"¿Crees que está justificado matar asesinos en determinadas circunstancias?" Esta es la inquietante pregunta que lanza Santiago Díaz a los lectores de su primera novela. Y añade: "Inicialmente puedes decir ‘no’, pero quizá, cuando termines la lectura y después de haber conocido las circunstancias, la respuesta sea sorprendente". Justo cuando la sociedad española debate sobre la venganza, el concepto de justicia y los castigos ejemplares, el reputado guionista Santiago Díaz (Madrid, 1971) publica Talión (Planeta), un thriller protagonizado por una justiciera que circunnavega sobre la posibilidad de cobrarse "ojo por ojo".
La protagonista es Marta Aguilera, una periodista de sucesos a la que le diagnostican un tumor cerebral que acabará con su vida en menos de dos meses. Al hacer balance sobre su paso por este mundo, advierte que se marchará sin dejar un legado y decide aprovechar las semanas que le quedan para dejar huella. Se convierte en una justiciera, una asesina de asesinos que aplica su propia ley del Talión –y además, con fruición–. "Nadie llora la muerte de un villano", defiende.
El germen está en la vida real, como explica Díaz a Libertad Digital. "Vi en televisión a los padres de una víctima y pensé: '¿cómo reaccionaría yo?' Me gusta diferenciar la vida real de la ficción. En la primera hay que confiar en la justicia y dejar que la policía detenga a los malos, pero en la segunda, y sobre todo si se trata de thriller, lo divertido es traspasar esa línea". Lo primero que escribió fue su título, Talión, en referencia a la ley recogida en el Antiguo Testamento del"ojo por ojo, diente por diente".
Díaz sostiene que no es solo un thriller de acción en el que el cerco policial se va estrechando entorno a la protagonista, sino que es una invitación al debate. El autor ahonda "en las lacras de la sociedad y en los suburbios" para provocar al lector: pederastia, trata de mujeres, mafias, narcotráfico, terrorismo o violencia de grupos extremistas. "Me apetecía retratar determinados ambientes en los que por nosotros mismos no entraríamos jamás. Nos introducimos con la protagonista, una mujer normal. Me parece muy atractivo", argumenta. Son casos ficticios, pero tienen una réplica fácilmente identificable en la vida real: "La gente piensa en la calle que no se hace justicia o es insuficiente, por eso protestan. Es natural. Hay que aplicar la ley con toda la dureza posible, pero casi siempre es difícil que una víctima quede satisfecha sabiendo que el asesino de su hija, por ejemplo, estará libre en veinte años".
Las sombras que retrata Díaz son tan oscuras que el lector deberá enfrentarse a escenas violentas: "Quería mostrar la crudeza con la que una persona es capaz de actuar. No solo decir que fue capaz de matar a una niña, sino qué hizo con ella. Quería dar detalles para que fuera más fácil al lector plantearse si está de acuerdo o no con la protagonista en aplicar la ley del Talión. Es una novela cruda, pero he procurado no traspasar unos límites para que no cause rechazo la narración, aunque sí el personaje".
Se escenifica la relación de los medios de comunicación con la policía, las presiones, las exclusivas, las filtraciones; y la controvertida postura del abogado defensor: "Es una profesión complicada y que mucha gente no entiende. Partimos de que toda persona se merece una defensa justa". Además, hay referencias cinematográficas a Dexter, Kill Bill, El silencio de los corderos o Seven.
Abanico de secundarios
La protagonista es una mujer fría, "perteneciente al 2% de las personas que no siente empatía". La trama se centra en el presente, aunque con regresos a su niñez y adolescencia para entender por qué es como es. Hay otros personajes secundarios muy interesantes y que engrandecen la trama, como la inspectora de policía, destrozada por el asesinato de su marido y uno de sus hijos a manos de ETA. "Me pidió el cuerpo que la protagonista fuera una mujer principalmente porque me daba más juego argumental. La inspectora también es una mujer y muestro una lucha entre dos mujeres muy fuertes".
No ha supuesto obstáculo meterse en la cabeza de una mujer. A lo largo de más de veinte años de carrera, ha trabajado para diferentes series como Compañeros, Un paso adelante, Aquí no hay quien viva, Hermanas, El pasado es mañana,Yo soy Bea o El secreto de Puente Viejo, creando guiones para muchos personajes femeninos. La novela le ha dado la libertad de hacer lo que quiere "sin supeditarse a cuestiones económicas" aunque ha conocido la soledad del escritor: "En una serie cuentas con un equipo de guionistas que te ayudan y te aconsejan, en un libro estás solo".
Santiago Díaz. Talión. Planeta, 2018. SBN: 9788408186076. 448 páginas. Precio: 19,50 euros.