La obra Fernando VII. Un rey deseado y detestado, de Emilio La Parra, ha sido galardonada con el Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias, que cumple su XXX edición, por "ratificar historiográficamente la turbia leyenda que acompaña a la figura" de ese monarca.
A esta convocatoria del premio, convocado por Tusquets con el patrocinio del Fondo Antonio López Lamadrid constituido en la Fundación José Manuel Lara, se han presentado 49 manuscritos y al ganador le corresponde un anticipo en derechos de autor de 12.000 euros y una estatuilla de bronce diseñada por Joaquín Camps.
El jurado, presidido por José Álvarez Junco y formado por Miguel Ángel Aguilar, Francesc de Carreras, José María Ridao y Josep Maria Ventosa, estima en su fallo "el enorme conocimiento sobre el personaje y la valiosa y múltiple documentación aportada" por La Parra, que "arroja nueva luz sobre las complejidades de una etapa histórica "indudablemente tiránica".
El texto, que se publicará en la colección Tiempo de Memoria de Tusquets en marzo, "está llamado a convertirse en la biografía de referencia de Fernando VII y su época".
La Parra (Palomares del Campo, Cuenca, 1949) es catedrático de historia Contemporánea en la Universidad de Aliciante, especialista en la historia política y cultural en el tránsito del siglo XVIII al XIX, y autor de biografías como la de Manuel Godoy. Ha sido director de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y es doctor Honoris Causa por la Universidad de Provence (Francia).
Fernando VII (1784-1833)
Fernando VII (1784-1833), dice Tusquets en el comunicado de prensa, fue "uno de los monarcas más nefastos de la historia de España, tanto por su carácter, muy influenciable, determinado por su doblez y desconfianza hacia todo y hacia todos, como por sus actuaciones".
El libro de La Parra, "basado en múltiples fuentes y documentos, en los relatos de la época y en las interpretaciones de la historiografía actual", traza la biografía de "este contradictorio monarca, mitificado por algunos de sus contemporáneos, que lo convirtieron en el rey virtuoso e inocente, y detestado al mismo tiempo por casi todos". "Su reinado –añade Tusquets– marcó el final de una época y el inicio de la historia moderna de España".