Cuando eran los ganaderos quienes elegían el orden en que los toros de lidia salían a la plaza, antes de que el maestro Mazzantini (bisabuelo de nuestro añorado David Gistau) impusiera el sorteo en un mano a mano con y contra Guerrita, los mayorales reservaban el toro de mejor nota para el quinto lugar, costumbre de donde procede el proverbio "no hay quinto malo". Intentaremos hacer honor al adagio en esta quinta andanada -quién sabe si de babor o estribor- de nuestras desubicadas invectivas.
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Una persona inteligente nunca habla de sus enemigos. Si los critica, aprenden; si los alaba, sospechan.
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La política es una mujer atractiva y perturbadora que tampoco acostumbra a quedarse con los mejores.
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Nacemos llorando y cada día que vivimos comprendemos por qué.
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Libertad sin idea de bien degenera en hipóstasis del capricho; idea de bien sin libertad, en tiranía de la intención. Ello explica por qué, para estructurar una comunidad política, los principios liberales son tan necesarios y a la vez tan insuficientes: la voluntad desasistida del entendimiento no es más que un impulso consumista y acrítico que sólo sabe exigir.
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Teoría mínima del humor negro: tragedia más distancia igual a comedia.
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Quienes rechazan la validez de una norma de conducta porque infringirla no va en perjuicio de tercero demuestran tener muy poca consideración por el daño propio.
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El tonto desea lo imposible; el malvado, lo indeseable.
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Escritores de best-sellers y grandes editoriales suelen confundir el lector medio con el medio lector.
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Para quienes escriben con voluntad de estilo, una palabra inexacta enrarece todo el universo.
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Nuestra brújula moral se desimanta en contacto con la banda magnética de la tarjeta de crédito.
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Ley económica insoslayable: las épocas de discursos grandilocuentemente agresivos suelen preceder y ser causa de otras de elevada inflación.
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A nadie debería sorprender que las ramas más radicales del ecologismo, del feminismo o del antiespecismo se enfrenten con rabia hasta el punto de vituperarse o liquidar a sus precursores. En tanto que credos laicos a imagen y semejanza del cristianismo, todavía están en la fase de abrir cismas y condenar herejes.
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Detrás de toda gran ambición hay siempre una gran vanidad. La ambición es la vanidad proyectándose hacia el elogio de la historia.
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Llenar de nombres el corazón es la única forma de aligerar su carga. Paradójicamente, un corazón vacío pesa más que uno lleno.
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Monoteísmo constitucional: "Todo dentro de la constitución, nada fuera de ella, ni siquiera cuanto la precede".
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Un niño con perro es un universo de seis patas.
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¡Ay de aquella sociedad en que las personas de clase inferior sólo pueden alcanzar reconocimiento público haciéndose criminales o deportistas...!
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La pedagogía contemporánea parece un pacto de silencio entre unos profesores que fingen enseñar con unos alumnos que fingen aprender. Éstos obtienen el aprobado y aquéllos, en compensación, conservan la plaza.
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Si el diablo hiciese inventario de sus posesiones, descubriría que está haciendo ofertas por almas que le entregaron gratis.
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"Mi ideología defiende..." Tu ideología no, tu sentimentología.
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El fetiche es la primacía de una determinada relación obra-entorno sobre la experiencia estética del individuo, esto es, sobre el centro mismo de su psique. La administración del fetiche constituye, por tanto, el gran hilo oculto de la dominación del pensamiento.
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¿Desencanto excesivo con las oligarquías del país? No; simplemente tiempo de cosecha.
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Pensar en que el ser que amamos es feliz con otro es reconocer que todavía el mundo tiene algo de bello.
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El emotivismo es la beatificación del instinto mediante la estesis: el fundamento ético que el pensamiento de raíz calvinista opuso a la gnosis grecolatina y cristiana. La teología católica nos había enseñado que las potencias del alma son tres: memoria, entendimiento y voluntad, y que la mera capacidad generativa de buenas intenciones se encuentra unos escalones por debajo.
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Ni el barón de Münchhausen salió de la ciénaga asiéndose de la coleta, ni el hombre vence su desolación insuflándose ánimos.