Yo los padecí, puede que alguien los disfrutará. Los Cuadernillos Rubio son un recuerdo de infancia, como puede ser la mismísima Enciclopedia Álvarez. Yo pensaba que se habían extinguido y que con la llegada de la tecnología se habían convertido en un objeto de colección, pero no: se han modernizado.

Lo descubrí ayer en la Feria del Libro de Madrid, en el Pabellón Samsung, donde nos explicaron las bondades del Galaxi Note y su SPen aplicado a la educación. Los hay de letras y de números. Yo me quedo con los primeros porque puedes crear el perfil, y la caligrafía se convierte en un juego. No solo para los niños, sino también para mayores (por ejemplo, son muy útiles en caso de pérdida de memoria, porque ayudan al ejercicio mental, o en caso de ictus, en los que hay que volver a aprender).

Es curioso que en la Feria del Libro de Madrid, que este año está dedicada al libro de papel, como objeto en sí, para promocionar el libro clásico frente al electrónico, exista un partner tecnológico que promociona el salto a lo digital. Todo tiene una explicación, porque a los periodistas nos gusta hablar de pelea entre uno y otro, cuando en realidad son dos sistemas complementarios. Según explicó Francisco Hortigüela, de Samsung Electronics, el perfil del lector está cambiando, así que el 58% "lectores habituales" son usuarios híbridos, que utilizan -alternativamente- el libro convencional y el formato electrónico. Se suele utilizar el digital en contextos laborales y viajes, lógicamente por su comodidad, mientras que el clásico es para la mesilla de coche y el recreo.

La tecnología al servicio de los libros. En el caso de las tabletas Galaxy, incorporan un novedoso modo lectura, en el que se reduce el brillo y la intensidad lumínica para no cansar la vista. Esta es una tendencia que se implantará progresivamente en el resto de tabletas, para convertir una tableta en un ebook y que sea un complemento de lectura.

Yo, de momento, me quedo con el libro normal, el de siempre, para empezar porque aún no me he pasado al electrónico, cosa que mis compañeros de LD Libros (Carmen Pulin y Mario Noya) sí que han hecho. Lo que tiene de bueno el libro de papel es que me obliga a ir más a la Feria del Libro para hacerme con más ejemplares para contárselo.

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Google me recuerda que hoy es el 115 aniversario de la muerte de Federico García Lorca a través de su doodle. Y yo se lo recuerdo a ustedes. En esta cadena de información, aprovecho para dejarles mi poema favorito, una cancioncilla infantil que aprendí en el colegio: El lagarto está llorando.

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.

Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!

Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.

¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay, cómo lloran y lloran,
¡ay! ¡ay! cómo están llorando!