Los dos Herreros. Cuando Hollywood brillaba en la Gran Vía (Modus Operandi), firmado por Enrique Herreros, es un libro de corte autobiográco escrito en clave de humor con el que acercarse a la biografía de dos grandes y deambular por la historia del cine y la publicidad de nuestro país.
Enrique Herreros, de 93 años, es un personaje muy singular. Hijo del dibujante y creador de La Codorniz, ha sentido siempre una gran veneración por su padre. "Mi buen padre", lo llama siempre.
El padre, es el español que mejor conoce Hollywood. En los años treinta del cine, supo crear la tipografía, los iconos y la sintaxis cromática con la que los españoles aprendieron a leer un cartel publicitario de cine en la Gran Vía de Madrid. El hijo, después de haber cursado con éxito el doctorado en la academia paterna, estuvo acertado para conseguir el primer Oscar español con Volver a empezar de su amigo José Luis Garci. Enrique Herreros rememora los días en los que los lanzamientos artísticos alcanzaba notoriedad y por los mentideros de la profesión se comentaba aquello de "esto lo han hecho los dos Herreros".
Lo bonito que tiene Eduardo Herreros es que sabe mucho, pero no presume. Tiene un tono humorístico suave, con retranca, inteligente, con un punto bohemio, sin vanidad y sin darse importancia. Son 30 capítulos, cada uno titulados con un refrán, y hay un doble protagonista: su "buen padre" y él. Los dos fueron grandes figuras de la publicidad de cine e hicieron grandes campañas para Romy Schneider y Sara Montiel, por ejemplo. Se hacía amigo de las grandes estrellas recogiéndolas en su coche al pie del avión.
En este libro recopila anécdotas muy curiosas, como el día en el que enviaron a Sarita Montiel una tarta con una calavera y un cartel que decía: "Amor mío. ¡Vengo a matarte por puta! Juan" (pág. 123).
Nati Mistral también fue descubierta por Herreros padre. El autor dice: "Fue la mujer más importante en la vida de mi buen padre". "Feliz cumpleaños, ¡animal!", le dijo ella una vez (pág. 141).
Herreros retrata el ambiente del Madrid feliz y bohemio, una fiesta, una "pura alegría". Había mucho ingenio y muchas ganas de divertirse. Hay elementos de costumbrismo y habla de los cafés de la época (Coto, Roma, Embassy, Cervecería de Correos, Palace, Chicote, Balmoral y Hilton); y de los Boîtes y tablaos (Corral de la Morería, El Duende, Gitanillo, Zambra, Alazán, Parrilla del Rex; Pasapoga, Casablanca, J’Hay. Moroco...)
En conclusión, es un libro tan singular como el personaje, muy divertido. Leer este libro es como escuchar a Enrique Herreros.
Enrique Herreros: Los dos Herreros. Cuando Hollywood brillaba en la Gran Vía, prólogo de Eduardo Torres Dulce, Madrid, ed. Modus Operandi, mayo 2021, 227 págs, 20 euros. ISBN: 978-84-18016-08-0.