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Los libreros catalanes claman contra la Generalidad: "Nos ahoga poco a poco y en silencio"

Denuncian que por quinto fin de semana consecutivo están obligadas a cerrar y que, incluso, las más grandes no pueden abrir entre semana.

Una librería. | Pixabay/CC/JayMantri

La Cámara del Libro de Cataluña firma un manifiesto en apoyo a las librerías en el que se asegura que el Gobierno catalán les "ahoga poco a poco y en silencio" con sus "medidas erráticas, mentiras y agravios comparativos" frente al coronavirus.

Aunque cueste "reaccionar como sector", el colectivo quiere rebelarse contra eso y, por este motivo, el próximo sábado organizará un acto en la Fàbrica Lehmann contra el cierre de las librerías, que ven una "condena" para un "conjunto de profesionales enorme", según un comunicado. En el acto, el escritor Màrius Serra leerá su nuevo cuento y, a continuación, se lo comerá, puesto que está elaborado con papel y tinta comestibles.

El manifiesto recuerda que, por quinto fin de semana consecutivo, la Generalidad obliga a cerrar todas las librerías, además de haber acordado que las que tienen más de 400 metros cuadrados de superficie deben cerrar a diario sin "ningún margen de maniobra".

"Queremos rebelarnos contra todo esto —afirma el texto— y por eso estamos aquí. Estamos aquí porque no nos dejan ser en ninguna librería, insistimos, y queremos que nos dejen ir. Nos han mentido declarándonos esenciales y cerrándonos al día siguiente y las medidas parecen perseguir el aislamiento de los diferentes colectivos de trabajadores culturales".

Recuerdan que primero cerraron teatros y cines y, más adelante, las librerías. "¿Cómo se pueden defender, en esta situación de crisis, desguace y desbarajuste burocrático, unos derechos culturales esenciales? Tenemos que encontrar la manera de hacerlo", indican.

Entienden que en la actualidad la mejor campaña de fomento de la lectura es "tener las librerías abiertas", además de ser lo más económico de todo y lo que habría sido un "gesto rotundo y coherente con la declaración de la cultura como bien esencial del pasado mes de septiembre".

Lo contrario, subrayan, es dejar a estos establecimientos a "la intemperie". Si el Gobierno catalán "considera que el fomento de la lectura es un capricho, dejémonos de declaraciones de esencialidad", señalan.

"Ya basta de aguantar —proclaman— que los dineros se gestionen desde el cálculo de hacer callar a la gente. Queremos proyectos de país con proyectos de cultura definidos. Ahora que estamos en campaña electoral, queremos saber a qué proyecto de cultura damos nuestros votos".

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