La última recomendación literaria de Andrés Amorós en Es la mañana de esRadio ha venido encabezada por la canción inglesa If winter comes. La razón, sencillamente, se debe a que su letra fue compuesta por el autor del libro de la semana. De esa forma, el crítico ha dado a conocer una novela "encantadora", con la que reconoce haber disfrutado muchísimo, y que considera poco conocida por el gran público, en general.
Recuerdos de un jardinero inglés (Pacífica) narra la vida de un joven enamorado de las flores que se labra una carrera prestigiosa a base de cultivar jardines. "Se trata de una historia muy marcada por un humor inglés blanco, típico, apta para todos los públicos, pero en la que suceden bastante cosas al mismo tiempo", ha explicado. A través de la imagen del jardín, por ejemplo, se va desplegando la defensa de una serie de valores muy específicos: "La vocación, el trabajo, la dignidad, el no volverse loco por el dinero, el buen tacto con el patrón y el buen humor; en definitiva, la importancia de estar en paz con todo el mundo". Junto a eso, además, también puede entenderse en clave metafórica, "ya que el jardín simboliza la lucha constante contra el mal, teniendo siempre que mantenerlo cuidado de las malas hierbas; o la alegría". En un momento del libro, el protagonista explica que "es imposible estar enfadado mucho tiempo dentro de un jardín", aunque sí que especifica que las únicas personas por las que siente odio es por las que "se empeñan en destrozar la belleza del mundo". Para el crítico, toda la novela podría leerse como una alegoría de la vida, "pues nos enseña que, por lo general, siempre se recibe lo que se siembra". Y como colofón, la historia va describiendo el marco histórico que fue variando en la Inglaterra anterior a la Primera Guerra Mundial hasta finales de la Segunda. "Una pequeña obra maestra".
Reginald Arkell, su autor, fue un famoso humorista del siglo pasado que consiguió un notable éxito gracias al libro. "Lo publicó en 1950 y para las navidades de 1979 llegó a ser representado en el castillo de Windsor". De hecho, la obra ha llegado a ser comparada con el Pickwick de Dickens o con el Jeeves de Wodehouse. "Una obra genuinamente inglesa y fenomenalmente escrita, para disfrutar con buen humor de la lectura", ha concluido Amorós.