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Lope, el verso y la vida

Antonio Sánchez Jiménez ha publicado "la biografía más original y completa que se ha hecho de Lope hasta la fecha".

Retrato de Lope de Vega. | Cordon Press

Pasaban las siete y media de la tarde cuando el fantasma de Lope de Vega irrumpió en su propia casa. Allí, en la que había sido su vivienda madrileña y donde expiró, ya anciano y convertido en mito, se habían reunido admiradores y estudiosos de su obra para rendirle un colorido homenaje. Antonio Sánchez Jiménez presentaba Lope: el verso y la vida (Cátedra), la última biografía que se ha escrito sobre el Fénix, y es de suponer que tamaña intrusión había terminado por despertar en el aludido una curiosidad irrefrenable: todavía al comienzo de las presentaciones, una voz potente y clara interrumpió las alabanzas recitando un conocido soneto. Después, cuando todas las miradas se habían desviado hacia la puerta, el intruso avanzó gallardo por entre la multitud, desvelando su identidad. Cualquiera le habría tachado de impostor (o de actor, que para el caso es lo mismo), pero ninguno de los allí presentes tuvo el coraje de hacerlo. Una advertencia final había templado los ánimos: "Muchos hay que han escrito sobre mi figura. Ahora usted… Tendré que darle entonces el visto bueno a su obra, y si no… prepárese para batirse en duelo".

Aquella inesperada intromisión animó a los asistentes. En la mesa presidencial, junto al autor de la biografía, un risueño Luis Alberto de Cuenca aplaudía entusiasmado. Al fin y al cabo, qué mejor manera de presentar "la biografía más original y completa que se ha hecho de Lope de Vega" que invitando a su fantasma a pasarse a saludar. "Es un verdadero placer estar aquí de esta manera, en la casa de mi poeta favorito", dijo entonces De Cuenca. "Estar en la casa de Lope, presentando la biografía de Lope que ha escrito Antonio, es una verdadera delicia". "Sobre su figura", pronunció acto seguido, dirigiéndose al llamativo espectro, "se han escrito ya muchas cosas a lo largo de los siglos. Pero me atrevería a decir que ninguna tan fresca, legible y espontánea…". "Eso tendré que decidirlo yo", contestó graciosamente el fantasma. Una vez aplacadas las risas, y ya mirando hacia la audiencia, De Cuenca terminó sus reflexiones. "A Lope lo conocemos muy bien porque conservamos un epistolario importantísimo… Sin embargo, nunca había visto una biografía tan apegada a los textos. Una cosa que es importante es que esta biografía se lee como una novela, pero es también rigurosa, como cualquier estudio académico. Muestra muy bien cómo era Lope, uno de los grandes de nuestra cultura, y un 'extraordinario hombre ordinario'. Entonces los genios eran así: normales. Pienso en Lope como pienso en Shakespeare o en Cervantes… El malditismo de los poetas no surgiría hasta varios siglos después… Es curioso que una biografía haya conseguido decir algo original de Lope en estos tiempos, después de los ríos de tinta que han corrido sobre él a lo largo de los años. Eso tiene un mérito que hay que admirar".

Julio Vélez Sainz, profesor y director del Instituto de Teatro de la Universidad Complutense de Madrid, también dedicó unas palabras a la obra. "Lope es un hito, un fantasma, y una especie de símbolo nacional también… Es por eso que nadie llega a descubrirle realmente, porque nadie es capaz tampoco de vivir en el siglo XVI. Esta biografía, sin embargo, va a marcar lo que se va a entender de Lope en los próximos años. Está escrita por un autor que ya ha publicado tres monografías sobre usted", dijo dirigiéndose al espectro, "y todavía más importante, que sabe que el mejor documento de su vida es su propia obra". "Por eso este es un libro sobre Lope más complejo que los demás. En él asistimos a una sinfonía, y no vemos a un Lope monoforme. Aquí está encerrado el autor con sus luces y sus sombras, sus virtudes y sus defectos; y no solo el Lope conservador, o el Lope escritor, o el Lope amante… El título está muy bien escogido: Lope: el verso y la vida".

Antes de que acabase el acto, Josune García, directora de Ediciones Cátedra, explicó que se trata de un proyecto que está llevando a cabo la casa, que tiene previsto continuar lanzando biografías de grandes mitos de las letras universales. "Ya hemos publicado una de Dante, y ahora estamos con esta de Lope… Son, como veis, proyectos grandes, y no pueden estar encomendados a mejores manos". Sintiéndose aludido, Sánchez Jiménez tomó la palabra y concluyó con algunas consideraciones. "Para mí, una biografía es ante todo narración. Es la narración de una vida. Y es una narración que tiene que plasmar un carácter… No se trata de una monografía ni de un texto meramente académico… Por eso no puedo recibir mejor lo que se ha dicho hoy de la obra. Han sido todo halagos que han confirmado lo que me proponía al empezar a escribir. No buscaba especialmente que se leyese como una novela, porque tampoco lo es, pero no deja de parecerme un cumplido que se diga eso del libro. Aún así, todavía queda trabajo por hacer. Existen una serie de documentos a los que yo no he tenido acceso y que siempre pueden venir a completar lo que ya se sabe del Fénix", dijo. Por último, agradeció a Luis Alberto de Cuenca el soneto que abre la biografía, compuesto "en horas veinticuatro" expresamente para la edición, y le pidió que lo leyese. "No sé si me veo capacitado, teniendo delante al mismísimo Lope", se excusó él. Pero Lope, que por algo era el verdadero anfitrión en aquel acto, no permitió que la gente se fuera sin escuchar poesía y tomó un ejemplar para leer su homenaje:

Esta es la perdurable biografía
de aquel Fénix de ingenios, niño eterno
que jugó a ser genial y en pleno infierno
hizo brotar la flor de la alegría.
Esta es la hoguera de melancolía
en que ardió nuestro poeta más moderno,
duro en amor, con la familia tierno,

Aquí de su andadura por la España
de un siglo al tiempo oscuro y luminoso
que él protagonizó con su talento.
Aquí de su paseo por la entraña
del hispano vivir, por el gozoso
reino de la emoción y el sentimiento.

"Buen terceto final, señor De Cuenca, buen terceto final", concluyó el Fénix. "Pero, se ha saltado un verso", replicó el aludido. "Ya, es que no entiendo la referencia… 'Hyde de noche, Doctor Jekyll de día'... ¿Qué majadería es esa?". "Ya me imaginaba, ya. No la puede conocer, es de Robert Louis Stevenson, otro gran escritor que vivió algunos siglos después de usted". "Ahora comprendo, ahora comprendo… a mí me parecía un disparate…", sentenció, y con un movimiento de la capa, abandonó la sala dando por finalizada la velada. Definitivamente, igual que en el libro, en la presentación estuvo Lope, tanto en verso como en vida.

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