Rania, o la princesa convertida en sapa
Rania de Jordania ha escrito –junto con Kelly DiPucchio, porque ni a toda una reina se le puede pedir la hazaña de escribir 32 paginazas con sus solas fuerzas– Salma y Lily, un cuento, nos dice la editorial, de "amistad, comprensión y tolerancia".
Plas plas. Snif snif. Dentro vídeo.
¿Ya? ¿Le gustó?
¿Me permite joderle la fiesta de la concordia que ha montado en su demasiado corazón?
Verá... es que resulta que la corajuda coautora de esta magna obra de treinta y dos páginas no es lo que parece, la reina de la tolerancia multiculti qué buen plan, sino una sapa verde que se siente estupenda chapoteando en la charca infecta del antisemitismo, donde no hay quien haga pie, entre tanto semejante maleante.
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De Rania la batracia hablamos como se merece en el programa del sábado. También de gente decente, como nuestros noveles Gina y Daniel, que tuvieron a bien presentarnos a sus lozanas criaturas, que atienden por los nombres de La mala fama y Ceros y unos, respectivamente. Gracias, amigos. ¡Y a por la parejita! ;)
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Lecturas: la Economía de los no economistas del maestro Rodríguez Braun, con prólogo de don Pedro Schwartz, otro que tal baila:
Tras leer los ensayos de este libro, me he confirmado en la opinión, quizá no compartida por algunos de mis compatriotas, de que si Carlos Rodríguez Braun no existiera habría que inventarlo. Siendo como es un buen economista y un cuidadoso historiador, su labor para la España de hoy tiene otras dimensiones que hacen de él un divulgador indispensable de la filosofía de la libertad.
Ésta es otra de esas benefactoras de la infancia desfavorecida y desfacedora de entuertos planetarios que se personan a dar besitos a niños enfermos o con diversos síndromes pero, eso sí, bien guarnecida de fotógrafos que, raudos, envían las enternecedoras instantáneas a diversas revistas de ecos de sociedad y de tendencias fashion. A esa lista incorporamos a fenecidas princesas inglesas, miembras de diferentes casas reales reinantes o no, actrices a las que su agente ha recomendado labrarse un perfil compasivo, cantantes pop con beta solidaria a mayor gloria de su buena fama y mejor cartera, deportistas archiforrados que dejan caer unos durillos a cambio de “la foto” e insinceros de toda laya. Yo sólo me creo esto cuando no hay foto. La tal Rania sí que se hace la foto: queda retratada perfectamente.
Joer, Mario. Comparar el tacto de un queso con el brazo de una chica. Te veo mal, ¿eh?