir, Carmen, Víctor y JJ, que me dejéis sin palabras. Porque se me ocurre por lo menos una: ¡Gracias!
Cas Got He buscado en el Diccionario de la lengua española: posterioridad. 1. f. Cualidad de posterior ...posterior. (Del lat. posterĭor, -ōris). 1. adj. Que ocurre después de un momento dado. 2. adj. Que está o queda detrás Si nos ponemos a pensar, todo es posterioridad. Todo pasa después de un momento y todo, al final, queda atrás. No creo que se deba publicar aquello que uno guardó y no quiso mostrarlo al mundo y en cierto modo coincido con la respuesta que le dió Juan José Millás a Victor. Y mucho menos si se hace por el vil metal. ¿Porqué sus herederos han de cobrar por lo que otro no ha querido mostrar?. Y en cuanto a la diferencia que se plantea entre la literatura artesana y la de entretenimiento a veces no es tal. Los ejemplos son muchos y se puede unir la buena literatura con el entretenimiento como en "La Isla del Tesoro" de Robert Louis Stevenson, "La cabaña del tío Tom" de Harriet Beecher Stowe. También autores como Ken Follet mezclan los bestsellers como "Los pilares de la tierra" con pequeñas obras mejor construídas como "Vuelo Final". Tampoco debemos de olvidarnos de autores como William Faulkner que podíamos considerar un clásico y su obras pueden ser bestsellers. Gracias, Victor, por estos "hilos" de seda que nos dejas cual gusano que se va conviertiendo en mariposa. Ana Richard Perdón; es que llegué tarde: Cas, incluída en el post anterior. LD Libros Qué bien estaría que estos hilos, y sus preceptivos comentarios, encontraran acomodo en el blog del programa, ¿verdad? Por aquello del tramo corto = Muro; tramo largo = Blog. Justivir Justíviri Sí, sí, que luego sólo posteamos el pirao que suscribe y un/una incógnit@ que se hace llamar Nessie. LD Libros Nessie es una. Y un fracaso como incógnita :)))))
Dice Nessie: "Hay libros malos, objetivamente malos por su calidad literaria. A porrillo. ¿Hay, por eso, que despreciarlos, o a los que los leen? ¿O creerse superior porque se lee, yo que sé, a Kierkegaard, y la señora que está al lado en el metro está enfrascada en una novela de Danielle Steel o en "Crepúsculo"?" No, a las personas no hay que despreciarlas por que lean basura, pero no veo qué problema hay en despreciar sus gustos literarios. Yo sí me siento superior a esas personas en gustos literarios, lo cual no impide que quizá en lo demás me sienta y me sepa inferior. Una cosa es la velocidad y otra el tocino. Katakrok, antes Oswald. PS: tengo un soneto amoroso para la Carbo...¿lo pongo o no lo pongo?
Yo no desprecio los gustos literarios de nadie, simplemente no los comparto. Me viene al caletre un ejemplo: recuerdo que cuando era niño había mucha gente que iba a uno de los quioscos del pueblo a cambiar novelitas de Marcial Lafuente “Estefanía”. No sé si las conocéis, es una serie de folletines o novelas cortas ambientados en el far west. Yo diría que era la versión para público masculino de los relatos “rosas” de Corín Tellado. A mi no me gustan esas novelas pero no desprecio el gusto de los que las leen. De hecho, si a mí me entretuviesen también las leería. Cuando uno busca un entretenimiento o un ameno pasatiempo me parecen tan apreciables las antedichas -si es que logran entretener al lector- como la serie “Aubrey y Maturin”, las del Capitán Alatriste, las de Sherlock Holmes, las de “Crepúsculo”, las de Salgari o los thrillers judiciales de John Grisham. ¿Si son despreciables aquéllas (o al menos los gustos de quienes las leen) por qué no han de serlo éstas? ¿Eran despreciables en el S. XVI las novelas de caballerías y/o el gusto de los que las leían? Parece que para algunos, como Cervantes, sí.
Hombre, Lafuente Estefanía, pues claro. Mi abuelo las tenía todas...A veces, en verano, le cogía alguna. Me pasa lo que a ti, Justivir, no me gustan, yo no me las compraría, pero entiendo que puedan ser una buena distracción sin pretensiones. Katakrok, pues no te sigo, lo siento. ¿Por qué leer un libro en vez de otros nos cofiere cierta superioridad? ¿Por el tema, por el género, por el autor? Eso, siendo muy complejo y discutible, en todo caso otorgaría la superioridad a unos libros o autores sobre otros, no a los que los leen. ¿Por la calidad literaria? De nuevo, el mérito sería del autor, no del lector. Si argumentamos que ser capaces de apreciar unos libros sobre otros hace que alguien sea mejor que otro...pues me parece que no. El hecho de que yo lea un libro y el vecino otro no implica, necesariamente, que él sea incapaz de apreciar lo que yo leo y viceversa. Significa que en ese momento y lugar yo estoy leyendo una cosa y él otra. No me creo "mejor" que alguien por leer "Yo, Claudio" en vez de "El código Da Vinci". Me puede parecer que está perdiendo el tiempo, todo lo más. Pero es su tiempo, no el mío.
