Aquí y aquí, los audios del programa del sábado, en que entrevistamos a Pío Moa y hablamos deprisa y corriendo de Cela, Pla, Baroja, Marsé, Martín Gaite, Galdós, Delibes, Azorín... También, con sólo un poco más de sosiego, de Cuatro hermanas y de un breviariete sobre Occidente lastrado en algunas páginas por la tiranía de la penitencia.
Se admiten digresiones y argumentos. Y, si están bien lanzados, hasta juramentos en lenguas varias.
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Este relato chico del gran Mingote se lo dedicaría yo al Alcalde bueno, fíjese usted qué cosas.
El problema empezó cuando Polimnia, la musa de la Poesía Lírica, que salía de Olimpo a dar una vuelta, se enamoró de Ramón Pelegrín, que dormía a la sombra de una higuera. Pulsó su lira la olímpica deidad, y los dulces acordes despertaron al muchacho.
––Sólo quería amenizar tu sueño bajo la higuera ––se disculpó la chica.
––Me he dormido esperando que cayera una breva. Tengo entendido que la caída de una breva es buena cosa y quisiera averiguar por qué.––El caer de la breva es una metáfora ––explicó la deidad––. Es como una ilusión, la esperanza en un bien futuro que...
––Pero, primero, ¿por qué cae? Y, segundo, ¿por qué es tan conveniente?––Es como si dijéramos la culminación de un anhelo indefinible que...
––Mi anhelo perfectamente definido es saber por qué si cae una breva es buena cosa y si cae una teja, un suponer, no es ni fu ni fa, a no ser que te caiga en la cabeza.––Has de saber, Ramón, que el inquieto y turbulento corazón de los hombres...
––Mi corazón no está inquieto y aún menos turbulento, pero...En aquel momento apareció Urania, la musa de la Ciencia, que volvía de beber agua en la fuente Castalia.
––No te canses, rica ––le dijo a la parnasiana compañera––. El muchacho hace preguntas, es un científico. El que tiene un anhelo indefinible es aquel poeta de allí que suspira mirando la luna. Ve y atiéndele como tú sabes.
Se lejó Polimnia, desilusionada, despidiéndose tristemente del esquivo Ramón con los últimos melancólicos arpegios de su lira.
––Pues verás ––dijo Urania sentándose junto al muchacho––. Las brevas, frutos tempranos de la higuera, aparecen en los principios del verano...
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El sábado, el muro de LD Libros fue Amor.
Luis Alberto Santamaría Fernández
Yo creo que la Srta. Carbonell es una estrella volando bajito.
Sospecho.
Otro más galanteó a nuestra impagable presentadora; hasta se preguntó si era real, de lo guapa que es. Pero ya no está. Así que, también,
El sábado, el muro de LD Libros fue Desamor.