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Cuatro viajes irreparables en agosto
–– Con Mariano Rajoy Brey, lector de novela histórica. Iremos a la playa, en Pontevedra: él quiere leer a Julia Navarro. Quiere ver el Teresa Herrera por la tele, jugar al dominó, hojear el Marca, pasaear por la playa y leer a Julia Navarro un ratito en la cama. Mariano Rajoy Brey quiere una novela histórica que no desborde la mesilla de noche. Un tipo interesante, este Mariano Rajoy Brey, lector de novela histórica, dirán todos los analistas y repetirá España entera en la cola de la charcutería. Quienes fabrican estas toscas máscaras y quienes las compran pasan por alto que la afición a la literatura es, ante todo, gusto por la diferencia, lo singular y el detalle. Por eso meteré de extranjis en el equipaje de Mariano Rajoy Brey el Yo, Claudio de Robert Graves, con el que aprenderá lo siguiente: que uno puede llegar a gobernar el mayor imperio del mundo siendo tartamudo y cojo. Uno puede ser la piedra que los arquitectos desecharon. Lo que bajo ningún concepto puede un lector de la Historia es ser un hombre sin historia.
–– Con mi dentista Margarita, obrera del metal. Iremos al Museo del Prado, a ver la exposición de Turner. Cuando, sentado en su consulta, apriete, con abyectos artilugios, hierros invisibles contra mis muelas, me quedaré mirando sus ojos desde mi posición humillada y ridícula, y en vez de una criatura sádica y embozada, lo que veré es el velo gris de un día de lluvia en la plaza de San Marcos. Entonces, yo mismo cogeré sus manos de látex y le daré al botón de máxima potencia de la fresa amarilla que me horada.
–– Con Lindsay Lohan, prisionera de la vida loca. Iremos a una cárcel exclusiva, con celdas divinas diseñadas por Marc Jacobs, barrotes de seda y un spa en el ático. Saludaremos a los paparazzis desde nuestra rehabilitación inmortal. Llamaremos a nuestros agentes para pedirles el neceser y esas gotas azules que tomamos antes de dormir. Seamos auténticos, abramos el neceser. No hay nada más verdadero que una base de maquillaje de Elizabeth Arden. Ser jóvenes y bellos es algo muy sacrificado. La gente no sabe lo duro que es caer con clase, pisar el acelerador de los excesos con el estilazo de un monstruo perfecto, entrar en la trena con la inocencia altiva de unas uñas bien pintadas. ¿Hay algo más humano que ser divino? ¿Hay algo más interesante y conmovedor? Lindsay Lohan: he ahí un tema. El tema de cómo ser celestiales en la perdición. El tema que canta Andrés Calamaro: la vida es una cárcel con las puertas abiertas. Mucho más divertido, señores, que otra novela de espadachines o sobre la guerra civil.
–– Con la feisbuquera tropa de LD Libros, amigos por poderes. Iremos de crucero por fiordos matemáticos cuyas aguas acristaladas guardan una imagen del cielo y la tierra más exacta que la realidad. Así la transparencia de Facebook, donde somos más que un reflejo: somos continuación de la mejor parte, la más educada, la que escucha y se pone en el lugar del otro. Seremos veraneantes insomnes por la cubierta del barco, diciéndonos "Buenos días, Somarros", como Lulú; buscando por toda la piscina la página del Quijote que le falta a Carmen o conversando sobre la nariz de Belén Esteban con Amador. Y siempre será de día y estaremos despiertos porque, como todo el mundo sabe, en las tierras del círculo polar la medianoche siempre es la hora del aperitivo.
Si me preguntasen qué haces en verano, cosa que me encantaría, diría que viajar sin moverme, salir por los poros abiertos hacia vidas ajenas, caminar por la insolación con los ojos febriles y entregados. Hay que viajar muy quietos durante muchos veranos para llegar a decir lo que dijo Paul Cezanne: jamás vi nada que no fuera hermoso. Eso es lo que respondería si me preguntasen qué haces en verano. Pero nadie pregunta hoy algo así. Será que todos hacemos últimamente lo mismo.
