El escritor José María Marco ha dicho en Es la mañana de Federico de esRadio, presentando su libro Azaña, el mito sin máscaras (Encuentro, 2021), que el protagonista de su ensayo "se odiaba a sí mismo", y que este "es uno de los aspectos más interesantes del personaje". El colaborador de LD ha señalado que detrás del "reformista ideal" y del "abuelito", por un lado, y, por otro, del "personaje maldito por rasgos de carácter y política", "detrás, hay un personaje muy complicado, que ha leído a los franceses reaccionarios".
Marco ha que "el personaje que encarna la II República es el que más se ensaña en su crítica, en su crítica destructiva" y que, por primera vez, "empezamos a entender un poco esta mente tan increíblemente complicada". El también profesor se ha referido a la "crítica feroz hacia el liberalismo, muy inspirada en los antiliberales franceses", que hizo el que fuera presidente de la II República: "Hay un malentendido con la literatura española: los del 98, ¿modernizadores? Los del 98 son arcaizantes, y Azaña recoge ese espíritu y lo lleva muy lejos".
El copresentador de Libros con Marco ha apuntado que el republicanismo de Azaña "no es ideológico, sino una tabla de salvación: se acoge al republicanismo porque se le ha hundido todo", un republicanismo "completamente sectario, dogmático, que nunca se contrasta con la realidad". Además, ha destacado que el autor de La velada en Benicarló "es un gran prosista y tiene lecturas de autores españoles muy de fondo". "Quería ser un artista, y eso hay que tomárselo en serio. Ahora, todo el mundo quiere ser artista, influencer… Azaña quiere ser un artista de la palabra. Quiere escribir una gran novela, pero no tiene una gran imaginación", ha añadido.
Además, Marco ha apuntado que "la monarquía parlamentaria ha tomado a Azaña como referente", hecho que considera "absurdo".