Quince años, seis novelas y dos autores han hecho falta para dirigir una de las sagas literarias más aclamadas de lo que llevamos de siglo hacia un final melancólico pero digno. La serie Millenium llega a su fin, lo que no puede generar más que una inevitable sensación de desamparo a sus más de cien millones de lectores en todo el mundo. Sin embargo, aún queda el último abandono placentero, la última lectura desbordada de esta encadenación de thrillers que en el fondo son uno solo. Para concluir la historia, ya está en las librerías La chica de vivió dos veces (Destino), quizás el desenlace más esperado de la última década.
Durante la presentación del libro en España, la única intención de los editores ha sido homenajear a su protagonista. Por eso, el sitio elegido ha sido el complejo policial de Canillas, sede de la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional. "Creemos que es el lugar que Lisbeth habría preferido". Y a juzgar por la sonrisa radiante de David Lagercrantz, autor encargado de la saga desde el fallecimiento de Stieg Larsson, la elección no ha ido mal encaminada.
"Vivimos en una nueva sociedad, mucho más conectada", ha comentado él. "Y en esta nueva sociedad, la ciberdelincuencia es quizás la mayor amenaza, tanto para los sistemas democráticos como para los propios individuos". Por ello, tal vez, el personaje de Lisbeth Salander, "la hacker informática más importante de la literatura", constituye el reflejo perfecto de estos tiempos actuales. "Tengo entendido que esta Unidad de Investigación Tecnológica es de las mejores de Europa, e incluso del mundo", ha continuado Lagercrantz. "Sin duda, Lisbeth habría estado encantada de poder estar aquí, y de colaborar con su talento".
Y lo cierto es que Lagercrantz sabe mejor que nadie hasta qué punto la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad en todas las sociedades del mundo. Él mismo se ha visto como una víctima potencial durante la escritura de este último manuscrito, y hasta ha tenido que terminar escribiendo a la antigua usanza para evitar filtraciones indeseadas. "Me consta que a las editoriales que llevan la saga en diferentes lenguas les han llovido supuestas solicitudes de ‘periodistas’, que querían echarle un vistazo por adelantado al trabajo, pero que al final resultaban ser ladrones informáticos en última instancia", ha explicado. "Por eso, al final, durante esta fase última de escritura he tenido que ser especialmente cuidadoso y utilizar un ordenador sin acceso a internet". Paradojas de la vida: alguien ha intentado hackear la historia de la reina de todos los hackers.
Una historia que llega a su fin
Después, adentrándose en la novela, Lagercrantz ha explicado algunas de sus principales intenciones cuando se sentó a escribir sobre Salander por última vez. "Toda novela de Millenium debe tener una serie de ingredientes concretos", ha dicho. "Por un lado debe existir un asesinato, o un acontecimiento turbulento y misterioso, que sustente la mayor parte del suspense; y por otro, y en este caso que nos ocupa más concretamente, era necesario concluir la propia historia personal de Salander, enfrentándola a su hermana gemela Camilla". Con respecto a esa revelación, ha comentado únicamente que "todos sabemos que a Lisbeth no le gusta sentirse perseguida, y que prefiere ser ella la que lleva la iniciativa y acorrala a sus presas".
Además, por otro lado, ha comentado que uno de sus "sueños de siempre" ha sido "tratar de conectar todos los estratos sociales en un mismo libro". Por ello, la historia del periodista Mikael Blomkvist, en esta ocasión, "comienza cuando un mendigo fallece pronunciando el nombre de uno de los ministros del Gobierno sueco, y se centra en sus intentos por encontrar la extraña relación entre ambos personajes". Como colofón, ha asegurado que en esta última entrega ha procurado "profundizar un poco más, tanto en las debilidades de Lisbeth como en la personalidad ambigua y misteriosa de Camilla". Baste eso para enmarcar las novedades que trae consigo el último capítulo de la saga.
Ciberdelincuencia y ciberseguridad
Por último, Lagercrantz ha querido enfatizar su intento por escribir un libro que tratase sobre alguno de los puntos de interés social más destacados de la actualidad. "En ese sentido", ha comentado, "el suspense es la mejor herramienta para enganchar al lector, y hace más fácil la transmisión de información relevante, que a día de hoy no todos conocemos en profundidad".
A partir de ahí, ha centrado la presentación en "los grandes retos de las sociedades democráticas actuales", muchos de los cuales pasan por la ciberseguridad. "En los últimos tiempos hemos visto cómo diferentes grupos, poderosos y no tan poderosos, se han encargado de expandir bulos con el único objetivo de lucrarse fragmentando a la sociedad", ha dicho. "Y a eso habría que añadir otro tipo de delitos, que atentan contra nuestra intimidad, ya que a día de hoy la mayor parte de nuestra vida está en internet". Por ello, ha concluido su intervención felicitando a la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional, y agradeciendo a los agentes su trabajo por proteger en la red a todos los ciudadanos.