Felices lecturas y precaución, amigo conductor.
¡Cómo os voy a echar de menos, rufianes! Este verano, aunque no soy María del Monte, buscaré la sombra de los pinos turolenses para leer "Entrevistas" de José Luis Garci. ¡Un abrazo para todos!
Si me preguntaran qué voy a hacer este verano, diría que, por ejemplo, leer la prosa victoriana. La perfecta combinación de poesía, ironía, fantasía y realidad. Recomiendo repasar todas las entregas semanales, en audio, en blog, como sea... Así nos dejáis, con el listón en todo lo alto, la miel en los labios y ganas de volver sin habernos ido todavía...
Hermoso plan veraniego: "Con la feisbuquera tropa de LD Libros, amigos por poderes. Iremos de crucero por fiordos matemáticos cuyas aguas acristaladas guardan una imagen del cielo y la tierra más exacta que la realidad". al que me apunto para escuchar y aprender de todos y cada uno de estos amigos por poderes como Victor nos llama. Victor, tu último párrafo, es la descricipción de mis vacaciones. Viajo sin moverme y a través de cada uno de los libros que leo. Puedo un día recorrer Venecia o Roma, pasear por los Campos de Castilla y pocos días después recorrer las Siberia más fría que a pesar del calor que sigue dando escalofríos. Este blog, el programa, el muro de facebook y todos y cada uno de los que formáis este mundo de libros habéis sido un regalo para la mente, el corazón y, sobre todo, para el alma. Septiembre está aquí, a la vuelta de la esquina, mes de cosecha. y recogeremos todos y cada uno de los libros leídos y vividos. Gracias!
Víctor Rodríguez Gago La ignorancia es muy atrevida. Cuando era joven, creía imposible el genio literario femenino. Lo sostenía ante mis hermanas, ante los profesores y ante cualquiera. Cuando pensaba en genios, pensaba en Virgilio, Dante, Borges, pero ninguna mujer. Sólo concedía Virginia Wolf, como la excepción que confirma la regla. Llegué a publicar mi teoría en la revista escolar (de un colegio masculino). La típica teoría de un adolescente sociópata y granulento, que veía cómo los otros chicos se internaban cada vez con más frecuencia en el colegio femenino. Es curioso, hoy me veo leyendo casi esxclusivamente libros escritos por mujeres. Sin esas ficciones, yo sería una persona muy distinta, probablemente más desgraciada. El caso es que detesto a Virginia Wolf. Me parece menor y... ¡marimacho! Me pregunto: ¿Cuándo se forma el gusto literario y resulta definitivo? ¿por qué no me interné más en el colegio d las chicas?
Cas Got Victor, para no pecar de ignorante o atrevida no tengo respuesta para tu segunda pregunta. Respecto a a la primera, creo que no hay nada definitivo, ni tan siquiera la muerte, pues según los creyentes hay algo más allá. El gusto literario no se forma sino que se construye con cada lectura, con cada vivencia. Es un proceso que, creo, no se acaba nunca; porque nunca dejamos de aprehender (tanto en la primera como en la tercera acepción según la RAE). Los escritores son personas, no son ni hombres ni mujeres, sólo personas y el resto de las personas los leemos. Nunca he creido en lo que llaman la literatura para mujeres o la exclusiva para hombres. ¿Es acaso que Jane Austen solo puede ser leída por mujeres o que los hombres no la comprenderían? ¿Tal vez Robin Cook sea más masculino?. En estas cosas se pierden por aqui: http://www.fmujeresprogresistas.org/visibili9.htm Lo que nos debería importar es la buena literatura, porque está bien escrita, porque nos hace ser mejores. Por cierto, a mí no me han llamado la atención las obra de Virginia Wolf. LuLú Arias Ohhh, por qué tantas ideas para esribir y tan poco tiempo????? Acortaré, está bien. Me parecería terrible hablar de ''definitivo'' en literatura. Es más, en gran parte de los folletines aparece algo como 'la novela definitava de Pepito Pére ...z(con todos los respetos para él). Resultado, un desastre... La Literatura nunca es definitiva. Bueno, si eres Cervantes o Shakespeare quiza si seas definitivo... pero no si eres su lector. Yo aborrezco los libros de ficción, tipo el señor de los anillos o similares. pero quien sabe... ya lo decía Heráclito, cuando te vuelvas a bañar en el río...¡¡¡ ni tú ni el río seréis los mismos!!! P. D.: Seguro que los chicos que iban al internado de chicas no iban a interesarse por Virgina Wolf...
