El enfrentamiento entre parte de los fans de Harry Potter con su autora continúa. Si los últimos productos aparecidos de la saga han tratado de silenciar paulatinamente su vinculación con J. K. Rowling, ahora unos productores han presentado un proyecto que busca de manera abierta transformar el universo que ella creó en algo más acorde a los postulados de las teorías queer, contra las que la escritora ha cargado en alguna ocasión.
En realidad, lo que J. K. Rowling trató de defender fue a la figura de la mujer, en general, ya que considera que se encuentra amenazada por una serie de teorías que, en última instancia, restan importancia al sexo biológico y otorgan toda la preponderancia al género como construcción social. Rowling, en definitiva, vino a posicionarse del lado del feminismo más clásico, y señaló el peligro del "borrado de la mujer" al que abocan ciertas posturas ideológicas si son llevadas a sus últimas consecuencias. Muchas de sus frases —cuestionar, por ejemplo, el uso de la expresión "personas menstruantes" en lugar de "mujeres"— no sentaron bien a una gran parte de su comunidad de fans, que la tachó de transfobia e inició un proceso en redes para deslegitimarla.
En ese contexto cobra mayor significado este último episodio. El objetivo de los productores, según han confesado, pasa por hacer del universo narrativo de Rowling algo "mucho más inclusivo". Según recoge un artículo en el diario El Mundo, la productora de vídeos de TikTok, Megan Mckelli, resumió de esta manera las intenciones del proyecto: "Intentamos reflejar la diversidad que existe dentro de la comunidad de fans en los personajes que tanto quieren, de forma que haya personas de todos los colores, que existan tramas queer y que veamos también a personas de distintas religiones". En otras palabras, pretenden adueñarse de la creación de una persona para hacerla más acorde a lo que consideran que prefieren sus seguidores.
En la práctica, las intenciones del proyecto pueden apreciarse en los requisitos que han publicado para el casting. Para el personaje del padre de Harry Potter, por ejemplo, se requiere a un actor "asiático, negro, descendiente de africanos, étnicamente ambiguo, multirracial, indígena, latino, hispano, de Oriente Medio, surasiático, indio o habitante de las islas del Pacífico". Para el de la madre a alguien que no sea "acorde a los convencionalismos de género, no binario o transexual femenino". Y así igual con el resto de protagonistas de una historia que no se centrará en las aventuras del joven mago, si no en la de la generación anterior.
A día de hoy, se desconoce si el proyecto llegará a buen puerto, ya que J. K. Rowling es la propietaria de los derechos de la marca Harry Potter, y ella no se ha pronunciado al respecto. Aún así, los padres de esta refundación de la saga aseguran ir muy en serio. Han contratado ya a un conocido director de casting y cerrado los meses de junio y julio para la grabación de la serie, que se emitirá, según dicen, en formato web.