Los reyes de España se han desplazado este miércoles a Oliva (Valencia) para entregar el Premio Cervantes 2020 al poeta Francisco Brines, en su domicilio en la finca familiar Elca, que ha inspirado muchos de sus poemas, al no poderse celebrar la ceremonia el pasado 23 de abril por el delicado estado de salud del escritor, de 89 años de edad.
Felipe VI entregó al escritor la escultura y la medalla acreditativas del premio más importante de las letras hispanas, en reconocimiento a la poesía "intimista y entrañable" de uno de los pocos poetas supervivientes de la Generación de los 50, reconocido también con el Premio Nacional de Literatura, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Internacional de Poesía Federico García Lorca y el Nacional de la Crítica.
El acto institucional se celebró en el interior de la vivienda del poeta, en una ceremonia íntima a la que asistieron una decena de personas, entre ellos el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, el director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, la directora general del Libro, María José Gálvez y la sobrina del escritor Mariona Brines.
El poeta regaló al rey una edición especial de La iluminada rosa negra, una antología poética con 40 de sus poemas, prólogo de Carlos Marzal, y 20 serigrafías originales del artista Antonio Martínez Mengual firmadas a mano, uno de sus libros más preciados.