María Elvira Roca Barea se propuso acabar con la leyenda negra que arrastra España y abrir los ojos a los españoles sobre cómo el relato actual de la historia de nuestro país y de Europa se sustenta en ideas basadas más en sentimientos nacidos de la propaganda que en hechos reales. Su libro Imperiofobia y leyenda negra (Siruela) se convirtió desde su lanzamiento en 2016 en un gran fenómeno editorial que, tres años después, sigue imparable con más de 100.000 ejemplares vendidos. Sin embargo, parece que la tesis que sostiene la profesora andaluza escuece a muchos.
El País publicó un reportaje titulado "Las citas tergiversadas del superventas sobre la leyenda negra española" en el que acusaba a Roca Barea de usar "referencias incorrectas e incluso inexistentes". El diario sostenía que tras "un examen detenido del ensayo y de las fuentes citadas" habían localizado una treintena de casos en los que Roca Barea "ofrece cifras abultadas" y "establece dudosos paralelismos con el nazismo o saca a colación el nombre de prestigiosos investigadores con datos que luego no se encuentran en los estudios invocados".
El escritor Arturo Pérez-Reverte insistió en esta línea y publicó el domingo una columna en XL Semanal titulada "Imperioapología y otros disparates" en el que atacaba a la autora y se mostraba molesto por algunas referencias que ésta había realizado a algunos de sus libros. "Roca Barea dedicó una mención poco simpática a las novelas del capitán Alatriste: criticar a la Inquisición le parecía antipatriótico. En su momento no le di importancia, pues novelistas como Pérez Galdós, Baroja y Blasco Ibáñez, de más talla que la mía, hacen innecesario rebatir esa estupidez". Añadía Reverte que, en el nuevo libro de Roca Barea, la malagueña volvía a dale "un pellizquito de monja, esta vez con Hombres buenos: precisamente una novela que escribí sobre el difícil empeño de los ilustrados en España, con el resultado de un siglo XIX infame y un XX trágico".
En defensa de Roca Barea
Estos ataques contra Roca Barea han despertado la indignación de muchos investigadores e historiadores, que han iniciado una recogida de firmas en defensa de la autora. Se han sumado más de un centenar de personalidades, nombres tan destacados como los del escritor Fernando Savater, el periodista Arcadi Espada, el dramaturgo Albert Boadella, el filósofo Gregorio Luri; la directora de la Real Academia de la Historia Carmen Iglesias o el novelista Javier Moro.
En un escrito dirigido a El País, dicen: "Los abajo firmantes hemos leído con sincero estupor el amplio artículo que el diario El País dedicó el pasado 20 de diciembre a desautorizar el libro Imperiofobia y leyenda negra, de la investigadora Elvira Roca Barea, y no podemos menos que mostrar nuestra sorpresa e indignación por el tono y planteamiento del texto periodístico de este diario".
En esta carta aseguran que "es insólito someter a una criba semejante a un ensayo histórico que, en todo caso, debe ser objeto de contraste de pareceres y controversia en el ámbito académico, o en el terreno de la crítica cultural". Añaden que las precisiones que realiza El País son "fácilmente corregibles en alguna de las nuevas ediciones del libro, sin que ello afecte lo más mínimo a la tesis principal que Imperiofobia defiende". Asimismo critican la apreciación que el mencionado diario realizada de Roca Barea, a la que tachan de "referente del pensamiento conservador español".
Los firmantes mencionan la doble vara de medir de El País con el ejemplo de Imperiofilia, de José Luis Villacañas, "un libro plagado de juicios de valor sin ningún fundamento que no ha merecido reproche o comentario crítico" y al que el periódico en cuestión ha dedicado bastante espacio.
"Paradójicamente, el propio artículo de El País, en su empeño por desautorizar el libro Imperiofobia no hace otra cosa más que confirmar una de las tesis que su autora defiende: la resistencia de una parte de la intelectualidad española del presente a admitir la pervivencia de la leyenda negra entre nosotros", concluyen.