Nessie y Justivir, repito porque parece necesario pese a que fui antes muy claro: no me siento mejor ni superior a secas (porque así querría decir que me sentiría superior como persona o en inteligencia, lo cual sería un disparate), digo que me siento superior en gustos literarios que el aficionado a Corín Tellado. Y yo que creía que en este periódico se estaba en contra del relativismo.
Y otra cosa. Justivir, yo no he dicho que la literatura de entretenimiento sea mala o inferior, la hay buena mala y regular. No he identificado mala literatura y literatura de entretenimiento.
Yo no he dicho que tú hayas dicho que la de entretenimiento sea peor. No pongas en mi texto lo que no hay, Katakrok. Yo estoy hablando exclusivamente de literatura de entretenimiento y en relación con ella digo lo que he dicho arriba: dentro de las novelas de entretenimiento hay a quien le gustan las de "Estafanía" y quien prefiere las de, por ejemplo, John Grisham. El gusto de ambos es para mí igualmente apreciable.
Pues, precisamente. De eso estoy hablando. De superioridad en gustos literarios... Si estamos hablando de un tema, ¿por qué supones que estoy generalizando o sacando tu argumento de contexto? Aquí nadie estaba hablando de superioridad moral, intelectual o nada por el estilo, sino de la superioridad de unos gustos sobre otros. No me parecía necesario tener que escribir cada vez "mejor por mis gustos literarios", "superioridad en cuanto a gustos literarios", etc... Pero bueno, por lo visto sí hacía falta.
Nessie, dijiste esto esto en el 16: "¿Por qué leer un libro en vez de otros nos cofiere cierta superioridad?"..."superioridad" a secas decías, no superioridad en gustos literarios. Y más adelante decías: "Si argumentamos que ser capaces de apreciar unos libros sobre otros hace que alguien sea mejor que otro...pues me parece que no"..."mejor" a secas de decías, no mejor en gustos literarios. Justivir: a mí Alatriste me parece tan despreciable como Corín Tellado. Y la cuestión es que puedo explicar por qué, aunque para evitarme el trabajo os remito a La fiera literaria. Una cosa es que haya que respetar la libertad de la gente de consumir lo que quiera (no faltaba más) y otra que todos los gustos tengan el mismo valor. Pues no, no lo tienen.
Leer un libro u otro, de un género u otro, de un autor u otro no me parece ni superior ni inferior, ni despreciable ni alabable. Leer es un placer, un aprendizaje y de todo siempre se puede aprender: de lo que creemos bueno y de lo que nos parece malo. Me gustan Zipi y Zape, Alatriste, el Quijote o el Lazarillo. Hay autores que me gustan casi todas sus obras y de otros solo algunas. Unas frases de katakrok:"... y otra que todos los gustos tengan el mismo valor. Pues no, no lo tienen." ¿Quién puede determinar el valor de un libro o una lectura? Algo que para mí es muy valioso para otro no lo es. Un ejemplo claro: yo amo profundamente la obra de Delibes, me mezco en sus palabras, paseo con el por donde lleva a sus personajes; no me gusta Saramago, su prosa me parece mas bien vacia. Sin embargo uno no tiene en Nobel de Literatura y el otro sí. Los libros son un entreteniemiento en sí mismos, pero creo que también deben ser "artesanos" porque así será un doble placer leerlos.
...y surgió LA pregunta. La cuestión fundamental a la que nos estábamos viendo inevitable abocados: ¿Dónde se encuentra la diferencia entre la literatura “artesanal” y la de entretenimiento? ¿Qué criterio seguiremos para incluir un libro en uno u otro grupo?
Justivir: no son categorías excluyentes. Y además: entretenimiento ¿según quién?, a mí me entretiene muchísimo más Schnitzler que Pérez Reverte.
Yo no digo que la literatura “seria” no pueda entretener. Naturalmente que sí. Pero lo que parece es que la literatura de “entretenimiento” no tiene la condición de seria, formal o “artesana”. La cuestión es: ¿qué necesita una novela (sea entretenida o no) para ser considerada una obra seria o “artesana”? Yo creo que ambas categorías son parcialmente excluyentes: la obra "de entretenimiento" no es "artesana" pero ésta sí puede ser entretenida.