Ana Richard Bueno, Víctor, aparte de los acertados comentarios de Cas y Lulú, y con el permiso de ésta, creo que a esas edades colegiales es frecuente tener ideas de chorlito. Con el tiempo vamos reflexionando y aprendiendo... hasta que vemos que nada ...de lo que damos por sentado es definitivo. Más en concreto, tampoco creo que adolescencia y post-adolescencia sean las épocas en que desarrollamos los máximos niveles de sensibilidad hacia el sexo opuesto, en ambos sentidos. Asunción Aranda Vasco Deberías haber ido a un colegio mixto...:D Eugenia Monche Pues mis hijos van a uno y en la clase del mayor, que ya empieza a florecer, los chicos pasan ampliamente de las chicas....lo bueno que tiene es que para ellos ( chicos y chicas) el sexo opuesto no es el demonio, que es lo que pasaba en mi colegio. Justivir Justíviri Pues ahora que reparo en ello, yo leo casi exclusivamente libros eswcritos por hombres. Mi criterio de elección de lecturas jamás ha sido el sexo del autor pero, salvo algo de Hannah Arendt, no recuerdo haber leído últimamente obras escrita ...s por mujeres. Miraeré en la estantería a ver si recuerdo alguna otra. Como me gusta meter los dedos en el enchufe me permito una pregunta: ¿es correcto llamar "literatura femenina" a la escrita por mujeres?
Víctor Rodríguez Gago. Ana, tienes que explicarme esa teoría: ¿No era la adolescencia la época de la hipersensibilidad hormonal y el descubrimiento del sexo (opuesto o idéntico)? ;) Justivir, no creo que pueda hablarse de literatura femenina como género ni como ac ...titud. Las escritoras que escriben con esa mentalidad no me interesan, en general. En mi caso, se da la circunstancia de que el gusto se ha ido decantando hacia un tipo de artesanía de la ficción en la que el lenguaje se usa conscientemente tanto para ocultar como para mostrar. En los libros que leo y me gustan, hay un elemento común: una especie de tensión en las palabras, una doble vida entre lo que dicen en apariencia y lo que expresan por debajo. Pues bien, da la casualidad de que, con una frecuencia demasiado alta como para no darme cuenta de que se trata de una salvaje enmienda a mi arrogante teoría adolescente, las versiones más excelsas de esa actitud las encuentro en libros escritos por mujeres: Katherine Mansfield, Alejandra Pizarnik, Isak Dinesen, Carson McCullers, Olvido García Valdés, Willa Cather, Edith Warton, Silvia Plath, Elizabeth Gaskell, Rebecca West, las Bronte, ... Por supuesto, la misma actitud se da en multitud de escribores cruciales en mi educación sentimental, desde el origen de la tradición hasta Nabokov, Roberto Bolaño, Don DeLillo, Coetze o Houllelebecq, por ponerte los dos extremos del tiempo. Lo que me intriga es ¿cuándo puede considerarse definitiva la elección? El arte de escribir que leo hoy es el mismo que leía hace, digamos, diez años, pero no tiene nada que ver con lo que me interesaba hace veinte. ¿Cuándo se detiene esa educación? ¿ Es madurez o es estancamiento?.
