Hace unos días vi la película francesa La cocinera del presidente, en la que se habla de cocina y también de un libro de cocina. Verán, la historia cuenta la vida de una cocinera que pasa de tener una granja en el sur de Francia a ser la jefa de la cocina privada del presidente del Gobierno de Francia, un hombre de avanzada edad que solicita comer comida casera sin florituras, por lo que deciden confiarle la labor a esta mujer que ama las trufas y la cocina nacional.

La historia está basada en un hecho real, ya que Danièle Mazet-Delpeuch cocinó para François Mitterrand en los años 80. Pero en lo que concierne a los libros me llamó la atención cómo se habla de las comidas de la infancia del político, rememorando recetarios clásicos.

Entre ellos nos encontramos con el firmado por Eduard Nignon, en el que loa la cocina tradicional (la de madres y abuelas), que es lo que precisamente buscaba el presidente. Este libro se ha reeditado con motivo de la película, una buena noticia para los amantes de la gastronomía francesa.

En España también tenemos buenas versiones de libros clásicos de cocina. Por ejemplo, la que hizo la editorial Gadir del de Alejandro Dumas, que ya reseñó Gina Montaner en nuestro programa. En este Diccionario de cocina podemos ver recetas, fáciles de hacer, que son paradigmáticas de la cocina gala.

En esa línea, la editorial Galaxia-Gutenberg ha publicado lo último de Laurence Norfolk, que si bien no es un libro de cocina, contiene una serie de recetas que se pueden hacer a día de hoy: El festín de John Saturnall.

Norfolk cuenta cómo una mujer, acusada de brujería, decide dejarle a su hijo un tesoro: el secreto de un antiguo festín, mantenido en secreto durante varias generaciones.

Por último, tengo que hacer mención a un libro delicioso, en una edición que me descubrió Víctor Gago cuando estábamos en televisión. Se trata de El festín de Babette, en Nórdica Libros. Si bien no tiene recetas para hacer, es mi referencia en la mezcla de libros y cocina. Una preciosa historia que merece la pena leer, sobre todo si se hace a través de esta joyita ilustrada por Noemí Villamuza.

Habrá muchos más, seguro, pero esta es mi selección personal para hacerle la competencia a María Jesús Navarro y a su Blog Appettit.