Explica Andrés Amorós que el confinamiento por la pandemia le ha permitido ver mucho más cine que antes; y eso precisamente es lo que le ha hecho descubrir el último libro que ha querido recomendar a los oyentes de Es la mañana de Federico, en esRadio. Buceando en una de las plataformas de cine y series que proliferan estos días, el crítico terminó viendo una película basada en la novela de Lissa Evans titulada Su mejor historia (Bóveda). Así llegó hasta un libro que considera "un sólido producto inglés". "No un Shakespeare o un Cervantes, pero una obra fácil y agradable de leer, muy bien construida, en la que lo dramático y lo cómico funciona perfectamente".
La trama está ambientada en el Londres de 1940, con un paisaje marcado por los bombardeos periódicos y la catástrofe de la guerra. En ese contexto, la protagonista es contratada para dirigir películas propagandísticas, elemento que le sirve a la autora para explotar la faceta cómica de unos personajes que se encargan de producir "cintas malísimas" que, sin embargo, tienen un poder enorme para elevar los ánimos de unos ciudadanos devastados.
Para Amorós, sin embargo, lo más interesante de la obra tiene que ver con "cómo documenta los efectos de la guerra la vida cotidiana". Y pone ejemplos: "Se ve a una gente obsesionada por la comida, hambrienta y somnolienta, que ha perdido el sentido del tiempo debido a la rutina y a la repetición del día a día". Y eso se plasma de la manera más sencilla. "Una pobre mujer a la que se le cae un huevo al suelo. Una tragedia en tiempos de desabastecimiento. O un hombre nostálgico del alcohol, que dice socarronamente que no ha tenido resaca desde enero del 40". Entre esa amalgama de vida corriente, "marcada por el miedo, como es lógico", se suceden las reacciones más dispares. "Relaciones amorosas que se rompen inusitadamente, otras que se precipitan, y gente que se descubre con miedo a que regrese la paz". Y en mitad de todo ello, una historia de amor protagonizada por dos personas perfectamente normales, "incluso sosas, grises". "Porque no sólo se enamoran Romeos y Julietas".
En definitiva, una novela clásica, "dirigida al gran público". Pero con una única pega, en opinión del crítico: "Es demasiado extensa, más de quinientas páginas. Aunque entiendo que esta pueda ser una manía mía".