El Pazo de Meirás fue residencia de verano de la familia Franco y contiene, entre otros objetos de valor, la biblioteca de Emilia Pardo Bazán y bienes de Patrimonio Nacional que forman parte de las Colecciones Reales y que están documentados.
La finca pasó a ser propiedad pública en cumplimiento de una sentencia que no es firme y que está recurrida por la familia Franco. Aun así, el Gobierno pidió la ejecución provisional de la sentencia, un movimiento político que obligó a la familia Franco a entregar las llaves del pazo al Estado. En caso de que los herederos del dictador ganasen el recurso, el Estado tendría que indenmizarles por los gastos ocasionados.
El Gobierno ha convertido esta situación en un acto más de propaganda y ha montado un circo en torno al Pazo de Meirás. Consuelo Castro, abogada general del Estado, posó ante la prensa con las llaves del Pazo de Meirás, con una sonrisa triunfal, e hizo entrega, en un acto "simbólico", de las llaves a una representante de Patrimonio del Estado que, a la espera de que se resuelvan los recursos presentados, se hizo cargo de la propiedad.
El abogado de la familia Franco, en declaraciones exclusivas para Libertad Digital cuenta que se trata de una "entrega provisional" que solo "se explica desde un punto de vista político, porque lo importante es hacerse una foto en el Pazo diciendo que lo han conquistado". Luis Felipe Utrera-Molina se explica, "nadie en su sano juicio pediría la ejecución provisional de una sentencia como ésta, porque imagínese a partir de ahora los españoles tenemos que pagar el pazo y segundo si ganamos, si la familia gana el pleito, tiene que indemnizarle con todos los gastos que se hayan producido como consecuencia de tenerse que llevar todas las cosas de allí". El abogado se lamenta de que el gobierno "juega con pólvora del rey… pagan todos los españoles", concluye.
Ahora es el turno de decidir qué hacer con este pazo. El Gobierno quiere darle un uso "de tipo cultural y de memoria" porque dice que es "un lugar con un valor de recuperación para la democracia", según avanzó el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, que dice que la voluntad del Ejecutivo es "recuperar un bien que es de todos los españoles" y que "fue un expolio".
La Xunta de Galicia presentó las bases para el plan de usos del Pazo de Meirás que pivotarán sobre la figura de Emilia Pardo Bazán y la creación de "un jardín de la libertad destinado a la memoria a modo de recuerdo y reparación de los represaliados por el franquismo".
En su columna en El Mundo, Jiménez Losantos se pregunta si este "lugar de memoria" también recordará que "el anterior Gobierno socialcomunista, el del Frente Popular de 1936, asesinó al hijo de doña Emilia y a su nieto, de 17 años". "Semanas después de fracasar el alzamiento en Madrid, unos milicianos, dentro de la política genocida contra católicos y derechistas indefensos, los secuestraron, torturaron en una cheka y asesinaron en la pradera de San Isidro (…). Por eso, Blanca, única hija viva de doña Emilia, legó a Franco la biblioteca de su madre", escribe.
El legado de Pardo Bazán
"Debemos apostar y profundizar por doña Emilia" porque "a Galicia y al futuro nos interesa más hablar de las Torres de doña Emilia que hablar del Pazo de Franco", aseguró el consejero de Cultura, Educación y Universidad de la Xunta, Román Rodríguez.
Los objetivos "básicos" son "garantizar la apertura de las Torres de Meirás a toda la ciudadanía" y "revitalizar un espacio único de gran valor histórico y cultural", ya que además es Bien de Interés Cultural, indicó Rodríguez. "Apostamos —resumió— por un espacio vivo, de actividad, abierto y del que los gallegos podamos sentirnos orgullosos, que recupere el sentido original del inmueble deturpado por el franquismo, un espacio que resalte la importancia y el legado de Emilia Pardo Bazán".