Antonio de Lara, más conocido como Tono (1896-1978) es el miembro más desconocido de la que José López Rubio bautizaría como la otra Generación del 27, la integrada por humoristas que se formaron en torno a las revistas Buen Humor y Gutiérrez, vivieron el Hollywood dorado de la década de los treinta, pasaron la Guerra Civil y terminaron conformando el núcleo fundacional de La Codorniz. La editorial Renacimiento acaba de publicar Tono, un humorista de la vanguardia, firmado por Gema Fernández-Hoya, Santiago Aguilar y Felipe Cabrerizo.
López Rubio lo definió como "un extraterrestre caído del cielo". Azcona diría: "Era una fiesta estar con él: ese tipo de personas que ves al otro lado de la Cibeles y teprecipitas sobre el tráfico para saludarlos". El poeta Manuel Alcántara lo consideró "un benévolo comisario Maigret del humor".
Tenía múltiples talentos. Fue dibujante, escritor de teatro, periodista y actor de doblaje. En París, fue pintor de vanguardia. Dibujaba unos chistes de líneas rectas que recuerdan al cubismo y a Juan Gris.
Tono revolucionó junto con su amigo Miguel Mihura el teatro humorístico y la comedia cinematográfica en la España de posguerra. También colaboró con Llovet y Jorge Llopis. Es el exponente del "nuevo humor": absurdo, blanco, elegante, vanguardias contra lugares comunes.
Este libro desmonta dos tópicos. Decían que era vago y, sin embargo, no paró de trabajar. Asimismo, desmiente la negrura del Madrid de posguerra: "Era un encanto".
Divertidos títulos de teatro
Escribió muchos títulos de teatro, con unos títulos divertidísimos: Un bigote para dos; Los caballeros las prefieren castañas; ReebecO; Romeo Y Julieta Martínez; Cuando yo me llamaba Harry; Diálogos estúpidos; Ni pobre ni roco, sino todo lo contrario; ¡Qué bollo es vivir!; La verdad desnudita; Cinco mujeres nada menos; Guillermo Hotel; Federica de Bramante; Evda, Adán y Pepe....
Esta biografía rememora alguna de las anécdotas más simpáticas de Tono, como su encuentro con Einstein y cómo consiguió hacerse su amigo. Fue diciéndole: "Todo es relativo".
Era un hombre corpulento, con bigote de la época, y un día mientras comía en una taberna, unos ultras le confundieron con Girón y se pusieron a su disposición: "Ya os avisaré. Vosotros, tranquilos", les contestó.
También recoge algunos chistes:
- Me llamo Etelvina. ¿Y Ud.?
– Yo, no.
"En mesilla de noche, pongo dos vasos, uno lleno y otro vacío. El lleno por si tengo sed, el vacío por si no".
"En Madrid rojo, dos castizos delante de taberna con callos y caviar. Uno le dice al otro - Yo he nacido en la calle de Leningrado, me he criado en el barrio de Korlikoff y vivo en la calle Odesa.
- ¡Qué chulo!"
Una señoras de derechas: "En una de éstas, vuelve a estallar otra guerra civil, vienen los rojos y nos vuelven a matar otra vez".
Al taxista: - A la Plaza del 2 de mayo.
-¿De qué año?
Los presos que logran quitar la reja de la celda: "¡Vaya!, está lloviendo".
Gema Fernández-Hoya, Aguilar y Cabrerizo: TONO. Un humorista de la vanguardia, Sevilla, ed. Renacimiento, 2019, 475 págs, 20’80 euros. ISBN: 978-84-16981-77-9.