Hace cuatro años que me alimento de cucarachas, de sapos, de ratas, de escorpiones, de saltamontes y termitas para calmar mi estómago hambriento por el régimen forzado de los jemeres rojos; hace cuatro años que voy descalza, haga el tiempo que haga, por los arrozales, para labrar, sembrar, replantar y segar, cavar fosas o construir diques, todas las mañanas, con tan solo unos granos de sal gruesa y agua fría en el estómago como desayuno, el cuerpo inflado de edemas, enfebrecido por el paludismo, con la prohibición absoluta de quejarme y de llorar a mis muertos.
Ella lo pudo contar. Su marido, su hija de 9 añitos, su cuñada, sus sobrinos, el veinte por ciento de la población camboyana, no. En el próximo programa hablaremos de ello(s).
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En el anterior, el del pasado sábado, hablamos de ciencia con Jorge Alcalde, de la rabia de Barack Obama, del señor Guenassia y, a-cabáramos jajajá, del catálogo Ikea 2011. Y de Edgar Allan Poe y con Gina.
¿Los audios? Aquí y aquí. Ojalá os gusten.
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Lecturas: Los libros y la locura, y otros ensayos, de GK Chesterton:
Los libros, como todos los (...) objetos que son amigos del hombre, son capaces de convertirse en sus enemigos, de rebelarse y aniquilar a su creador.