La Guardia Civil ha recuperado diecinueve obras, quince de las cuales se encontraban en el mercado ilícito y cuatro que fueron cedidas voluntariamente por las monjas de las Carmelitas Descalzas, entre las que hay dos cartas manuscritas de Santa Teresa de Jesús.
Asimismo, se han hallado cinco piezas que el Arzobispado de Valladolid consideraba que estaba en paradero desconocido en la operación denominada Camarín, que se inició el pasado marzo cuando los agentes del SEPRONA descubrieron una compraventa de una pintura en una casa de subastas de Madrid
Según ha explicado el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, José Miguel Recio, la operación comenzó a raíz de la denuncia de un particular -un profesor universitario-, quien detectó una obra que posiblemente hubiera sido vendida de manera ilícita y lo comunicó a la Junta de Castilla y León, que pasó la investigación a la Guardia Civil.
Dicha pieza, la de" María Magdalena despojándose de sus joyas", que data del siglo XVII, fue puesta a la venta por un anticuario de Valladolid a través de la citada casa de subastas de Madrid, donde fue adquirida por un comprador particular, que la entregó de buena fe a las autoridades.
En la ficha del catálogo en la que estaba inscrita la obra para la subasta, se comprobó que la misma se había ocultado con otro nombre en el Libro de Policía -Isabel de Hungría- y se había datado en el siglo XIX o XX, cuando se trata de una obra del siglo XVII, por la que se pagaron 700 euros.
A partir de este descubrimiento, se investigó al anticuario, quien vendió otras siete obras de la misma colección del Monasterio del Corazón de Jesús y San José de las Monjas Carmelitas Descalzas de Medina de Rioseco (Valladolid) -a la que pertenecen 174 piezas-, a través de la casa de subastas de Madrid.
Por ello, tanto al anticuario como el administrador de dicho establecimiento, se les ha imputado los supuestos delitos de estafa, receptación y venta ilícita de siete obras de arte integrantes del Patrimonio Histórico, aunque la investigación sigue en curso, puesto que se siguen buscando las otras piezas vendidas.
La investigación ha contado con la colaboración de diferentes instituciones, como la delegación diocesana de Patrimonio del Arzobispado de Valladolid, la Diputación Provincial, la Dirección General de Patrimonio Cultural o la Junta de Castilla y León, además de la Guardia Civil.
Entregadas de forma voluntaria
Durante el proceso, y tras mantener reuniones con las monjas carmelitas, éstas decidieron entregar voluntariamente, para su mayor seguridad, cuatro obras de su colección, entre las que se hallaban dos cartas manuscritas de Santa Teresa de Jesús, cuyo valor es incalculable.
Se estima, tal y como ha apuntado Recio, que la desaparición de varias de las obras del convento, que dejó de prestar servicio en 2005, tras cuatro siglos de estancia en Rioseco, se produjeron entre 1999 y 2005, fue fruto de una venta "con engaños" por parte de las monjas, totalmente "ilícita".
Pero, en su caso, al haber prescrito la infracción cometida, las monjas carmelitas "no tienen ninguna responsabilidad", al contar con personalidad jurídica propia, aunque, en este sentido, el delegado diocesano de Patrimonio, Jesús García, ha advertido de que "hay cosas que deben ser revisadas".
Entre las obras recuperadas se incluyen, además de las dos cartas manuscritas de Santa Teresa, un cáliz limosnero que donó Fernando VI a la orden carmelita de Rioseco, o varias piezas de los siglos XVII y XVIII de importante valor cultural y patrimonial, a las que se unirán algunas más, cuando concluya la investigación en curso.
Las diligencias de este caso han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Valladolid, tal y como ha informado la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, quien ha alabado la actuación de la Guardia Civil para recuperar "unas obras de bien cultural" que quedarán expuestas en el Museo de San Francisco de Rioseco.