Fue el edil popular Jorge Mota quién se encargó de leer una reseña biográfica de Pío Baroja antes de la votación que debía decidir si el Ayuntamiento de San Sebastián le otorgaba su Medalla de Oro de la ciudad. La iniciativa había partido del PP en el año en que se celebra el 150 aniversario del "donostiarra más universal", según palabras del propio Mota. Acto seguido, la propuesta fue denegada de forma contundente. 3 votos a favor por 24 en contra, pese a que ninguno de los grupos de la cámara se atreviera a menospreciar el legado del escritor vasco. "No parece que la figura de la medalla de oro sea la más adecuada para profundizar en su figura y en su obra", recoge El Español de boca de Aitzole Araneta, de Elkarrekin Donostia. En lugar de eso, y como si no fuese compatible, propuso la programación de "eventos culturales y literarios" para difundir su obra "entre las nuevas generaciones, que tienen menos conocimiento de su trayectoria".
Por su parte, la portavoz socialista Marisol Garmendia también rechazó la concesión de la medalla, aduciendo que Baroja ya goza de "reconocimiento en espacios públicos" de la ciudad. En concreto un busto y una placa que señala la casa en la que nació, aunque, según ha desvelado Fernando Savater en Es la mañana de Federico, esa placa está equivocada. Garmendia tampoco quiso renegar tajantemente del escritor, reconociendo que un aniversario como el suyo "no puede pasar desapercibido en su ciudad natal, que se presume culta, lectora, artística, cinéfila y escritora, y que fue Capital Europea de la Cultura en 2016", pero nada de eso hizo que dejara de votar en contra de concederle la distinción propuesta por el Partido Popular. Su explicación para negarse partió del hecho de que Baroja fue muy "crítico" con la ciudad, llegando a escribir en 1917 que su espíritu era "lamentable". "Allí no interesa la ciencia, ni el arte, ni la literatura, ni la historia, ni la política, ni nada", leyó en alto la portavoz socialista, antes de concluir con una última cita: "Yo no tengo ciudad. Hoy por hoy me considero extraurbano".
Los argumentos del resto de los presentes siguieron la misma línea. Tanto EH Bildu como el PNV se negaron a otorgar la Medalla, pero remarcando que eso no quería decir que rechazasen a Baroja. Ante las repetidas muestras de regocijo por la obra del escritor, Mota se mostró sorprendido, contestando que "todavía no hay ninguna propuesta" de actividades para conmemorar su aniversario pese a "encontrarnos a finales de febrero". Además, también rechazó el requisito reglamentario que impide conceder la Medalla a título póstumo, ya que tanto Gregorio Ordoñez como Mikel Laboa estaban muertos antes de ser distinguidos con ella.