César Vidal
estuvo con nosotros el sábado, presentando su Buda, el Príncipe, segundo de los tres libros que tiene pensado dedicar a fundadores de grandes religiones (el siguiente y último será el de Mahoma). La entrevista, nos parece, fue enjundiosa, pero, en fin, vosotros diréis.
En el resto del programa hablamos de Mario Vargas Llosa y los mequetrefes que tratan de vetarle en la Feria del Libro de Buenos Aires, de Georges Perec, de París y el chocolate y de la hija de José Donoso, que al parecer no lo era tanto en el hogar, ... hogar. El audio, aquí.
***
La semana que viene, Víctor Gago entrevistará a Antonio Colinas, el poeta favorito de Lucía Etxebarria, que acaba de presentar su Obra poética completa (Colinas, se entiende). Ruegos, preguntas, comentarios, en Comentarios o en nuestra página de Facebook.
***
Lecturas: 1Q84, de Haruki Murakami; Defecto de forma, de Primo Levi; Alerta y desconfiada. La sociedad española ante la crisis, de Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez.
Hola Mario. La verdad sea dicha: todos esperábamos con ansiedad la palabra vidaliana sobre esos tres fabulosos mitos. Una tarea hercúlea, sin duda, o, utilizando el lenguaje de nuestro tiempo, vidaliana, porque su capacidad de trabajo es aún más increíble que las hazañas de Heracles. Escuchemos la interviú mientras consideramos nuestra postura ante la pregunta clave de nuestro tiempo: ¿Con pelo o sin pelo? http://elblogdekufisto.blogspot.com/2011/03/las-ingles-brasilenas.html Con pelo. Saludos y gracias Mario.
Gracias a ti por la fidelidad, Clavius. Pero no nos gusta un pelo –nunca mejor dicho– que los comentarios no tengan nada que ver con las entradas que colgamos, si bien es cierto que esta vez has puesto un párrafo-coartada ;) En fin y al grano, que la próxima vez me veré en la obligación autoimpuesta de usar la cibergoma de borrar :( Un cordial saludo.
Oído cocina. No será necesario. Saludos cordiales.
A mí lo que me tiene escamado es lo del tal Murakami. ¿Qué tiene la obra de este hombre que tanto gusta? ¿Son tramas interesantes? Padezco una especie de resistencia impulsiva a leerlo y no sé por qué. ¿Qué tiene Murakami que tanto gusta en LD Libros? ¿Merece tal vez una semblanza en “Vidas para leerlas”?
Hola a todos, he vuelto a retomar la lectura de novelas, ya que últimamente sólo me dedicaba a ensayos cuando podía leer. Bueno ahora estoy leyendo la susodicha novela, 1Q84 (aunque no conocía al autor de nada), y es que me la regalarón hace unos días. LLevo casi un tercio y es una novela ágil, muy bien escrita y lo que más me gusta hasta el momento, es que mantiene el interés y la intriga sin hacerse pesada. Ya os contaré si sigue igual cuando llegue al final. Un saludo.
Os voy a confesar una cosa. Cuando LD Libros era un programa televisivo, lo veía todas las semanas, de principio a fin. Cuando pasó a ser un programa de radio, empecé a seguirlo como lo había hecho antes, pero de un tiempo a esta parte ya no me apetece escucharlo entero, y la mayoría de las veces solo escucho la entrevista (estoy suscrito al podcast). Creo que es el tono demasiado festivo del programa, con ese toque un tanto histriónico de Mario, que ya me cansa un poco. Lo curioso del caso es que tampoco soporto el tono plomizo de otros programas de libros, como ese pestiño de Nostromo que presenta un cadavérico y exangue Vidal Folch en TVE. La verdad es que ese ya ni lo veo (demasiada peña de la secta gubernamental, Millás, Coixet, y compañía). Por cierto, que no soy capaz de imaginar un contraste mayor, en materia de divulgación literaria, que el existente entre Mario Noya y el circunspecto escritor catalán. Así que, Mario, hazle una transfusión de entusiasmo a este hombre, a ver si de ese modo se equilibran un poco las cosas. Confieso también que me gusta mucho oír las recomendaciones literarias de Andrés Amorós, y que gustaría más el programa si contara con su colaboración habitual, pero me imagino que es una sugerencia que caerá en saco roto, por falta de suscriptores. Espero no haber pecado de excesiva franqueza. A veces mis amigos se quejan de que soy demasiado sincero.
SONETO AL GRAN CÉSAR VIDAL Ubérrimo y prolífico Vidal -más que los siete mares y la tierra y más que una coneja-, a mí me aterra tu productividad paranormal: escribes en dos meses un quintal de libros sobre Franco y nuestra guerra civil o sobre historia de Canberra, pues tu saber es casi universal. Lector voraz que lees hasta los sellos, sólo eres ignorante en balompié, necia afición e inculta de plebeyos, que escuchándote hablar (ya sea en tigré*, en quechua o en birmano) bien se ve que estás, César, muy por encima de ellos. *El tigré es una lengua etíope (aunque no se lo crean) que sin duda Vidal dominará a la perfección. SEGUNDO SONETO AL GRAN CÉSAR VIDAL Él sabe groenlandés, copto e hitita, servocroata, chino y tailandés, e incluso, por jugar, parla al revés el árabe, el hebreo y el escita. Con una rapidez que nadie imita tradujo íntegramente al finlandés las obras de un poeta cingalés y un evangelio apócrifo edomita. Domina diez dialectos alemanes y el idioma de los orangutanes, puede también Vidal (modesto y gordo) charlar en su lenguaje con un sordo, y en español a veces más se enrolla que una persiana (¿o no, don Mario Noya?).