Víctor Rodríguez Gago ...La misma duda puede predicarse, por ejemplo, de la educación política. ¿Cuando se hacen definitivas las ideas? ¿Cuándo nos hacemos, por ejemplo, definitivamente liberales o definitivamente socialistas? Perdón, me olvidé en mi enumeración ... (nada exhaustiva) de mi admirada Jane Austen. Si hay un autor que encarna exactamente la doble vida del lenguaje, el decir siempre más de lo que se dice, ese autor es ella. LD Libros POR DIOS BENDITO, ¿DE VERDAD NO PENSÁIS QUE ESTE TIPO DE CONVERSACIONES DAN MUCHO MÁS DE SÍ EN EL BLOG? La culpa, claro, es del tito Víctor... ;) Víctor Rodríguez Gago. Sorry, es que me he vuelto a olvidar de las claves del blog. Y me daba mucha pereza buscarlas. Cas Got Vaya, parece que el Gran Hermano nos ve siempre! Victor es como Winston?. Víctor Rodríguez Gago Nada, lo peor de todo es que el Jefe tiene más razón que un santo. Pero me da tanta pereza ponerme a buscar las claves de acceso, entrar, darle forma a las ideas, editar, etc. Aquí, en el fesibuq, puedo cometer faltas de ortografía y escribir más rápido las ocurrencias. Justivir Justíviri. Nótese que el moderador escribe con mayúsculas, lo cual, según las convenciones de cortesía de este tipo de foros, quiere decir que ESTÁ GRITANDO. Debe de tener un mosqueo de campeonato. Sobre la cuestión del BLOG: sabéis que yo soy un habit ...ual de ese patio y que doy ahí rienda suelta a mi graforrea, pero tengo comprobado que cuando lanzo una pregunta o comentario en el blog apenas la contestan o comentan dos o tres de los asiduos (con ancestros helvéticos, o no) mientras que en el feisbuc hay tromba de comentarios a bote pronto, simples "me gusta", o meditadas intervenciones como las de Víctor. Yo ya lo dije, "facebook killed the blog star".
Eugenia Monche Modestamente pienso que definitivo no hay nada, siempre podemos decubrir cosas nuevas e interesarnos por temas que antes pasaban desapercibidos gracias a que hay otras personas que te los descubren. Lo de la política no sabría decir cuando uno se plantea si es liberal o socialista, me imagino que se deberá a la concepción que tengamos del hombre. Cas Got Estas cuestiones que nos plantera Victor, al calor del verano para que no se nos ablande la sesera, ¿tienen algo que ver con lo que nos dijo en su prosa victoriana de "viajar sin moverme, salir por los poros abiertos hacia vidas ajenas, cam ...inar por la insolación con los ojos febriles y entregados"? Y respecto a la educación política que comentabas, ¿crees que actualamente se puede mezclar la educación y la política? Ahora sí porque son tal malas la educación como la política. Es necesaria una mala educación para perpetuar en el poder a nefastos políticos. Pero hoy no interesa "educar políticamente" a las personas no vaya a ser que piensen por sí mismos y eso es malo, malo para los políticos.
Yo no quise decir que la literatura femenina fuese un género o una actitud. Me centraba exclusivamente en una cuestión terminológica: si era correcto calificar como “literatura femenina” a la escrita por mujeres, de modo que pudiéramos encuadrar en su seno tanto a Rosalía de Castro como a Bárbara Cartland, a Hannah Arendt y a Ana Rosa Quintana(*) Lo decía porque el término “literatura femenina” parece querer encuadrar cierto género facilón, cuajado de sentimientos amorosos y sensibleros, al que supuestamente habrían sido más aficionadas las mujeres, sobretodo antaño. Y, naturalmente, dentro de semejante cosa no nos caben, por decir un par, Oriana Fallaci ni J.K.Rowling. A lo que quería llegar es a que no sabría yo como distinguir si un libro ha sido escrito por una mujer o por un hombre y que, por tanto, no veo cómo puedan reclamarnos más la atención éstos o aquéllos. Yo creo que, salvo que vayas buscando autores concretos, es una casualidad dar con los de uno u otro sexo. No existe un género literario determinado por el sexo de quien escribe. (*) ruego se postergue el tema “negros” para mejor ocasión, que bastante tenemos aquí con los asuntos suscitados.