Después de conversar frente a los micrófonos con su editor, Ricardo Artola, durante la presentación de su última novela, José Ángel Mañas (Madrid, 1971) hace balance y, todavía insatisfecho, con la sensación de no haber explicado bien lo que pretendía, exclama: "La conquista de América no debió darse, esa es su grandeza. Nos hemos acostumbrado a que fue, y a que es, pero para que se diese tuvieron que pasar tantas cosas prácticamente imposibles que, realmente, las hazañas de Cortés y de Pizarro sólo pueden explicarse como acontecimientos increíbles". Ambos, tanto el escritor como el editor, se han reunido en la Casa de América y han ido analizando los componentes más destacados de Conquistadores de lo imposible (Arzalia), un repaso novelado de ese periodo histórico en el que algunos centenares de hombres arriesgaron sus vidas buscando riqueza y fama en un nuevo mundo que nunca antes había sido explorado.
La motivación de Mañas, por más que lo pueda parecer, no ha tenido nada que ver con el quinto centenario de la Conquista de México, que se celebra este 2019: "Sabíamos que eso iba a llegar, está claro, y al final ha llegado pese a todas las polémicas. Es verdad que está habiendo una conmemoración un poco a la española, de forma improvisada, como ocurrió con Cervantes, pero lo importante es que al menos se conmemore" dice, antes de reconocer, por su parte, que comenzó a escribir el libro por otras razones: "A mí lo que me pasa es que me suelen interesar de repente algunos periodos históricos. Cuando me pasa eso me pongo a leer todo lo que puedo sobre ellos y, al final, llega un punto en el que he invertido tanto tiempo en eso que me surge la sensación de que debo rentabilizarlo escribiendo una novela".
En el caso del descubrimiento y colonización del Nuevo Mundo, celebra que exista una cantidad tan ingente de crónicas y documentos que "aporten detalles" de todas las expediciones que se fueron realizando. "Hay muchísimos textos, desde las Cartas de relación del propio Cortés hasta todo lo que escribió el Inca Garcilaso de la Vega, pasando por las narraciones de Bartolomé de las Casas, con su perspectiva particular", comenta. Aunque de todos ellos, al que más destaca es a Bernal Díaz del Castillo. "Su Historia verdadera está a la altura del Lazarillo, a nivel literario. Es de los pocos cronistas que tienen talento narrativo, y aporta siempre esos detalles ricos que para un novelista son como oxígeno", sentencia. "Hay tanta información que es difícil hacerse una idea. Esta novela tiene casi 700 páginas, y eso que mi estilo es especialmente sintético, y ni siquiera he narrado todo lo que podía".
Su novela, concretamente, arranca con la Conquista de México por parte de Hernán Cortés y avanza a través de las expediciones de Francisco Pizarro y Núñez de Balboa. "La mayoría de ellos eran rebeldes", dice Mañas. "Lo de Cortés fue una huida hacia delante. Se fue huyendo de la justicia y acabó abriendo la primera vía de exploración en el nuevo continente". Para él, además, la magnitud de esa gesta es difícil de comprender simplemente leyendo los datos. "Cortés llegó con cuatrocientos hombres y tuvo que ingeniárselas para ir avanzando y sobreviviendo a las adversidades", comenta. "Lo que hizo no es comparable con ningún otro episodio histórico, porque los medios que disponía eran escasísimos. Ninguno de los grandes conquistadores de la historia, desde Alejandro Magno hasta Julio César, consiguieron tanto con tan poco", explica. Y tal vez por eso, Artola aprovecha el momento para sacar a la palestra una frase del propio Mañas: "¿Sigues convencido de que Cortés es el español más importante de la historia después de Cervantes?". "Sí, vamos a ver. Entre Cicerón y Julio César uno tiende a tener más simpatía por Cicerón, pero es indudable que si no fuera por Julio César ninguno de nosotros hablaríamos la lengua que hablamos. Algo parecido pasa con Hernán Cortés", dice. Después, preguntado por la controversia en torno a la figura del conquistador, responde llanamente: "Cortés es un personaje muy complejo, con muchas luces y con muchas sombras, pero guste o no, él es el padre del México contemporáneo".
La conversación, finalmente, acaba analizando el gran contenido novelístico y cinematográfico "que todavía no ha sido explotado bien". "A nivel de peripecias y aventuras es imposible dar más", dice Mañas. "Todo lo que les ocurrió y todo lo que hicieron, parece que lo hacían sabiendo que estaban escribiendo la historia. De verdad que, cuanto más te adentras en la conquista de América, más increíble parece".