"Básicamente, lo que quiero hacer cuando deje de rodar es escribir novelas", aseguró Quentin Tarantino en 2015. Ya ha dado su primer paso en el mundo de la literatura. Ya está en librerías Érase una vez en Hollywood, una novela con la que ha decidido rendir un homenaje a la antigua costumbre de la industria cinematográfica de publicar novelas en paralelo al lanzamiento de sus películas más taquilleras.
Tarantino se lanza en esta novela a demostrar que no solo es uno de los cineastas más importantes del presente, sino también un escritor de primera línea que no se limita a trasladar a la narrativa lo que mostró en pantalla, sino que altera la estructura de la historia, aporta nueva información sobre los protagonistas y abre caminos inesperados en el argumento. Aunque sigue los pasos de su propia película, en la versión novelada de Érase una vez en Hollywood ahonda en los personajes hasta engrandecerlos de un modo asombroso y, sobre todo, reconstruye con mayor precisión el ambiente existente en Los Ángeles de finales de los sesenta y principios de los setenta.
En apariencia, el argumento de la novela es el mismo que el de la cinta: un actor de Hollywood está viviendo sus horas bajas. Tras diez años protagonizando wésterns, thrillers y películas bélicas de enorme éxito, la figura de Rick Dalton ha quedado ensombrecida por la de Steve McQueen y ahora solo consigue papeles en series de televisión –género que desprecia– y en producciones europeas –que también mira con recelo–. A su lado siempre está Cliff Booth, un veterano de guerra que antes trabajaba como su doble de acción, pero que ahora, dada la escasez de trabajo, se ha convertido en su recadero o, mejor dicho, en su fiel escudero.
Paralelamente a la historia de estos dos antihéroes, Tarantino nos explica la de la "familia Manson" y, por extensión, la de la transformación que el movimiento hippy sufrió en los estertores de la década de los 60. El autor nos relata los orígenes de Charles Manson –algo que omite en la película– y de la formación de la secta que lideró en aquel entonces.
Quentin Tarantino continúa mezclando realidad y ficción en la versión novelada de su película, pero la cantidad de información que ahora aporta hace que los personajes inventados se fusionen mucho mejor con los auténticos protagonistas de aquel Hollywood, hoy ya extinto. Además, en la novela el orden de los acontecimientos varía.