Diez imprescindibles de la ciencia ficción
En el programa del sábado pasado, el bueno de Daniel Rodríguez Herrera se prestó a hacer una selección de obras de ciencia ficción para los no iniciados en la materia.
Todos los libros que recoge son clásicos del género, de modo que, si está interesado en adentrarse en este mundo fantástico, aquí tiene buenas sugerencias para comenzar. Y si es ya un amante de la ciencia ficción encontrará en esta lista más de un título conocido. Los comentarios y juicios, huelga decirlo, son del propio DRH.
La luna es una cruel amante, Robert Heinlein.
Durante varias décadas tres autores se repartieron los tres primeros puestos como los favoritos de los aficionados, y Heinlein (a quien retraté en La Ilustración Liberal) siempre salía el primero. Esta historia narra la rebelión de la Luna, convertida en colonia penitenciaria, como una suerte de remake futurista y libertario de la Revolución Americana.
Fundación, Isaac Asimov.
Publicado originalmente como tres libros y luego en un solo volumen, es una serie de relatos que describen el hundimiento del Imperio Galáctico y el germen del segundo, inspirado en la Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano de Gibbon. Junto a Yo, robot son los mejores recopilatorios de relatos del género.
2001, Arthur C. Clarke.
¿Has visto 2001 y no te has enterado de nada? Pues léete el libro. Al contrario que Kubrick, Clarke es uno de los puntales de la llamada ciencia ficción dura, que intenta ser coherente con la ciencia conocida, hacer especulaciones que tengan sentido y dar ideas, más que sugerirlas.
El juego de Ender, Orson Scott Card.
Nos salimos de los clásicos y entramos a hablar de escritores que no están muertos. Card es una rara avis dentro de un género que tiende a dar más importancia a cosas como sociedades futuras e ideas sobre tecnologías extrañas, porque pone el foco en los personajes, especialmente en los niños, como sucede en esta historia de entrenamiento de un genio militar suficientemente joven para ser creativo y no estar maleado por el pasado.
La era del diamante: Manual ilustrado para jovencitas, Neal Stephenson.
No voy a hablar del ciberpunk, porque me parece bastante aburrido en general: todo cortado por el mismo patrón. Pero como tenía cosas aprovechables, principalmente el foco en el futuro cercano y los cambios sociales producidos por la informática y las redes, se han aprovechado de ello en lo que se ha dado en llamar postcyberpunk, del que Stephenson es con diferencia el mejor exponente. Esta novela además es quizá la sociedad anarcocapitalista mejor construida que ha dado el ingenio de estos escritores.
Dune, Frank Herbert.
Aunque pueda extrañar a quienes hayan visto la peli de David Lynch, esta novela es citada frecuentemente como la mejor de la historia del género y algo así como la alternativa de la ciencia ficción a lo que es El señor de los anillos en la fantasía. Epopeya que mezcla aventuras, intrigas políticas, ecología, religión con el trasfondo del nacimiento de un héroe, que siempre mola.
Un mundo feliz, Aldous Huxley.
Las distopías siempre han sido un clásico en el género, y quizá lo que más han tocado autores, digamos, no especialistas. Como 1984 es buena novela pero una porquería como novela de ciencia ficción, porque plantea un mundo que como alegoría está muy bien pero carece de lógica y coherencia interna, pues prefiero ésta.
Flores para Algernon, Daniel Keyes.
Estos días se cumple el 55 aniversario de la publicación del relato que creció luego en esta novela. Está escrito en primera persona como el diario de progresos de un deficiente mental al que someten a una operación experimental para volverle listo. Hicieron peli (Charly), que le valió un Oscar al protagonista. El autor juega con la prosa, de modo que sabemos en qué estado dentro de la escala de inteligencia está el personaje en cada momento, y aUn así no te preguntas cómo este idiota puede escribir tan bien. Es una historia que te pone un nudo en la garganta.
El hombre demolido, Alfred Bester.
Bester es un tipo que publicó en los 50 dos novelas extraordinarias, desapareció 20 años y cuando volvió ya no fue lo mismo. Esta es mi preferida de las dos. Es una novela policiaca situada en un futuro en el que una parte de la población es telépata y el protagonista quiere cometer un crimen. Una de las novelas más ingeniosas y mejor resueltas del género.
Crónicas marcianas, Ray Bradbury.
Bradbury, generalmente, no me gusta. Es un escritor que no tenía fe en la ciencia ni en el futuro y que, por ejemplo, en estas historias sobre la colonización de Marte pone canales en el Planeta Rojo, algo que para cuando las escribió ya se sabía que era falso. Pero tenía una capacidad poética y un cierto romanticismo que contrasta con el resto del género. "Vendrán lluvias suaves", incluido en este volumen, sigue siendo uno de mis relatos preferidos.