El buenismo está de más. Este protagonista odia a su madre y la quiere muerta, sería capaz de asesinarla con sus propias manos movido por un rencor exacerbado. Es un personaje destructivo, violento, despiadado y manipulador que despierta en el lector tan solo instinto de compadecer. La escritora y periodista Tatiana Tibuleac (1978, Moldavia) afincada en Francia, ha creado una novela tan desgarradora como atractiva, llena de matices y reflexiones, por la que los libreros la han aupado a la primera fila de las nuevas voces de la literatura europea.
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (Impedimenta) es una novela con una intensa fuerza narrativa que trata temas universales como el resentimiento, la impotencia, la redención, la rabia y la falta de entendimiento entre padres e hijos. En este caso en particular, entre madre e hijo. Aleksy, ya adulto, rememora el verano que pasó con su madre en un pueblo francés tras salir de una institución psiquiátrica.
A modo de flashback, recuerda un pasado convulso hasta convertir al lector en un privilegiado espectador del día a día de esa familia disfuncional. Destaca su crudeza, con un estilo descarnado que destila lirismo. Comienza así:
Aquella mañana en que la odiaba más que nunca, mi madre cumplió treinta y nueve años. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre más inútil que haya existido jamás.
Las frases hirientes se suceden sin anestesia, son enunciados que supuran verdad:
Éramos unos despojos humanos –pólipos y quistes, y encima extirpados–, pero teníamos las pretensiones de unos riñones y un corazón.
Y otras, llenas de inocencia:
Cuando tienen dinero, a los enfermos psíquicos se les llama excéntricos.
La autora ha configurado una construcción psicológica de gran originalidad en la que se aborda la fragilidad de la vida, los muros que se alzan en torno al perdón o las dificultades para gestionar el dolor. El lector necesita, a cada página, conocer un poco más de la raíz de tanto resentimiento. Tibuleac apuesta, de forma acertadísima, por evidenciar la evolución del personaje principal a través del cambio en la percepción del color de los ojos de su madre.
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes es la novela debut de Tatiana Tibuleac, que previamente había publicado una colección de relatos titulada Fábulas modernas (2014). Ha recibido varios premios, entre los que destacan el otorgado por la Unión de Escritores Moldavos. En 2018 publicó su segunda novela, Jardín de vidrio.
Tatiana Tibuleac. El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes. Traducción de Marian Ochoa de Eribe. Impedimenta, 2019. ISBN: 9788417553036 256 páginas. 20 euros.